Boltos Character in Eiláar | World Anvil

Boltos

Boltos es un enano robusto, de tez caoba claro, sin cabello en su cabeza y con una gran barba gris oscura sujetada por un broche de un dragón de oropel, símbolo de su cargo de comandante. Es muy seco al hablar, siendo directo y poco diplomático la mayoría de las veces.

Physical Description

Equipamiento especializado

Boltos es un guerrero especializado en el combate con gran hacha, lleva su arma en una mano, y en la otra un escudo pesado de acero, su armadura está hecha de placas que no están unidas entre sí, sino conectadas con cables metálicos roscados, esto hace que su armadura parezca desajustada y haga ruido al caminar, realmente la armadura está hecha para que a la forma de oso de Boltos le ajuste perfecto.

Mental characteristics

Historia personal

Juventud

Boltos pasó su juventud en las montañas frías de las Tierras Salvajes, al norte de Filnar. Bajo el cuidado de sus tutores, una pareja de enanos que la aldea había designado para cuidar de Boltos, creció como un joven revoltoso, desobediente y bastante belicoso, tanto así que cierta vez retó al líder de los guardias de la aldea a un combate.

El líder de la guardia sabía que Boltos no tendría opción contra él, pero para no humillarlo decidió pelear lejos de la aldea, en un descanso de la ladera de la montaña, más arriba de la aldea. Allí acudieron ambos el día de la pelea, procurando perder a cualquier curioso. El líder de la guardia deseaba evitar el enfrentamiento, pero sabía que era hora de dar al joven revoltoso de Boltos un escarmiento, al más puro estilo de los enanos. Así fue como iniciaron el duelo.

Los gritos de combate y el golpeteo de las armas contra el duro metal de la montaña hacían eco en los alrededores, eco que pudo ser oído por un gigante de las montañas que hacía parte de un pequeño asentamiento de gigantes que vivían en la cima del monte y nunca bajaban hasta la aldea de los enanos, pero el combate estaba suficientemente cerca como para llamar su atención. En un instante en que Boltos estaba exhausto y casi desprovisto de energía, de un recodo de la montaña apareció una sombra que se alzaba imponente, y rápido como un rayo salió de la bruma un mazo del tamaño de dos casas enanas, golpeando por la espalda al líder de la guardia, el cual voló por los aires y cayó ladera abajo por la montaña.

Boltos se las arregló para huir del encuentro con poco más que múltiples cortes al correr por el terreno agreste de la montaña. Esperaba que el gigante no lo siguiera hasta la aldea, así que allí estaría a salvo, pero estando cerca de su hogar escuchó el murmullo de varios enanos, hablaban de que el cuerpo del líder había caído por la montaña y que Boltos debía pagar por tan bajo acto con su vida. Comprendió que nadie le creería del encuentro con el gigante y que con sus antecedentes sería más que imposible convencer a nadie de lo ocurrido, así que partió hacia el sur en busca de una nueva vida.

Llegada a Meikos

Pasados varios años, Boltos llegó a Meikos, donde se asentó y comenzó a trabajar en La Fortaleza como ayudante de construcción en los cuarteles, poco a poco se fue interesando por el ejército, pero el sistema de castas de La Fortaleza impedía que un extranjero obtuviera un rango entre las tropas, la única manera de obtenerlo era retando en duelo a un líder militar, sólo entonces podría aspirar a ser considerado un soldado.

Boltos pasó varios años pensando en la posibilidad, la sombra de su último duelo lo perseguía constantemente. Dedicó muchos años a estudiar el ejército, sus entrenamientos y tácticas y se interesó en los denominados Pilares, un destacamente de soldados que se especializaban en no permitir el avance del enemigo, permaneciendo juntos ante cualquier embate, siendo una muralla viviente en la batalla. El Líder de los Pilares debía elegir a su sucesor de entre los pilares más experimentados, y teniendo en cuenta que la mayoría eran humanos, el puesto se movía bastante a menudo a ojos de Boltos, cada 20 ó 30 años. Una vez Boltos había estudiado a cada posible sucesor del líder los Pilares, esperó hasta el momento en que el actual líder entregara el puesto, sabía que los pilares casi nunca combatían, sólo entrenaban cómo pararse adecuadamente, cómo unir sus brazos con los de los demás de modo que fueran impasables, así que en un combate podría tener oportunidad. Cuando se acercó el día en que un nuevo líder los Pilares sería anunciado, Boltos retó a un duelo al actual líder, antes de que se entregara el puesto. Aquel era un humano de avanzada edad, que no había estado en un combate hace más de 10 años y que entregaría el puesto debido a que sabía que ya era hora de descansar de su armadura y su rango. Todos sabían que la pelea no sería justa, esta vez a favor de Boltos, pero estaba en la ley la posibilidad del reto a cambio de ser parte del ejército, y así debía cumplirse.

