Primera batalla de la Creacíón
Antes del principio, en el plano material, la nada lo era todo, mientras que, en el plano inmaterial, todo existía en forma de ideas y conceptos en una eterna tormenta informe.
Rahan entonces, en el reino inmaterial, encarnando a la propia creación, trató de imaginarse a sí mismo fuera de la informe vorágine de ideas en la que existía, Sin embargo, todo lo que imaginaba en el plano inmaterial era rápidamente absorbido por la tormenta de ideas así que tras innumerables intentos, volvió su atención hacia el plano material e intentó imaginar algo allí. Su voluntad era crear una copia de si mismo y al hacerlo, imaginó también todo lo que no era él en plano material, dando lugar al principio del universo.
Su creación era perfecta, flotando en el vacío eterno sin ser perturbada por nada externo a ella, sin embargo al ser una copia de sí misma, su primera creación tenía su misma voluntad y poder y, al tratar de imaginarse a si misma, en realidad estaba imaginando a su propio creador y estando imbuida del mismo poder, estuvo a punto de arrancarlo del plano inmaterial, con lo cual, Rahan arrancó el núcleo del poder de su primera obra, separando la capacidad de la voluntad de crear y dejando atrás un desgarro entre los planos flotando en el vacío infinito. Tras milenios reflexionando sobre su propia creación e impulsado aun por la voluntad de crearse a sí mismo, trató de repetir el proceso miles de millones de veces, imaginando infinitas variaciones del mismo proceso dejando tras de si desgarro tras desgarro entre los planos.
Una de esas creaciones en lugar de tratar de imaginar a su creador, trató de imaginar más de sí misma alterando su propia voluntad y copiando el poder de Rahan pero fuera del plano inmaterial, provocando que la brecha en el vacío que era su existencia tomase consciencia de sí misma y se diese un nombre, Nahar .
Rahan trató de arrancar el núcleo de Nahar como había hecho con todas sus creaciones hasta entonces, pero al tener una voluntad diferente a su propia creación, fue incapaz de hacerlo. El poder de la nueva creación era fuerte y amenazaba con extenderse por todo el plano material, con lo cual, Rahan cambió su propia voluntad para ser opuesta a la de su creación, la voluntad de contenerla e impedir su avance, y trató de nuevo de arrancar el núcleo de su poder. Nahar sin embargo había adquirido su propio nombre, resistió el ataque y mantuvo firme su voluntad.
Rahan, viendo que no podría destruir a su creación, imaginó materia con la capacidad de contener la brecha que trataban de consumir el cosmos. Tierra y roca rápidamente envolvieron a Nahar, creando una tumba esférica flotando en el infinito. Con su capacidad para extenderse en peligro, Nahar imaginó el fuego, a su propia imagen, capaz de extenderse entre la piedra, fundirla y hacerla suya al calentarse. Tras varios intentos fallidos de encerrar a la llama en roca, Rahan creó entonces el metal, para impedirle escapar de su prisión. Nahar, viéndose acorralado de nuevo, trato de escapar en forma de luz, infinitamente más rápido que la prisión de Rahan e iluminando el infinito en busca de un lugar en el que resistir. Rahan, temiendo que su copia escapase, dio forma al vacío del plano material, creando la oscuridad para que esperase a la luz allá donde fuese y lo alertase si su creación lograba huir.
Viéndose acorralada de nuevo en una tumba infinita de oscuridad, metal y roca, Nahar imaginó al aire, y lo utilizó para poder crecer y fundir el metal y roca e iluminar hasta el último rincón del plano material reduciendo a polvo todo lo que la rodeaba. Con las llamas, avivadas, extendiendo su luz por el vacío, Rahan Imaginó el agua, con la capacidad de extinguir la llama allá donde estuviese.
