Sesión 4: Falsa quemazón II Report Report in Degenesis | World Anvil
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Sesión 4: Falsa quemazón II Report

Written by Zhalim

General Summary

  Tras neutralizar a los efectivos Apocalipticos en el El tallo erecto tras matar a su cabecilla, clausuraron el local y se dispusieron a investigar los documentos obtenidos en el escritorio de Abraham despues de que Walter desactivara los explosivos con los que el líder apocalíptico había tratado de suicidarse.   Mientras, Karim, decidió partir al Spital para intentar que le analizaran los viales encontrados durante el cierre del local, por desgracia el análisis de la sustancia llevaría más tiempo de el que tenían disponible, pòr lo que tras dejar la mayor parte de las muestras, inicio de nuevo el camino a Justiciano   Tras analizar la información obtenida, el grupo averiguó que una vez al mes se realizaba una entrega nocturna de procedencia y mercancía desconocida, tenían unos cuatro días antes de la llegada de la siguiente entrega, por lo que comenzaron a prepararse para la llegada de los traficantes. No obstante no todo andaba bien...   Cuando al día siguiente, Bajan, se dispuso a interrogar a los individuos detenidos el día anterior en el El tallo erecto, descubrió que estos habían sido "trasladados" por un juez desconocido que portaba un salvoconducto firmado por un cargo fallecido hacía ya varios meses... el enemigo estaba infiltrado entre los Jueces o, como mínimo, tenia recursos e influencia como para manipularles. Tras informar a su superiora Sandra Beike quedo claro que habría que moverse con pies de plomo.   Los días pasaron y el grupo estudió minuciosamente el área circundante al edificio, descubriendo una posible ruta por la que los traficantes podrían infiltrarse hasta el local para realizar su entrega. La emboscada estaba preparada...   Karim, Awambe y Paco de García cubrirían la entrada a la ciudad, asegurándose de que el objetivo no fuera advertido de la redada sobre el El tallo erecto y cortares una posible retirada. Bajan, Saray y Styx esperarían el envio junto al almacén, disfrazados como miembros de la bandada de Los picos rojos, mientras Johanes se mantendría apostado en un tejado cercano con el rastreador listo y Walter y Pixel se mantenían fuera de vista, dentro del edificio.   El plan salió a la perfección y pocos minutos después ambos criminales estaban atados en el interior del almacén, asolas con Bajan y su interrogatorio. No tardaron mucho en hablar...y necesitar de un médico. Tenian un objetivo, unas ruinas situadas en una zona boscosa a tres semanas de viaje hacia el sur, una zona conocida por los locales como las Tierras del dios susurrante.   Mientras el grupo esperaba a que el cruento interrogatorio terminara, Johanes avistó a un grupo desconocido aproximarse al almacén y descubrir al grupo, no obstante decidió no avisar en el momento a su equipo, temiendo revelar su posición en caso de que hubiese hostiles armados cerca, permitiendo que los desconocidos desaparecieran entre las oscuras calles de la ciudad. Una decisión que traería consecuencias.   Aprovechando el tiempo que el grupo necesitaba para prepararse para el viaje, Karim, escoltado por Awambe y Walter, decidieron llevar el cargamento de droga confiscado al Spital donde estaría a buen recaudo.   No fue un viaje tranquilo.   A mitad de camino fueron emboscados por un nutrido grupo de Apocalipticos , resultando en una sangrienta batalla que, a pesar de la desventaja numérica, resultó en una victoria sin heridas demasiado graves para el spitaliano y su escolta,. El enemigo estaba sobre aviso y no había tiempo que perder, así que apretaron el paso mientras aun se lamían las heridas para entregar su carga al Spital y volver cuanto antes.   En poco menos de dos días, el equipoe staba reunido y listo a para iniciar el viaje, y no solo eso, habían tenido la suerte de encontrar un guía, Galagan , que conocía el camino y el área circundante al bosque y accedió a acompañarles hasta el mismo a cambio de una buena cantidad de letras de cambio.   Durante tres semanas recorrieron Borca Oeste, sin percance, hasta unos pocos días antes de llegar al linde de las Tierras del dios susurrante, siendo emboscados por un enorme contingente de alguno de los Clanes hostiles de la zona... ¿o quizá les estaban esperando?   