El combate se llevó a cabo, pero no duró ni un parpadeo, el viejo líder de los Pilares anunció su rendición apenas empezó el duelo, todos estaban desconcertados, más aún Boltos. El viejo líder lo nombró pilar de cuarta línea, junto a las tropas más nuevas, no sin antes darle un consejo: “Llegaste injustamente a la casta de soldados de La Fortaleza, tendrás que ganarte con sangre el derecho a permanecer.”

Ascenso como Pilar

Boltos entrenó arduamente, aprovechó cada momento que podía, inclusive, en sus momentos de descanso aprovechaba para entrenar con los maestros de armas, pues no quería ser un simple pilar que no combatía, así fue como se especializó en el combate cuerpo a cuerpo con una gran hacha, mientras a su vez se formaba como un pilar de La Fortaleza. Sus días como pilar eran duros, los demás guardaban resentimiento contra el enano y por su forma de llegar al ejército, pero los años los hicieron viejos, y nuevos soldados llegaban, mientras Boltos llegaba apenas a su edad de madurez, donde podía sentir la fuerza y el vigor en su cuerpo.

Cierta vez, mientras varios pelotones de La Fortaleza estaban en Tierras salvajes, llegaron a un caserío de ogros, una vez el combate hubo acabado varios pilares, incluyendo a Boltos se dispusieron a revisar una casa en busca de algo de valor, pero dentro encontraron a dos ogros que se escondían, uno de ellos sería inolvidable para Boltos. El ogro tenía un corte profundo en su cara, sobre su ojo, y cuando estuvo acorralado y su homólogo muerto, la cicatriz brilló con un gran resplandor, la criatura se retorció de dolor, mientras su cuerpo se transformaba en un enorme y terrible oso, los pilares intentaron hacer lo que mejor sabían, mientras aguardaban la llegada del resto de tropas. Boltos vio que el combate se tornaba en su contra y sospechó que el poder del ogro venía del ojo que se escondía tras la cicatriz, fue así como, hacha en mano, dejó la formación, se abalanzó contra la criatura, le despedazó la cara y metió su mano para arrancar el ojo de la bestia, en ese momento Boltos sintió como su cuerpo se helaba, cada músculo se retorcía de dolor y entonces todo se nubló, no supo más de sí.

Cuando pudo despertar de nuevo vio la escena a su alrededor, todos los soldados estaban hechos pedazos, no sólo muertos, sino destrozados, el ogro había tomado su forma original y el caserío estaba desolado por completo, él mismo se encontró con su armadura destrozada, con su ropa hecha harapos y cubiertas sus manos y cara por sangre, pero no era suya.

Desde entonces Boltos vive con la maldición, muy pocos saben de su infortunio, eventualmente Boltos demostró ser un fiero combatiente y logró ascender al puesto de Líder de los Pilares, se sabe que desde aquel encuentro con los ogros nunca ha perdido un combate y muchos han sido los que lo han retado en duelo, sin éxito.

Ahora el actual líder de los Pilares es el más antiguo en el ejército de La Fortaleza, muy pocos saben de su pasado y menos aún de la terrible maldición que pesa sobre sus hombros.

La maldición

Boltos tiene un tipo de condición denominada Homali como maldición, esto hace que se convierta en un hombre-oso. Boltos determina cuando convertirse pero sólo puede hacerlo una vez por semana, por cada intento extra de convertirse, tiene un pequeño chance, pero acumulativo, de perder el control durante la transformación, Boltos lo sabe y prefiere nunca recurrir a su maldición si no es algo de vida o muerte. Si Boltos pierde el control de su forma de oso, entra en un frenesí similar a la furia del bárbaro, se vuelve salvaje, agresivo y con una gran hambre animal.

Alineamiento
Neutral Auténtico
Ubicación actual
Especie
Condiciones
Títulos honoríficos y profesionales
Títulos actuales
Year of Birth
81086 CE 293 Years old
Lugar de nacimiento
Children
Ojos
Color miel
Pelo
Sin cabello
Tono de piel
Caoba claro
Citas y frases célebres
¡No soy niñera de nadie!

Boltos en proceso de transformación by artflow


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