Nim
La Ciudad de los Cuervos
Nim a tenido muchos nombres. Le han dicho la ciudad de la montaña y el abismo, por su peculiar locación geográfica. Le han dicho la ciudad del progreso, por los diferentes descubrimientos científicos que allí tuvieron lugar. Le han dicho la ciudad de altas torres y oscuros callejones, por su particular arquitectura.
Pero por sobre todo, le han dicho la Ciudad de los Cuervos.
Por alguna razón, que todavía nadie puede entender, la colina en la cual Nim se encuentra está repleta de estas aves negras, desde siempre, y probablemente, para siempre. La cultura local está repleta de iconografía representando a los cuervos, desde el famoso Día del Cuervo, hasta los nombres de los distritos. Sin embargo, debido a recientes eventos, ya nadie la llama por estos nombres. Hoy, se le dice el Cementerio en la Montaña. Una terrible plaga diezmó la población, hace unos años.
Antes de aquello, claro, hay una historia que contar sobre esta gran ciudad. Fue fundada en 1056 por un grupo de científicos de razas mixtas llamados los Centuriones. Estos descubrieron, en las Montañas de Emon, lo que sería el descubrimiento más importante de las Tierras Salvajes: el Sierse, un mineral cargado de energía, más liviano, resistente, y durable que el acero. De este, nació la iniciativa Nim, y el grupo se asentó en el corazón de estas minas, en el paso entre Velheim y lo que será Dwindal, en ese momento Edelen.
De su ingeniosidad, comenzaron a generarse provechos, y todos los migrantes del Oeste paraban, aunque sea un poco, por este puesto, a conocer el mineral, y llevarse artilugios. Entonces, comenzó a crecer. Los Centuriones se volvieron más y más poderosos, amasando influencia y favores, y expandiéndose. Se decía que en ese entonces solo las mentes más inteligentes del mundo tenían permitido entrar en aquel gremio. Se comenzó entonces a construir una ciudad, para sostener aquellas necesidades intelectuales, desde bibliotecas hasta grandes fábricas para soportar la explosión de desarrollo. Las construcciones mismas terminaron volviéndose parte de la experimentación de los Centuriones, que las estiraron lo más posible, hasta que llegaron al cielo, con bases de Sierse. Más tarde, Zephra copiaría este método para elevar aún más sus legendarias torres blancas.
Entonces, Nim se volvió una gran metropolis, favorecida por su posición y por los recursos a su alrededor. Pasaron los años, y hasta los elfos de Tal'Dorei comenzaron a aventurarse en las Tierras Salvajes para conocer aquella Ciudad del Progreso. Entonces, comenzó la Conquista de Tyr. El Conquistador avisó, diciendo antes de comenzar que tomaría todas las tierras debajo y arriba de Zephra, hasta que lo detenga el mar, o la muerte. Al fin y al cabo, lo detuvieron las razas monstruosas de Bor, pero poco se habla de aquello. Apuntó a la luna, y le dio a las estrellas. Al principio, nadie le creyó. Fue cuando marchó al sur después de tomar Virimil que Nim comenzó a preocuparse. No querían que les pase lo mismo que a Icaton. Una cultura entera, completamente desaparecida.
Entonces, se prepararon para impresionar al Conquistador. Repelerían sus ataques, por lo menos por un tiempo, hasta que este entienda que sería mejor no tomar la ciudad, sino que asimilarla. Algunos dicen hoy en día que Tyr nunca tuvo intenciones de ocupar Nim, pero es mentira: la única razón por la que se preservó la cultura y la cantidad de conocimiento en aquel lugar fue gracias a los Centuriones. Tyr no tenía otra voluntad que tomar el sierse para él, llevarlo a Zephra, y destruir a su supuesta competencia, por que sí, muchos decían, en aquella época, que Nim era aún más increíble que La Grande. Las llamaban la Ciudad Blanca y la Ciudad Negra, cuando se ponían en contexto la una con la otra, porque eran rivales.
Los Centuriones, durante los asedios a Nim, se mostraron tan inteligentes, ingeniosos, y efectivos, que cuando Tyr pasó las puertas de la ciudad, y todos se rindieron, aceptó hablar con el gremio de científicos. Estos le hicieron una propuesta: La Ciudad de los Cuervos trabajaría para Zephra, siempre y cuando los Centuriones estén al mando, y no se desarrollaría más, para asentarse confortablemente en la sombra de La Grande, y no intentar sobrepasarla. Tyr aceptó.
