Thu 22nd Apr 2021 04:25

Diario de Rhurr V: Fort Beluarian y el Regreso a Delzimmer

by Rhurr Jahlaree

23 de marzo del 75 después de la muerte de Quarion. Baldur's Gate.
 
De regreso a los aposentos que nos han asignado, observo a mi alrededor en busca de salidas. Las ventanas no parecen bloqueadas, pero la altura es considerable. Una caída podría o no ser fatal, pienso, y me doy toquecitos con los dedos en los pulgares mientras contemplo la posibilidad de escapar escalando. Una cosa está clara: no sé qué opina el mago, pero yo no voy a pasar la noche aquí. Mi tapadera se debilita cada minuto que pasa. También debemos dar caza a ese mensajero que van a enviar; Kendall no puede permitirse que los Orm también se pongan en su contra después de lo que he visto hoy en la sala del trono, y hasta nuevo aviso trabajo para Kendall Dragonoath y debo defender sus intereses.
 
Cuando llegamos al dormitorio, Sir Blesa nos está esperando. Vuelvo un instante al Salón del Trono y siento que me rodea otra vez la peste a sangre y muerte. Durante un breve momento, quiero apuñalarlo, pero vuelvo en mí rápidamente. No es el momento ni el lugar para dejarme llevar por los impulsos de mis antecesores; aquel soldado tuvo su oportunidad.
 
El Caballero Dorado pone las cartas sobre la mesa: sabe quiénes somos, lo sabía desde el principio, y no somos sus invitados ni sus prisioneros. Explica que tanto Kendall como Jozan son dragones y traidores que asesinaron a Quarion, también un dragón, para hacerse con el Imperio antes de empezar una guerra civil entre ellos. Habla con desprecio de Jozan, dragón rojo al fin y al cabo, pero más aún de Kendall, quien siendo plateado debería haber respetado la voluntad de Vaktar, el Vuelo Dorado. Blesa nos anuncia que pretende acabar con ambos y restaurar el Imperio Dragón, el sueño de Quarion, y que le sería de gran ayuda nuestra colaboración.
 
Para mi sorpresa, el mago, Kuruck, se muestra muy receptivo a la propuesta, y enseguida empieza a negociar con el dracónido. No me lo esperaba: es un Halast de Halruaa, uno de los más antiguos vasallos de Kendall y una de las familias más poderosas del Imperio Blanco. Asumía que permanecería de su lado. Quiero decir, es un vampiro, un ególatra y un asesino sin un mínimo de moral, pero siente orgullo hacia su familia feudal y cabría esperar que ni siquiera se planteara arriesgar la posición de su apellido en el Imperio Blanco. He cometido, de nuevo, el error de creer que he calado a alguien.
 
Pero quizá no estuviera del todo equivocada. Sir Blesa comete el error de proponer curar su vampirismo, el que sé que le trae gran orgullo y es fuente de su soberbia. ¿Curarlo? Cree que es una criatura superior a todos nosotros, y quizá lo sea. Los observo negociar sobre la potencial situación de su familia tras la guerra si el Imperio Dorado se impone, y no le veo convencido. No estaba del todo en un error: el estatus de su familia sí que es su prioridad, y Sir Blesa no se lo garantiza. La pregunta es: ¿lo hace Kendall, quien según el Caballero de Oro es un "dragón acabado"?