Anna Colveil Character in Rel | World Anvil
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Anna Colveil

Solar Violeta

Artífice de Imágenes Anna J. Colveil (a.k.a. Kalista)

La Artífice conocida como Anna Colveil, nacida en la ciudad de Nim, a tenido experiencias rocosas, para ponerlo de forma simple.   La Gran Ciudad de los Cuervos, como la llaman, siempre fue, previo a esto, la Ciudad del Progreso. Bajo los Centuriones, se desarrollaron más que cualquier otra nación o imperio, por su uso inteligente del sierse como conductor de núcleos eléctricos. En este contexto vivió Anna durante años, hasta que una terrible plaga afligió a la ciudad.   Los Cuervos, que tanto revoloteaban desde siempre alrededor de aquella montaña, se volvieron portadores de la mortífera plaga, y los ciudadanos fueron los primeros en pagar el precio. Muchos dicen que esto fue una maldición, traída por la misma Dama de la Muerte, la Reina de los Cuervos, por haber desafiado el orden de la naturaleza mediante el progreso y las innovaciones de los Centuriones, que permitían extender la vida.   Sea cual fuere la verdadera razón por la que aquella plaga diezmó a la populación de Nim, Anna, hija del mago de la corte de los Centuriones, Lucius Colveil, se encontró a los treinta con que su pueblo tan amado estaba muriendo. Junto a su padre, se dedicaron a intentar encontrar una cura, por más rebuscada que fuere, sin éxito.   En un último intento por recuperar lo que alguna vez fue suyo, Lucius partió de Nim, prometiendo regresar con la solución. Sin embargo, los años pasaron, y el mago nunca regresó. Eventualmente, luego de dos años de intento y de error bajo la terrible plaga, Anna sola, con su madre muy enferma, consiguió un antídoto a base del sierse mismo.   Su madre, muy débil, murió, y con ello, Anna decidió unirse a un nuevo régimen, que controlaría la ciudad para que vuelva a ser lo que alguna vez fue, pues los Centuriones habían fallado en su tarea centenaria. Así nació el Consistorio.   Lucius, en cambio, había muerto. Volvió, sin recuerdos, a Nim, junto con los Pibes, cuando sucedió una gran revuelta que destruyó al Consistorio. Anna fue traicionada ese día por sus colegas, y vio como su padre, que tanto había esperado, moría nuevamente ante sus ojos. Triste, sin nada más que perder, escapó de Nim, buscando una nueva vida.   El tiempo pasó, y la encontró bajo la Indomitable, Shar, quien, venciendo toda oposición, se acervó como la única líder de Johannar, junto con sus Merodeadores. Este grupo persiguió las Máscaras del Destino, que estaban despertando nuevamente, poniéndose en directa competencia con los Pibes.   Eventualmente, pasó lo que tenía que pasar, y en un barco, en medio del mar, Anna se reencontró con los amigos de su padre. En aquel bote, muchas cosas pasaron, pues por un momento, los Merodeadores y los Pibes se unieron para llegar a la Isla de Piedra, perdida dentro del legendario Mar Vacuo.   Cuando el momento llegó, Poncho, el pistolero de los Pibes, convenció a la chica de unírseles, y traicionó a Shar. Una gran confrontación se generó, que terminó frente al mismísimo Edmund Vargas, que guardaba la Máscara de Transmutación. Lamentablemente, los Merodeadores se probaron más hábiles, e Igmar, líder de los Pibes, perdió la vida. Con Edmund Vargas muerto, la isla comenzó a derrumbarse sobre sí misma, y Shar escapó junto con su sirviente más fiel, Revis Alanegra. Derrotados, los Pibes tuvieron que escapar en una balsa, que se destruyó, y se separaron. Anna cayó por un agujero de gusano, y terminó en el plano del Shadowfell, mientras que los Pibes terminaron en el Feywild. La tragedia los separó no solo de lugar, sino de tiempo, pues en la Tierra de los Muertos, todo ocurre siete veces más rápido que en la dimensión material de Rel.   Anna se encontró entonces sola en la peligrosa ciudad de Edunedain, salvada por los locales de demonios terribles. Como humana, sin embargo, era la única: la Ciudad de las Nueve Torres estaba poblada únicamente por los Faldar, ancestros de los Drow, creados por la misma Reina de los Cuervos para cuidar su mundo.   