El Padre Árbol
Nacido en torno El Corazón de El Éter, El Padre Árbol es un imponente roble que según los relatos conocidos hace palidecer a las montañas en comparación. Padre no solo de toda vida vegetal, es artífice y promotor de la vida en general. Existe cierta controversia en torno a si se le puede atribuir la creación y eterno fluir de las aguas primigenias o si estas son obra del propio Corazón. Lo más probable es que se deba a la aparente relación simbiótica que parecen poseer. Lo que es innegable es su papel fundamental en el constante ciclo de renacimiento de vida natural. Siendo eje inamovible de la sucesión de estaciones, ciclos de reproducción y muerte de la vida.
Aún siendo un paradigma de creación, de la sombra que proyectaba nació El Destructor, el titánico y terrible dragón primigenio.
En tres ocasiones dio El Padre Árbol vida de forma directa:
- En tan solo una ocasión, antes de La Caída de Los Antiguos y la liberación del tiempo y del espacio, sus ramas dieron frutos, de los que nacieron los Elfos, los primeros nacidos. Rindiéndole desde entonces eterna pleitesía y convirtiéndolo en el centro de su filosofía y conocimiento.
- Cuando tuvo lugar La Gran Tormenta de El Este, una de sus ramas se quebró por los terribles vientos que originaron y cuando esta tocó el suelo nació su hija, El Bosque Que Camina.
- Y por último cuando La Corrupción que brotó en La Era de La Sombra se filtró en la tierra, esta encontró sus infinitas raíces, que la absorbieron dando lugar a El Nacimiento Fortuito, haciendo que de sus raíces creciesen grandes setas y de las que nacería los Rheas, los que nacieron corruptos.
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