Mirror

Existió hace un tiempo, una pareja que vivía muy feliz a la orilla del bosque de las hadas. Estaban el uno para el otro, procuraban cada momento disfrutar de cada uno y solo se separaban para cumplir con sus deberes.
Un día una de las hadas del bosque vio como cada uno se miraba. Era tan penetrante la mirada como un rayo de sol penetra los árboles llegando a lo más profundo del bosque, iluminándolo, calentándolo, llenándolo de vida y el hada pensó que ella quería capturar ese rayo de sol, para ella.
Por tanto, el hada decidió tomar un poco del agua del estante mágico, congelarla y construir de esta manera un espejo, que atraparía ese rayo de sol que tenía la pareja en la mirada. Sabía que le llamaban pasión.
El hada busco la oportunidad para darle el espejo al hombre, quien agradeció el gesto del hada. Se vio en el espejo, y pensó que era perfecto para su amada esposa, quien podría ver cada día lo bella que era sin tener que ir hasta el estanque.
El hada se quedó extrañada ya que ella pensó que el espejo capturaría el rayo de sol que emanaba de los ojos de él, pero no sucedió, incluso aunque su mirada era hermosa, ella vio que, en ese momento, la particular mirada que tenía al ver a su esposa no estaba ahí. Pensó que tal vez podría ser ella, la que tenía el rayo en su mirada. Por tanto, decidió seguir al hombre para ver qué pasaba. Ahí estaba ella, esperándolo en el jardín de la casa, y el hada pudo ver el rayo brotar en la mirada de la esposa, esto alegro al hada ya que sabía que pronto podría capturar esa mirada. El esposo beso a su esposa, le susurro cuanto había pensado en ella, y lo feliz que estaba de ya estar nuevamente a su lado, ella se sonrojo y se abrazaron fuertemente. Él tomo el espejo y se lo dio, le dijo que era el regalo de un hada, ella dudo ya que sabía que no todas las hadas eran buenas, él le aseguro que no debía preocuparse, él ya lo había probado y todo estaba bien. Ella entonces decidió usarlo, y efectivamente se pudo ver en el espejo, y nada extraño paso. Por tanto, decidieron colocarlo en la pared donde ambos podrían usarlo.
Una mañana ella se estaba mirando al espejo, en eso llego él, se puso detrás de ella, la abrazo con la pasión que siempre acostumbraba, le beso el cuello, y con su mano acaricio su cabello, volviendo a apretarla contra si mismo y levanto su mirada para verla en el espejo, verse ambos en el espejo, ella se sonrojo, y él no pudo contener su pasión por ella. En ese momento ella desapareció de entre los brazos de él, y para asombro de él, ella estaba dentro del espejo.
Él no sabía que hacer, tomo el espejo y lo llevo rápidamente donde el hada que se lo había dado. Ella tomo el espejo, le dijo que debía revisarlo, y entro en su casa, mientras él esperaba afuera. El hada al verse al espejo la vio a ella, y la odio. En ese momento, el espejo libero el hechizo, convirtiendo al hada en la viva imagen de la esposa.
El hada transformada salió y él al verla la abrazó sin poder contener las lágrimas de felicidad, el horror que sintió de poder perderla había desaparecido. Trato de agradecer al hada, pero el hada convertida en su esposa le dijo que ya le había agradecido por ambos grandemente y que el hada le pidió que se fueran pronto, pues debía seguir con otras diligencias. El volvió a dar las gracias y se fue con su esposa.
Al llegar a casa tomo a su esposa, extrañado de su silencio, de que, aunque era ella, no sentía la conexión de siempre, pensó que era por el trauma y lo mejor era cuidarla, como siempre lo hacía. Pasaron varias semanas de esta manera, el estaba asustado, era como que su vida, hubiera quedado dentro del espejo, aunque ella físicamente estaba ahí junto a él. Decidió volver al bosque y buscar al hada, pero no la encontró, solo al espejo, el cual estaba tirado, lo miro y ni su propio reflejo podía ver.
En eso otra hada, que pasaba por ahí, lo encontró llorando, y le pregunto, que le pasaba, él le conto la historia, al describir al hada, esta se dio cuenta que era el hada de la envidia, y entendió lo que había hecho. El desesperado pregunto que podría hacer para romper ese hechizo. Pero no había manera de romperlo, salvo que el hada quisiera.
El esposo corrió a su casa, y le suplico al hada romper el hechizo, ella le dijo, que romperlo era muy sencillo, solo debía sentir pasión por ella, ella quería ser vista con ese rayo de sol. Él lo intento, pero, aunque era tan hermosa como su esposa, su pasión no despertó. Esto enojo al hada, quien decidió marcharse y dejar al esposo solo con su dolor como venganza.
El esposo todos los días, miraba al espejo, esperando verla ahí, la busco y la busco, hasta la locura, ella nunca se asomó al espejo.