Naqalkuyaq-Ilak
Guardián de Huitzotla
Uno de los guardianes del Archipiélago de las Cenizas en la mitología fremen, Naqalkiyaq-Ilak es quien protege la ciudad perdida de Huitzotla.
15 El Caballero, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV44: La Tormenta Eterna
La presencia de Naqalkuyaq-Ilak había permanecido oculta incluso para sus hermanos, los otros guardianes del Archipiélago de las Cenizas. Pero el misterio se resolvió cuando la tripulación del Vientoligero desembarcó en Huitzotla. El cuerpo del dragón se encontraba suspendido dentro de un gran giroscopio, un antiguo artilugio de origen jhoireano. Dicho artilugio mantenía la Tormenta Eterna sobre la isla, ocultandola de cualquer escrutinio, y Naqalkuyaq-Ilak era quien mantenía la tormenta. Cuando el aparato se apagó, su cuerpo se convirtió en cenizas, ya agotado de siglos de extrancción de su Esencia.
La presencia de Naqalkuyaq-Ilak había permanecido oculta incluso para sus hermanos, los otros guardianes del Archipiélago de las Cenizas. Pero el misterio se resolvió cuando la tripulación del Vientoligero desembarcó en Huitzotla. El cuerpo del dragón se encontraba suspendido dentro de un gran giroscopio, un antiguo artilugio de origen jhoireano. Dicho artilugio mantenía la Tormenta Eterna sobre la isla, ocultandola de cualquer escrutinio, y Naqalkuyaq-Ilak era quien mantenía la tormenta. Cuando el aparato se apagó, su cuerpo se convirtió en cenizas, ya agotado de siglos de extrancción de su Esencia.
Mental characteristics
Historia personal
Naqalkiyaq-Ilak es la más misteriosa de los tres guardianes, ya de por sí criaturas de fantasía cuyos nombres se habían olvidado por la mayoría de los fremen. La dragona negra, según la mitología fremen, es la guardiana de la isla de Huitzotla, la fantástica ciudad perdida que es la cuna de la actual civilización fremen. Poco más se sabe, o se recuerda, de ella.
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