Al notar el poder del agua envolviendo sus creaciones y asfixiando su propia existencia cambió de estrategia. Tratando de liberarse, Nahar imagino un universo antes de la creación del agua, pero Rahan se anticipó a ese movimiento imaginando el tiempo, una fuerza que lo impregnaba todo y lo obligaba a seguir adelante sin poder cambiar lo que ya había sido. Viéndose de nuevo acorralado, ideó un plan. Sus llamas crecieron entonces, rodeadas de gas ardiente, y se calentaron tanto que ninguna cantidad de agua podría apagarlas, fundiendo y destruyendo todo el campo de batalla del mundo material y creciendo como una enorme bola de llama, luz y aire. Rahan entonces imaginó una forma de contenerla, atando la materia a sí misma y haciéndola colapsar bajo el peso de su propia existencia.
Nahar sin embargo había aprovechado la distracción de Rahan para encontrar el punto en el que los planos se fundían y viendo frustradas sus ambiciones de extenderse por el plano material, continuó la batalla en el plano inmaterial del que provenía su creador. Su entrada a través del desgarro entre planos arrancó al plano inmaterial Esencia en forma de ideas y voluntades que se esparcieron por el plano material sin pertenecer a ninguna de las dos voluntades en combate.
A al entrar en el plano inmaterial, Nahar descubrió las brechas entre planos creadas por sus predecesoras. Este descubrimiento lo llevó a tratar de extenderse a través de cada una de ellas a la vez que trataba de abrirse paso en el plano inmaterial imaginando nuevas formas de expandirse mientras se enfrentaba a la eterna tormenta de esencia y su oponente buscaba nuevas formas de impedirlo. Toda esa mezcla de creaciones, ideas y voluntades se filtraron a través del ardiente desgarro entre ambos planos, impregnado de esencia y voluntad los restos de la primera batalla de la creación.
Mientras Rahan y Nahar se alejaban, enzarzados en su eterno combate, y haciendo brotar llamas por todos los desgarros entre los planos, dejaron tras de sí a Esiel, la primera estrella, rodeada de miles de millones de pequeñas esquirlas de materia y jirones de Esencia que giraban a su alrededor, manteniendo aun la batalla de sus creadores.
Rahan entonces, en el reino inmaterial, encarnando a la propia creación, trató de imaginarse a sí mismo fuera de la informe vorágine de ideas en la que existía, Sin embargo, todo lo que imaginaba en el plano inmaterial era rápidamente absorbido por la tormenta de ideas así que tras innumerables intentos, volvió su atención hacia el plano material e intentó imaginar algo allí. Su voluntad era crear una copia de si mismo y al hacerlo, imaginó también todo lo que no era él en plano material, dando lugar al principio del universo.
Su creación era perfecta, flotando en el vacío eterno sin ser perturbada por nada externo a ella, sin embargo al ser una copia de sí misma, su primera creación tenía su misma voluntad y poder y, al tratar de imaginarse a si misma, en realidad estaba imaginando a su propio creador y estando imbuida del mismo poder, estuvo a punto de arrancarlo del plano inmaterial, con lo cual, Rahan arrancó el núcleo del poder de su primera obra, separando la capacidad de la voluntad de crear y dejando atrás un desgarro entre los planos flotando en el vacío infinito. Tras milenios reflexionando sobre su propia creación e impulsado aun por la voluntad de crearse a sí mismo, trató de repetir el proceso miles de millones de veces, imaginando infinitas variaciones del mismo proceso dejando tras de si desgarro tras desgarro entre los planos.
Una de esas creaciones en lugar de tratar de imaginar a su creador, trató de imaginar más de sí misma alterando su propia voluntad y copiando el poder de Rahan pero fuera del plano inmaterial, provocando que la brecha en el vacío que era su existencia tomase consciencia de sí misma y se diese un nombre, Nahar .