La batalla fue de las más cruentas que el grupo había vivido hasta la fecha y, a pesar de sobreponerse al ataque, varios de ellos como Bajan o Styx sufrieron terribles heridas que obligaron al grupo a pasar varios días escondidos en el pedregoso terreno del lugar, mientras los spitalianos Karim y Paco de García trataban de mantener con vida y remendar a sus compañeros.   No habían llegado aún a su objetivo y ya habían tenido un escarceo con la muerte. Sus suministros médicos habían quedado reducidos a la mitad y se encontraban en mitad de territorio desconocido y hostil.   Decidieron continuar y, gracias a Galagan , llegaron a su objetivo unos días después sin más sorpresas desagradables. En el linde del bosque se despidieron de su guía y prepararon un campamento. Al día siguiente comenzarían a buscar las ruinas de las que provenía la peligrosa droga.   En la oscuridad de la noche, solo iluminada por el hogar de su campamento, Vivar, el perro de Karim, alertó al grupo saltando de repente de su lugar de reposo, con un grave gruñido surgiendo de su garganta y señalando con su cuerpo al interior del bosque. El grupo no se lo pensó dos veces. luces y armas en manos, se dividieron, internándose la mitad de ellos entre los arboles siguiendo al animal, hasta que ellos también pudieron oír lo que había alertado al perro... los sollozos de varias mujeres.   Casi como una aparición un grupo de tres mujeres salió de entre los arboles casi chocando con los que iban marchando a la cabeza.   Vestidas con pieles y con cuerpo y rostro adornados con extraños tatuajes, quedaba claro que debían de pertenecer a uno de los Clanes locales, pero un vistazo algo más detallado revelaba las pobres condiciones en las que se encontraban, algo extraño estaba ocurriendo, pero no tuvieron tiempo de preguntar, pues un grupo de tres hombres cubiertos por las cicatrices de terribles quemaduras aparecieron por el mismo lugar del que habían salido las mujeres, echando mano a sus armas.   Walter no perdió ni un segundo y se colocó, escudo alzado, entre las mujeres y los extraños hombres quemados, no obstante estos no tuvieron opción de hacer nada, pues, sin mediar palabra, el resto del grupo atacó, dando una rápida muerte a los extraños hombres, tras lo que decidieron escoltar a las agotadas y maltrechas mujeres hasta su campamento, donde podrían interrogarlas.   Una vez junto al fuego las mujeres hablaron agradecidas. Eran miembros de el clan de los Murmullantes, Feneka, la suma sacerdotisa y dos de sus acólitas. Entretanto, no pasó desapercibido para Pixel, la naturaleza de los tatuajes de las mujeres, letras y números que parecían seguir ciertos patrones conocidos... quizá alguna palabra en la lengua de los antecesores, necesitaba saber más.   Feneka les narró como su clan, el clan elegido por el dios susurrante, había gobernado en estas tierras desde tiempos ancestrales, protegiendo el hogar de su dios y como hacía unos meses la desgracia había caído sobre ellos. Primero una bestia infernal había aparecido en lo profundo del bosque, trayendo muerte y presagiando desgracia y, justamente, unos meses después, unos extranjeros habían llegado y se habían aliado con el violento clan de Las ascuas y otros clanes resentidos con su posición de elegidos, iniciando una corta guerra en la que el clan de los Murmullantes había sido masacrado y su santuario sagrado ocupado.   Solo unos pocos, como Feneka, habían logrado escapar, el resto había sido ejecutado o capturado y llevado a las ruinas que los extranjeros y sus aliados utilizaban como fortaleza, de la cual siempre salían extraños humos y vapores.   Mientras la conversación se desarrollaba, Awambe notó una perturbación en la onda, fue solo durante un instante, pero fue suficiente para saber que una criatura nacida de la sepsis se encontraba cerca. Erá una amenza que había de ser localizada y eliminada, así que sin mediar palabra y en mitad del dialogo con Feneka, desenvaino su Kopesh y se dispuso a salir en persecución de la criatura, no obstante sus compañeros fueron rápido y lograron retenerla antes de que se marchase sin dar explicación ninguna y, tras una corta discusión, decidieron ir en busca de la criatura. No obstante, ya era tarde, fuera lo que fuera lo que sintió Awambe, se había perdido en al espesura del bosque.   