La mano invisible by Calliope | World Anvil

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Mon 20th Nov 2023 09:00

La mano invisible

by Calliope Vanhoutte

Querido y distinguido pergamino,
 
En estos días más oscuros que el interior de una bodega de ogros, nos encontramos en una mazmorra tan peculiar que hasta la sangre parece estar de moda, decorando las piedras como si fueran las últimas tendencias de la temporada. En este asombroso escenario, nos enfrentamos a un gigantesco autómata que, sinceramente, parece menos dispuesto a hacer amigos que un dragón en plena dieta vegana.
 
Killian, con su gracia que haría envidiar hasta al bufón de la corte, se desliza entre los golpes y garras de la bestia mecánica con una agilidad que desafía todas las leyes de la física y la moda medieval. ¡Ah, Killian, cuyos encantos son tan mortales como su destreza, un verdadero ícono de la moda y la lucha!
 
La contienda se despliega con la furia de una bruja al quedarse sin su poción de la eterna juventud, y nosotros, valientes guerreros con la determinación de un campesino buscando su gallina perdida, nos lanzamos a la batalla con todo lo que tenemos. Golpes por aquí, hechizos fallidos por allá; incluso el jabalí Shi se une a la refriega, contribuyendo con una dosis extra de caos al festín.
 
Peace intenta lanzar un hechizo majestuoso, pero en lugar de eso, solo logra soltar burbujitas rosadas que flotan en el aire como la decoración de una fiesta de hadas. Todos quedamos mudos ante la peculiaridad de su encantamiento. Al final, con la precisión de un bardo afinando su laúd, lanzo mi daga "Pan-Dao" hacia el ojo del ente metálico, con tanta puntería que hasta el espectro de Robin Hood se habría sentido orgulloso.
 
En medio del fragor de la batalla, tomo nuevamente mi daga "Pan-Dao" y, con la gracia de un equilibrista en un alambre, la lanzo directo al "ojo" del titán metálico, dejándolo fuera de combate en un espectáculo de chispas y engranajes volando por doquier. Shi, en su sabiduría animal, invoca a un aliado espectral que aparece como un gato gigante, listo para agregar su toque de pelaje y garra a nuestra odisea.
 
A pesar de haber vencido al monstruo metálico, el desafío persiste, ya que cuatro gárgolas se cernían en la penumbra. Millie, con su temple de hierro forjado en las tierras más remotas, aniquila a una de ellas con golpes tan certeros que hasta el mismísimo Rey Arturo habría aplaudido. Sin embargo, la atención se centra en una figura encapuchada que, desde las sombras, nos observa y toma notas con el entusiasmo de un estudiante en su primera lección de brujería.
 
"¿Acaso no has tenido suficiente?" grita Millie, desafiante. La figura, tan indiferente como una roca en un bosque encantado, murmura algo y nos insta a revelar nuestras identidades. Nos presentamos con una mezcla de humor y bravuconería, pero antes de que Fish, la figura encapuchada, pueda responder, Millie, con su franqueza característica, amenaza con clavarle la daga en el trasero.
 
Fish, con la serenidad de un muerto viviente, se quita la capucha, revelando un rostro tan descompuesto que hasta una calavera lo miraría con lástima. Habla sobre una misteriosa señora y otros enigmas que suenan más confusos que el diálogo de un mago después de beber demasiada poción de la confusión.
 
Una puerta se abre, revelando un pasillo oscuro que exploramos con cautela hasta llegar a otra puerta. "Vamos, equipo, necesitamos un breve descanso antes de enfrentarnos a lo que sea que nos aguarde tras esta puerta" sugiero, consciente de que incluso los héroes necesitan un descanso para estirar las piernas. Fish, de manera peculiar, decide dejar físicamente su ojo allí para "mantener un ojo sobre nosotros". ¿Qué nos deparará al final de este túnel envuelto en sombras y secretos?
 
Siempre con una sonrisa en el yelmo,
Calliope