Así como el mundo es producto de la asociación, la vida prospera allí donde las cosas se asocian. Esta verdad, tan evidente como simple para aquel que se dedica a observar la naturaleza, nos ha llevado como civilización a sobrepasar los obstáculos más adversos. Desde las epidemias más extensas hasta los desastres naturales más destructivos, no hay nada que no podamos hacer como un cuerpo unido con objetivos en común. Es por ello que las organizaciones en nuestro mundo son fundamentales para comprender la enorme variedad de situaciones sociales, políticas y académicas presentes actualmente. Trataré de reducir las intrincacias diplomáticas cuando no sean fundamentales para el desarrollo o evolución de estos grupos.