Es desde la Conquista que no se construyen más edificios en Nim. Las torres y agujas se mantuvieron donde están hoy desde aquel fatídico día. Pocos siquiera teorizan en qué se hubiera convertido la ciudad si le hubieran permitido seguir expandiéndose. Pero aquello no importaba realmente, los Centuriones siempre se basaron en el descubrimiento; la arquitectura no era más que un pasatiempo. Así fue entonces como Nim sobrevivió la Conquista, y le enseñó muchas cosas de valor al Conquistador. Desde que pasó por la Ciudad de los Cuervos, comenzó a permitirles a las demás culturas y ciudades rendirse y asimilarse en el Imperio primero, que es lo que hizo con la Costa Mercante. Nim marca la mitad de la conquista; todo lo que viene después no es tan barbárico, y mucho más épico.
Así se mantuvieron, durante años, creando artificios cada vez más increíbles. Fue hace poco, en 1306, cuando todo se fue al demonio. Algunos dicen que los Centuriones despertaron un mal antiguo en el fondo de las Minas. Otros dicen que un dios malvado se alzó sobre la ciudad por negarse a tener creencias religiosas. Todos, sin embargo, reconocen que los Cuervos que tanto caracterizaban a la ciudad se volvieron su peor enemigo. Una Plaga se expandió por Nim, y, al saber tanto de Ciencia, los Centuriones se pusieron en cuarentena, para no poner en peligro al Imperio. Nadie supo nada de la ciudad durante dos terribles años.
Eventualmente, en 1308, se abrieron de nuevo las puertas, pero la ciudad del Porgreso se volvió el Cementerio en la Montaña: más de la mitad de la población murió. Algunos dicen que se les puso la piel roja, casi escamosa. Que la fiebre era tan fuerte que morían de deshidratación bajo el calor. Que se quemaban por dentro. Fueron los Cuervos. Aquellas aves contagiaban la enfermedad. Se tuvo que terminar con todos y cada uno de ellos. Los Centuriones, durante esta terrible Plaga, se destruyeron. De sus cenizas, nació el Consistorio, una versión mucho más extrema de estos científicos, que pudo, mediante la fuerza y la tiranía, imponer el orden y terminar con la Plaga.
Se desarrolló entonces, durante un tiempo después de que se abran las puertas, una sociedad bastante reprimida bajo el Cardenal Anders Revil. El Consistorio, sin embargo, no duró mucho, ya que rápidamente se armó una revuelta, traída y liderada por un extraño culto a Tiamat, que lograron, con ayudas externas, derrocar a Anders y tomar el poder.
Hoy en día, Nim cerró nuevamente sus puertas, luego de casi dos años de paz. Pirgus, el mesías, designado líder de la ciudad, declaró la independencia, bajo el pretexto de que fueron los Centuriones los que juraron fidelidad a Tyr, y se encerró nuevamente. Nadie sabe qué tiene planeado el enano, líder del Culto a Tiamat, pero las armadas del Emperador, los escudos dorados, ya se han movilizado. Se preparan para asediar la ciudad, con la voluntad de tomarla para el Imperio nuevamente.
Nadie sabe qué le depara al futuro de Nim.
La Ciudad del Progreso, desde la Plaga, no es más que un Cementerio, y un imán de tragedias y catástrofes. Cambió de gobierno 3 veces en cuatro años. Se a perdido la dirección. Sin embargo, todavía se hace alusiones al regreso de los Centuriones. Se dice que algunos no están de acuerdo con las políticas de Pirgus, y se preparan para, una vez que la ciudad se recomponga, volver a fundar el Gremio de Científicos original.
Su nombre solo se susurra. Se hacen llamar... los Vicarios.
Demographics
La población de Nim está dividida en Distritos, pero no particularmente por raza ni por etnicidad. Desde su creación, se valoró más la ciencia que la religión, y al ser un centro de aprendizaje y de desarrollo tan importante en sus primeros años, es muy diverso. Uno puede encontrar todo tipo de razas, incluso razas monstruosas. Siempre se valoró a la gente por su intelecto, no por sus creencias o raza. Sin embargo, desde que Pirgus asumió el control de la ciudad, se volvió mucho más estricta con la religión. Solo Tiamat puede ser venerada, una diosa prohibida en el Imperio.