Rahan trató de arrancar el núcleo de Nahar como había hecho con todas sus creaciones hasta entonces, pero al tener una voluntad diferente a su propia creación, fue incapaz de hacerlo. El poder de la nueva creación era fuerte y amenazaba con extenderse por todo el plano material, con lo cual, Rahan cambió su propia voluntad para ser opuesta a la de su creación, la voluntad de contenerla e impedir su avance, y trató de nuevo de arrancar el núcleo de su poder. Nahar sin embargo había adquirido su propio nombre, resistió el ataque y mantuvo firme su voluntad.
Rahan, viendo que no podría destruir a su creación, imaginó materia con la capacidad de contener la brecha que trataban de consumir el cosmos. Tierra y roca rápidamente envolvieron a Nahar, creando una tumba esférica flotando en el infinito. Con su capacidad para extenderse en peligro, Nahar imaginó el fuego, a su propia imagen, capaz de extenderse entre la piedra, fundirla y hacerla suya al calentarse. Tras varios intentos fallidos de encerrar a la llama en roca, Rahan creó entonces el metal, para impedirle escapar de su prisión. Nahar, viéndose acorralado de nuevo, trato de escapar en forma de luz, infinitamente más rápido que la prisión de Rahan e iluminando el infinito en busca de un lugar en el que resistir. Rahan, temiendo que su copia escapase, dio forma al vacío del plano material, creando la oscuridad para que esperase a la luz allá donde fuese y lo alertase si su creación lograba huir.
Viéndose acorralada de nuevo en una tumba infinita de oscuridad, metal y roca, Nahar imaginó al aire, y lo utilizó para poder crecer y fundir el metal y roca e iluminar hasta el último rincón del plano material reduciendo a polvo todo lo que la rodeaba. Con las llamas, avivadas, extendiendo su luz por el vacío, Rahan Imaginó el agua, con la capacidad de extinguir la llama allá donde estuviese.
Al notar el poder del agua envolviendo sus creaciones y asfixiando su propia existencia cambió de estrategia. Tratando de liberarse, Nahar imagino un universo antes de la creación del agua, pero Rahan se anticipó a ese movimiento imaginando el tiempo, una fuerza que lo impregnaba todo y lo obligaba a seguir adelante sin poder cambiar lo que ya había sido. Viéndose de nuevo acorralado, ideó un plan. Sus llamas crecieron entonces, rodeadas de gas ardiente, y se calentaron tanto que ninguna cantidad de agua podría apagarlas, fundiendo y destruyendo todo el campo de batalla del mundo material y creciendo como una enorme bola de llama, luz y aire. Rahan entonces imaginó una forma de contenerla, atando la materia a sí misma y haciéndola colapsar bajo el peso de su propia existencia.
Nahar sin embargo había aprovechado la distracción de Rahan para encontrar el punto en el que los planos se fundían y viendo frustradas sus ambiciones de extenderse por el plano material, continuó la batalla en el plano inmaterial del que provenía su creador. Su entrada a través del desgarro entre planos arrancó al plano inmaterial Esencia en forma de ideas y voluntades que se esparcieron por el plano material sin pertenecer a ninguna de las dos voluntades en combate.
A al entrar en el plano inmaterial, Nahar descubrió las brechas entre planos creadas por sus predecesoras. Este descubrimiento lo llevó a tratar de extenderse a través de cada una de ellas a la vez que trataba de abrirse paso en el plano inmaterial imaginando nuevas formas de expandirse mientras se enfrentaba a la eterna tormenta de esencia y su oponente buscaba nuevas formas de impedirlo. Toda esa mezcla de creaciones, ideas y voluntades se filtraron a través del ardiente desgarro entre ambos planos, impregnado de esencia y voluntad los restos de la primera batalla de la creación.
Mientras Rahan y Nahar se alejaban, enzarzados en su eterno combate, y haciendo brotar llamas por todos los desgarros entre los planos, dejaron tras de sí a Esiel, la primera estrella, rodeada de miles de millones de pequeñas esquirlas de materia y jirones de Esencia que giraban a su alrededor, manteniendo aun la batalla de sus creadores.
Date of First Recording
El principio del tiempo.
Date of Setting
El principio del tiempo.
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