La cegadora incansable
La Cegadora Incansable, más que un puñal utilizado por La Ejecutora para cegar la vida de dioses y criaturas por igual, parece ser un objeto con vida propia, el cual se alimenta vorazmente del zeclón de sus víctimas y se regocija ante sus gritos de angustia y dolor antes de perecer, dicen algunas leyendas que cuando las armas de los enemigos chocan contra el filo de la hoja, el sonido se asemeja a una leve carcajada maligna
Historia
Tras innumerables luxantes encerrado en el plano astral y múltiples intentos inútiles de escape, Tehamú se enfocó en maquinar un plan para disminuir las fuerzas de los Primordiales, llegando a la conclusión de que podría lograrlo si arrebataba la vida de un vástago de cualquiera de los dioses más antiguos, por lo que solicitó a Nancrix, quien ya le había ayudado en otras ocasiones, le expuso su plan y en conjunto encontraron la mejor forma de llevar a cabo el asesinato.
No sin antes haber realizado muchos experimentos con sus hijos demoníacos, El Señor de la Perdición halló la fórmula para moldear una parte de su poder, sin embargo, temeroso de que no fuese suficiente para su cometido y con la posibilidad de que tomara consciencia por sí misma, se decidió que Nancrix debía matar una parte de él para poder tomarla como suya, lo cual era menos arriesgado, pero La Ejecutora estaría lejos de lograrlo, pues la diferencia de poder entre los dos dioses eran tan inmensa, que la diosa sólo podía generar heridas a Tehamú, siendo inalcanzable la meta de arrancarle parte de su poder.
Comprometida con la causa de los Rebelados, La Ejecutora se dedicó a estudiar al Señor de la Perdición como si de su peor archienemigo se tratase y se convenció de que se necesitaba mucho más que la intención del dios de destruir a su objetivo, por lo que convocó a las huestes de Tehamú, con quienes se confabuló para atacar a su víctima de manera sorpresiva, ya que luego de su extensa investigación, estaba convencida de que además de necesitar ayuda, debían ser los propios hijos del dios quienes la auxiliaran para poder obtener parte de su poder.
Cuando llegó el momento acordado, La Ejecutora atacó sin piedad al Señor de la Perdición, en conjunto con todos los infernales, no sin antes recibir un furioso contrataque del dios, quien se sentía traicionado por ella y sus creaciones, sin embargo, con la cooperación de los generales infernales, lograron asestar un único pero certero golpe que logró matar una parte del dios, este fragmento se deslizó de forma rápida y escurridiza hacia la palma de Nancrix y tomó la forma de un afilado puñal. Una vez Tehamú vio lo que sucedió, comprendió cuál había sido el motivo del ataque, sin embargo, esto no cambió el hecho de que desatara su cólera contra todos aquellos que habían conspirado contra él, acabando con todos los infernales que no lograron escapar a tiempo del plano, sin embargo, Nancrix consiguió huir y se dirigió rauda hacia el Plano elemental de Tierra para cumplir con la tarea original.
La porción de poder que ahora acompañaba a La Ejecutora, la hacía indetectable ante los ojos de los Primordiales, por lo que se deslizó sin inconvenientes hasta la morada de Caeven, aprovechando la confusión que los infernales hacían en el plano y la distracción a que sometían al dios de la tierra, con sumo sigilo y en silencio absoluto, se posó sobre la espalda del dios de la tierra y enterró profundamente su puñal, el dios intentó reaccionar y girarse, pero una sombra se aferró a su rostro, despojandole de su voz y de su vista, el arma poco a poco drenó parte del zeclón que lo conformaba, mientras la sombra de su cara tomaba forma en un nuevo dios, Erenezaar.
La Ejecutora estaba absorta y observó en silencio como la sombra se alejaba discretamente y en su mano sostuvo con fuerza inusitada el puñal que aún le acompañaba luego de haber logrado su cometido, el cual en adelante sería conocido como La Cegadora Incansable.
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