Tras dicho incidente decidierón dar por terminada la noche, y decidieron, por insistencia de Pixel, que al día siguiente Feneka, les guiara hasta su santuario, la "casa" de su dios susurrante que se encontraba a tres días de caminata por el bosque. Estaba más lejos de las ruinas donde su objetivo se escondía, pero, por lo comentado por las murmullantes, estaba mucho menos vigilado.   una vez llegaron al área del santuario, quedó patente para Pixel el hallazgo ante el que estaba. Lo que Feneka y su pueblo adoraba como a un dios, era una planta de energía solar que, por el zumbido que se oía provenir de su interior, todabía funcionaba. Tenían que liberar los alrededores de la estructura de la decena de guerreros del clan de Las ascuas que acampaban a su alrededor, vagueando y entreteniéndose con las mujeres murmullantes que tenían encadenadas a un par de estacas en el exterior de las rudimentarias construcciones que utilizaban para dormir.   Siendo superados ampliamente en número, decidieron esperar a la noche y utilizar el subterfugio para acabar con el mayor número de guerreros sin llamar la atención.   Habría sido una noche de pesadilla para Las ascuas...Si hubiesen llegado a ser conscientes de que ocurría.   Como parcas segadoras, Awambe y Saray cruzaron el campamento en la oscuridad de la noche, matando a la mayor parte de los guerreros sin darles oportunidad de siquiera saber que había terminado con sus vidas. Para cuando alguien las descubrio apenas quedaban un par de guerreros, que fueron despachados rápidamente por los despegadores de Walter y Johanes.   El santuario había sido liberado, y Pixel no perdió un momento.   Mientras los cuerpos aún estaban calientes y los spitalianos apenas habían comenzado a examinar a las mujeres cautivas, el cronista accedió a la estructura, invalidando con facilidad el sistema de seguridad que había mantenido la puerta sellada para los primitivos Clanes de la zona durante años. sin mediar palabra se introdujo en el hogar del dios susurrante, cerrando la puerta tras de sí.   No tardó mucho en acceder a los datos de la planta solar y, aunque la mayor parte de los datos estaban corruptos o requerían de mucho más tiempo para ser descifrados, si que encontró información muy útil. La planta suministraba energía a lo que quiera que fueran las ruinas en las que se escondían los distribuidores de la extraña droga. Podría, con facilidad, cortar el suministro desde esta misma estación y.. no solo eso. Estaba seguro de que con una sobrecarga a los sistemas de dichas ruinas, podría activas sus sistemas de seguridad. si estos aún estaban funcionales, podría causar una hecatombe entre los pobladores de dichas ruinas.   No obstante era arriesgado, sin conocer los detalles sobre los sistemas de seguridad podría poner en peligro a su equipo y, más importante, bloquear el acceso a las instalaciones de las ruinas que requerían de la energía que esta estación suministraba. Se quedaría pues como una opción, por si als cosas saliesen muy mal y no quedase otra manera.   Pixel salió de las instalaciones una hora después, poco antes de que Bajan volviese, escoltando a Feneka hasta el santuario. Fue recibido con suspicacia y una batería preguntas sobre que había estado haciendo por parte de Johanes, siendo interrumpidos un poco después con la llegada de Feneka y su escolta al santuario.   Tras colmarles de agradecimientos y bendiciones, Pixel comenzó a explicar a Feneka la "falsedad" de sus creencias en el dios susurrante, no obstante Feneka no tubo la opción de responder a las herejías de su salvador, pues Awambe desvainó su Kopesh preparada para el combate. La perturbación en la onda había vuelto y, esta vez, se acercaba directa a su posición.   Algo había atraído a la criatura y pronto se les echaría encima.

Recompensas otorgadas

  • 9xp:

Personaje(s) con los que ha interactuado

los personajes entablaron contacto amistoso con Feneka lider de los Murmullantes y entablaron combate con el clan Las ascuas.
Campaign
El beso purpura
Protagonists
Awambe Okoro
Fecha del informe
11 Jun 2019
Localización principal
Localización secundaria
Borca Oeste:
Borca oeste
Mapa del Borca oeste

Comentarios

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