Ikay
Ikay es un ser de leyenda considerado un iluminado en los conocimientos relacionados con la vida, la muerte y el alma, seguidor de Iyaki, se cree que vivió en algún punto entre las épocas cuarta y séptima, según el Cálculo de Helkadil.
La forma física de Ikay es un misterio y poco importa, pues su legado se basa en la filosofía o conocimientos, según como se miren, que dejó, o al menos los pocos que han sobrevivido a las eras, sobre la muerte principalmente.
Historia
Vida
Considerando que Iyaki nació en la época cuarta, dando nombre a la misma como La creación no deseada, y que sólo hasta la época sexta tomó el poder sobre los hilos de la vida, se podría situar el nacimiento de Ikay entre estas épocas, ya que se sabe que su interés principal surgió cuando las almas dejaron de llegar a sus dioses titulares.
Inicios
Se dice que los inicios de Ikai fueron como seguidor de Iyaki, interesado en cómo había podido la diosa cortar los hilos de la vida y arrebatar al resto de deidades la posibilidad de recibir las almas de sus seguidores.
Su interés le hizo un estudioso de los Primordiales, pues aunque la habilidad de su señora afectaba a todos los dioses por igual, los Rebelados habían llegado en un momento donde ya se sabía que las almas de los fieles viajaban al plan de su deidad tutelar por la eternidad.
Filosofías
Ikay dejó, a través de sus seguidores, de escritos y de la oralidad de generación en generación, información relacionada a los temas de los que más discutía con otros seguidores de Iyaki; ¿qué es la muerte? y ¿qué es el alma?.
Sobre la muerte, la creencia de la época, era que era un cambio de estado, o de etapa, casi como la adolescencia o la adultez, pero a Ikay le interesaba entender por qué ese cambio de estado dejaba un cuerpo inerte detrás, además, como ahora las almas no tenían asegurado un reposo con su deidad, cabía la posibilidad de que no se pudiera contactar al alma del muerto para indagar de su destino. Dentro de las enseñanzas sobre este tema se decía que Ikay creía que la muerte era un cambio de plano que hacía el alma, donde el cuerpo no podía seguirla, explicando que lo que hacía Iyaki era interceptar ese plano antes que los demás dioses, esto no gustaba del todo entre los fieles, ya que parecía una treta o algo que cualquier dios podría llegar a hacer si se lo propusiera, mermando la proeza de la diosa de la muerte.
Sobre el alma es donde hay más discusiones al respecto que provienen desde los seguidores de Ikay. Una de ellas indica que está estrechamente vinculada con el Zeclón, anteriormente se creía que se destruía el alma al destruír el zeclón que la formaba, según eso ya no podría ser destruída, a menos que alguien encuentre una forma de acabar con el Zeclón y se arriesgue a la furia de los seguidores de Ázafhel. Otra vertiente indica que el alma en una representación del hilo de la vida, y que es éste hilo en realidad a lo que debe llamarse alma, como esta forma de pensamiento, lleva a conjeturas que implican arrebatarle a Iyaki el poder sobre los hilos de la vida, es un pensamiento peligroso de mantener. Se cree que fue por esto que asesinaron a Ikay.
Muerte
Las narraciones más comunes sobre la muerte de Ikay hablan de un suicidio colectivo de "seguidores" que, en uno de sus discursos, se inmolaron incendiando el templo donde Ikay daba sus enseñanzas, dejando solo cenizas y los relatos que hasta la actualidad perduran.
Debido a que la época octava inició con el sellamiento de la realidad por parte de los dioses, lo que impedía que el Zeclón pudiese disminuir, y considerando que todo lo que se sabe de Ikay menciona la posibilidad de la destrucción o alteración del Zeclón, se cree que su muerte sobrevino en la época séptima.
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