Clero de Hapirith Organization in Eiláar | World Anvil

Clero de Hapirith

Los seguidores de  Hapirith son de lo más variopintos y en algunos casos, también extremos.

Los hay que les gusta la fiesta, la música y la comida y se divierten sanamente buscando ser felices, muy parecidos a los que siguen a  Feberraltir, pero también existen los que disfrutan de la cerveza y la lujuria y se la pasan disfrutando de los excesos en nombre de su fe.

Estos extremos representan muy bien los dos tipos de iglesia que existen al interior del clero, los caóticos buenos y neutrales por un lado y los caóticos malignos por el otro. Estos últimos no conocen de límites y algunas de sus prácticas son consideradas ilegales en muchas ciudades.

Tipo
Religión oficial, clero
Deidad
Hapirith

Estructura

Los seguidores del dios, independiente de su alineamiento, deben asistir a los templos de las ciudades para sus promociones oficiales. El clero tiene posiciones diferenciadas en dos grupos, los miembros oficiales del clero donde están los clérigos y paladines, y los miembros honoríficos, que pueden ser cualquier tipo de criatura y tener cualquier profesión.

Rangos del clero oficial


Arciprelado

Es el máximo rango dentro del clero, son quienes definen los caminos del clero en el templo que rigen y son consultados por los templos que no poseen un arciprelado. Suelen vivir en una ciudad con templo y quedan subordinados a otro arciprelado si se mudan a vivir a otra ciudad donde ya exista otro fiel con su mismo cargo.

Prelados

En casi todos los templos de Hapirith hay al menos un prelado, siendo la persona encargada de todo lo administrativo del templo y quien lleva a cabo los ordenamientos oficiales de otros miembros, a excepción de los arciprelados.

Abad

Encargado de capillas, centro de oración y otros sitios autorizados por los templos para servir como lugar de adoración al dios. Tienen autorización similar al prelado, pero limitados al poblado del lugar que rigen, además de servir como conexiones entre templos lejanos.

Cenobio

Los cenobios son el primer rango oficial una vez que un novicio es aceptado por el clero y ha realizado su ritual de iniciación, son quienes están a cargo de todos los miembros honoríficos asignados a un templo y quienes normalmente reciben a los viajeros y realizan las oraciones frente al altar de Hapirith.


Rangos del los miembros honoríficos


Laureato

Es el máximo rango que puede recibir un fiel que no pertenece al clero oficial, los laureatos no están obligados a vivir tiempo en algún templo del Juerguista, ni tienen que llevar a cabo encomiendas del clero, su título les sirve para recibir atención en los templos, ayuda y consejo cuando lo requieran y descuentos en sanaciones y otros servicios del templo.

Favore

Los favori suelen ser miembros de alta sociedad que ofrecen felizmente fiestas y banquetes en honor a Hapirith, normalmente poseen salas amplias que rentan a los templos para servir de lugares de oración y adoración. Deben renovar su fe habitando un templo durante al menos 5 ciclos cada luxante.

Ventura

El primer nivel al que puede aspirar un devoto sin ser clérigo ni paladín es al de ventura, en este nivel, los fieles deben prestar un servicio al clero y vivir al menos un mes en un templo del dios. Una vez realizado el ritual y la ceremonia para el nivel de ventura, el fiel debe asistir durante 10 ciclos cada luxante a un templo o pagar un "diezmo" extra por su ausencia. Los ventura instruyen a los novicios en los artes que dominen y enseñan sobre el mundo y sus peligros en caso de ser aventureros.


Cultura

En todos lugares se hacen festividades y celebraciones, y buscar que un cenobio logre estar presente y realizar una oración en honor a Hapirith, haría que dicha celebración sea vista como una muestra de fe de aquellos que haya permitido su realización, aún cuando originalmente no fuse pensada como una celebración religiosa. Esto atrae a seguidores de variados alineamientos cuando la fiesta se hace en un terreno neutral, como una plaza, la casa de un acomodado o las calles de un pueblo.

Numerosas tabernas sirven como lugar de adoración de Hapirith para aquellos que prefieren evitar los templos, aprovechándose de bailes sensuales, música de bardos y cantos de los juglares. Los fieles del dios asisten también a estos lugares y entregan su diezmo sabiendo que la taberna sabe diferenciar lo que se entrega en favor de su religión. Algo en común por todos los seguidores es disfrutar de los placeres mundanos en nombre de su dios.

