Bajan
Trasfondo
El mundo es un lugar inhóspito lleno de injusticia y desesperación, lección que Bajan tardaría en aprender y, como siempre ocurre en éste mundo, la lección sería dura e implacable.
Situado en uno de los valles del Balkan, su pueblo gozaba de cierta protección y así llevaban una vida humilde de granjeros haciendo lo posible por sobrevivir día. Bajan nació en uno de las humildes familias que habitaban el valle y, a pesar de la lucha constante por la supervivencia, vivían en un cierto ambiente de felicidad.
Por supuesto estaban aquellos que no contentos con la vida en el valle se aventuraban al Yermo para encontrar algo de decían sería una vida mejor, entre ellos uno de los amigos de Bajan, Ygor, que se negaba a admitir que lo mejor en su vida fuesen unas cuantas plantaciones y la monotonía de la vida de pueblo.
Así pasaron los años y Bajan comenzaba a ser lo suficiente mayor como para empezar a formar una familia y tener su lugar en el valle. Pero sus planes se vieron truncados por terribles noticias, pues al parecer un grupo de Negros habían cruzado el Mediterráneo y estaban realizando pillajes por toda la zona. Sabiendo que difícilmente podrían huir de las máquinas de los Negros los ancianos del pueblo decidieron intentar hablar con ellos, por supuesto las cosas no salieron bien y lo de antes había sido un pequeño pueblo de granjeros no tardó en convertirse en un infierno. Bajan perdió a su familia en la refriega y los pocos que, como él, consiguieron huir llegaron hasta el siguiente poblado con la esperanza de encontrar un refugio pero éste había caído en manos de unos Apocalípticos que capturaron a todos los refugiados vendiendo la mitad a los Negros para que los dejasen tranquilos y quedándose con la otra mitad para sus propios trabajos forzados. Entre éstos últimos “afortunados” se encontraba Bajan que se resignó a vivir una vida de miseria recordando los felices días del valle. La gota que colmó el vaso fue ver a su antiguo amigo Ygor entre los Apocalípticos repartiendo latigazos a los que, no hace tanto, habían sido sus amigos; algo se rompió dentro de Bajan y un profundo odio nació en él despreciando la burda decadencia que habían corrompido el mundo y jurando en su fuero interna combatirla hasta su último aliento.
Gracias a dos diversos “viajes” a los que les sometían tuvo conocimiento del Protectorado y no tardó en organizar una revuelta para escapar con unos cuantos hacia Justiciano; la oportunidad no tardó en aparecer, y se liberaron de su yugo a sangre y acero, el combate fue encarnizado y signos de él se pueden apreciar en el rostro de Bajan. El pequeño grupo de supervivientes llegó a Justiciano, maltrecho y desamparado buscando ayuda, menos Bajan que fue directamente al grupo de los Jueces para canalizar ese profundo odio que sentía hacia tareas en las que pudiese ayudar a otros; ya era demasiado tarde para su antigua vida pero se encargaría personalmente de erradicar la malicia que emponzoña al mundo a base de justicia y hierro.
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