La Artífice tuvo que adaptarse. Esta gente era inmortal, ¿quién era ella en comparación? Su tecnología la fascinó, y rápidamente, mostrando sus habilidades, se volvió un personaje importante para las cortes más altas, trayendo conocimiento de otro planeta. No había forma de regresar a Rel, lamentablemente, pues Edunedain estaba en guerra con los demonios de Slaanesh, que controlaban la única puerta dimensional fuera del plano.   Forzada a trabajar duro para mantener su posición, construyó un traje, con el precioso mineral del Shadowfell, el Mitril. Con este, se podía medir no solo a los Faldar, sino también a los demonios, y por varios años luchó sin reconocimiento de parte de ningún elfo gris, hasta que salvó a un Solar, los mayores guerreros de Edunedain, de una emboscada. Este, quien se volvería su mentor, le dio un lugar en su hermandad de Solares bajo el Rey Vesper Cú Cuthain, el cual, luego de tanto tiempo, Anna aceptó con orgullo.   Mostró su valía por un total de nueve años allí, que no fueron más de uno y algo en Rel, para los Pibes. Eventualmente, sin embargo, Anna se retiró de los Solares, luego de que le dieran una orden que no podía acotar. Para ese momento, llegaron los Pibes al Shadowfell. Anna, ahora con cuarenta y dos, estaba ocupada como para ayudarles, pues debía defender el Bosque de Mitril de los demonios que querían consumirlo, además de los Faldar que querían deforestarlo.   Poncho se encontró en problemas cuando su padre, Skavii, murió por su mano, y su acompañante, Tryn, demostró ser nadie más que Búho, un antiguo enemigo. Anna lo salvó del apriento, y se les unió cuando decidieron escapar del Shadowfell, pues Edunedain había sido perdida ante los mosntruos. Ya no le quedaba nada más allí.   Todo salió mal, a último momento, pues no pudo pasar a Rel por el mismo Slaanesh, que la reemplazó con sus agentes. Fue solamente con un deseo del artefacto de Wabajaack, el Comodín, que pudieron arreglar las cosas y traerla de nuevo. Entonces, la Artífice se encontró con que tenía nuevos problemas, pues una gran guerra perturbaba todo el Imperio.   Ayudó a los Pibes, ahora Paladines del Emperador, a defender Piedragris, la batalla decisiva de la guerra. Por más que la perdieron, todos sobrevivieron, y lograron destruir la alianza entre los elfos y Shar. Con la muerte de Aen Nightborne, Occuleth, líder del consejo de Tal’Dorei y Gran Archibald de los Altos Elfos mandó a todo su ejército a tomar no solo Nim, sino el Imperio para sí. Shar y Eregon, el emperador, debían dejar de pelear y unirse para derrotar al Nightborne.   Esto era imposible, sin embargo, pues la ambición de la Indomitable era… bueno, Indomitable. Anna se retiró a defender Nim de los elfos, mientras Shar desafiaba a un último duelo a los Pibes y al mismo Emperador por el Trono. Es solamente cuando la Señora de la Guerra murió que el Duque Vladimir Eustass se presentó detrás de la armada élfica que asediaba Nim, para destruirlos con sus propias fuerzas.   Anna, feliz por su pueblo tanto como por sus amigos, los Pibes, retornó a Zephra a celebrar la victoria. Allí, Poncho y ella se volvieron una pareja, pues habían pasado por varios infiernos juntos, por guerra y muerte, por dolor y lágrimas. Siete años pasaron desde ese momento. ¿Qué habrá sido de la vida de la Artífice durante ese tiempo? Un gran descanso, sin duda, junto con su compañero de vida.   El Fruto de la Pólvora y la Artífice de Imágenes tendrán su final feliz.   Quizá.

Relationships

Anna Colveil

Lover (Important)

Towards Poncho

5
5

Frank


Poncho

Lover (Vital)

Towards Anna Colveil

5
5

Frank


La Artífice que tocó el sol, para luego quemarse en su brillo.

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NG
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Siblings
Children
Aligned Organization
"La vida de la Solar Kalista es un misterio, pues al llegar a Edunedain, escoltada de los demás Solar, nadie sabia nada de ella, más que era una mortal, y que su vida no valía más que un segundo en el verdadero reloj cósmico. Les probó, durante siete años, lo contrario. Los Faldar tuvieron que callar a la fuerza, pues en tan poco tiempo, hizo más impacto que la mayoría de ellos en una eternidad"

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