Mitología e historias

Los clérigos de  Hapirith cuentan una anécdota sobre su dios indicando que gustaba de gastar bromas a los demás dioses primordiales, quienes en su mayoría festejaban junto al Juerguista sus bufonadas. En cierto momento, suplantó a Caeven ante su propio padre e hizo creer a Kefhos que había nombrado semidioses entre sus seguidores, Kefhos se enfureció y el propio Caeven al ser increpado por su padre.

Luego de esto parece que  Hapirith limitó sus bromas para no engañar de esta manera a los dioses en vista de que no todos disfrutaban igual el ser representados tan fielmente.


Cosmología

Los fieles del clero suelen interpretar de variadas maneras su fe, aunque coincidiendo en divertirse en el camino.

Muchos juglares y bardos piensan que alegrar cualquier encuentro y convertirlo en una fiesta si es posible es una buena manera de adorar a  Hapirith, recibir unas cuantas monedas en el proceso es algo natural.

Propietarios de tabernas y otros negocios creen que ofrecer a los aventureros un sitio donde apostar y disfrutar de una buena hembra es algo honroso para su dios, las peleas y asesinatos son un daño colateral de su riesgoso negocio.

Principios de la fe

No todo seguidor de  Hapirith está obligado a organizar fiestas y banquetes, sin embargo si que debe asegurarse de disfrutar de alguna de vez en cuando, ya sea bebiendo y comiendo o recitando un poema a los músicos que ambientan el festejo. No existen principios como tal de la fe, posiblemente porque todo seguidor del Juerguista sabrá divertirse sin que deban decírselo en el clero.

Templos

Las edificaciones alzadas como templos en ciudades y poblados sirven para los seguidores buenos y neutrales, además de ser los únicos lugares oficiales para promover a los fieles. Las tabernas y otro tipo de lugares sirven para todo tipo de seguidores del Juerguista, sin embargo, para ser aceptados como lugares de adoración, deben tener el menos un altar dedicado al dios, separado del bullicio de los clientes y bendecido por un Abad, dicho altar servirá para llevar a cabo ceremonias por los miembros oficiales, sean que estén siempre presentes en el lugar o que estén de paso.

Los altares a  Hapirith usualmente contienen a modo de símbolo divino una copa gigante real con vino bendecido que a veces es usado en algunos rituales.

Poderes divinos otorgados

Ya sea que se desee ser un miembro honorífico o un individuo del clero oficial, todo fiel debe asistir a un carnaval de la fertilidad, organizado en nombre de  Hapirith y participar activamente del mismo. Esto parece un problema para muchos, pero el hecho de poder usar antifaces y máscaras hace que muchos lleven a sus parejas y amantes al mismo.

Aquellos aceptados por el dios como devotos pueden obtener alguna de varias habilidades que agradan al Juerguista, como aprender a tocar un instrumento de forma decente, comprender un los pasos de un baile exótico e inclusive escribir y declamar poemas de gran belleza. Alguno de estos dones son recibidos paulatinamente luego del carnaval y pasan a ser parte inherente de cada criatura.

Ética

Debido a las diferentes formas de festejar y de divertirse de cada criatura, sumado al hecho de que en muchas fiestas el vino y la cerveza aumentan la temeridad de los invitados, no existe un comportamiento marcado como apropiado por el clero, sin embargo, es considerado como una grave falta a la fe el organizar una fiesta sólo para asesinar a un enemigo, algunas veces traicionándolo en el momento mismo del festejo. Quien cometa un acto similar probablemente sea marcado por los miembros del clero presentes y deba esconderse por el resto de sus días si no desea ser capturado y posiblemente obligado a libar el rojo, según se juzgue el tamaño de su falta.

Libar el rojo es el nombre con que se conoce a un ritual final al que se pueden someter voluntariamente los seguidores de  Hapirith que hayan cometido faltas graves contra la fe o sus seguidores, normalmente sólo lo hacen los capturados. Quien acepta libar el rojo debe entregar la mitad de sus pertenencias al clero y beber una copa con un vino especial frente al altar del dios, ya sea un altar de un templo o de una taberna en su nombre. El vino bebido matará a la criatura, pero se dice que sus pecados serán perdonados y que Iyaki le permitirá a su alma encontrarse con Hapirith.

 

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