Government
Durante gran parte de su existencia, Nim tuvo un gobierno aristocrático llamado los Centuriones, consejo de científicos e intelectuales que decidían cuál sería el curso de acción a tomar. Siempre respondieron al Emperador. Luego de la Plaga de los Cuervos, sin embargo, asumió un grupo más autoritario: El Consistorio. Este se basaba mucho más en un culto al progreso, y un rechazo a la magia. La ciencia se volvió lo más importante, y se decía que esta gobernaba, usando como su Mesías al Cardenal Anders Revil, que tenía autoridad absoluta. Durante los tiempos del Consistorio, se dividió el gobierno en tres ramas: el Sextante Barbado, La Réplica, y la Yegua de Madera. Cada cual tenía su propio deber, y su sector designado.
Desde que Pirgus tomó control de la ciudad, sin embargo, aquello cambió nuevamente. Se perdió el favor de la ciencia, cambiado por un favor divino, entregado por Tiamat.
Infrastructure
La Ciudad del Progreso es impresionante. Sus torres negras rivalizan las de Zephra, y sus grandes distritos están rebosando de increíbles monumentos y construcciones. La Catedral, el edificio de Gobierno de la ciudad, es parecida a un castillo gótico, mientras que la Llave Galvánica, la torre adjunta a la construcción anterior, tiene la forma de un titánico bastión.
Además de estas increíbles estructuras, Nim está dotada de altísimos muros, y unas puertas de Sierse circulares, impenetrables. Cada distrito tiene su magia: el Industrial posee fábricas gigantescas, que rivalizarían algunos pueblos en las afueras; el Comercial tiene plazas y monumentos que son únicos en el mundo; Plumanegra tiene rascacielos delgadísimos que se conectan entre si en lo que algunos llaman el Distrito del Cielo. Por último, el Distrito quemado, Colina Ceniza, poseía antes de la Plaga una gigantesca torre llamada Piel de Cuervo, que colgaba del acantilado. Era el centro del conocimiento más grande de todo el Imperio, más incluso que la gran biblioteca de Zephra.
Guilds and Factions
Hasta ahora, en la historia de Nim, han habido diferentes facciones, que hoy todavía quedan. Los Centuriones, primero que todo, fueron los que más tiempo controlaron la ciudad. Son una organización importante, que pone la ciencia por arriba de las otras disciplinas, y se concentra en el progreso de la tecnología.
De los Centuriones, sin embargo, nació el Consistorio, una versión extremista, que consideraba a la ciencia como algún tipo de dios, y alienaba a todo lo que no valía con aquello. La magia era un tabú para ellos, y encontraron formas de replicarla científicamente.
Por último, nació el Culto de Tiamat, bajo el Consistorio. Este grupo se concentró en el favor de la Diosa Dragón, que bendecía a quienes le rezaban. Tuvieron que esconderse durante mucho tiempo, hasta que se les presentó la oportunidad de tomar el poder. Hoy en día, es este Culto que domina la ciudad.
Sin embargo, todo poder presenta un contrapoder. Y para enfrentarse al culto, algunos comentan la llegada de los verdaderos Centuriones: la facción conocida como los Vicarios, buscando volver Nim a su antigua gloria.
Geography
Nim se encuentra al final de una gran colina, al borde de las montañas de Shast, frente a un precipicio. La cadena montañosa a su alrededor es a veces considerada parte del bloque de montañas de Emon y de Velheim. Sin embargo, se suele denominar como las Colinas de Nim. Un largo río atraviesa la ciudad, originándose en las puntas más altas del Imperio, dividiendo los distritos, y luego abriéndose frente al mar negro para hacerse aún más imponente.
Cuando Tyr vino a la ciudad del Progreso, tuvo muchas dificultades para tomarla, ya que los Centuriones no se dejaron subyugar. Fue gracias a los artificios allí creados que el Conquistador optó por hacer un trato con Nim en vez de saquearla y destruirla: no podía dejar que tanto conocimiento se pierda.
Que vengan... ¡Que vengan! Dejen que los valientes se estrellen contra nuestros muros... Dejen que las armadas del orden se amontonen en nuestras puertas. Dejen que los necios planeen sus ataques... Solo están haciendo nuestro trabajo más fácil. El Fuego de Tiamat los incinerará, y de sus cenizas, podremos cumplir con nuestro cometido. ¡Levántense, súbditos! ¡Hoy, las llamas del infierno vociferan nuestros nombres! ¡No muestren piedad en vuestro camino de destrucción, y hagan que la Madre de los Dragones se regocije en su trono de carbón!
Alternative Name(s)
La Ciudad de la Montaña y el Abismo; La Ciudad del Progreso; La Ciudad del Futuro; El Cementerio en la Colina.
Type
City
Population
> 50 000
Inhabitant Demonym
de Nim
Location under
Owner/Ruler
Owning Organization
Characters in Location
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