Abuela Araña

La Tejedora

También conocida como Nana Anadi, la Abuela Araña comenzó su existencia como sierva de los otros dioses, destinada a tejer el destino y la realidad estuvo una vez satisfecha con su papel de tejedora del destino para los dioses, ya que le daba la capacidad de elaborar los cuentos más grandiosos que jamás se hubieran conocido. Pero cuando contaba una historia tras otra según los caprichos de los otros dioses, éstos no mostraban el debido respeto a la que hacía realidad sus gloriosas y terribles leyendas, tratándola como una sirvienta o una herramienta. La Abuela no tenía paciencia con los egos exagerados, y menos aún con los que se atribuían el trabajo de otros. Elaboraba humillaciones únicas a la medida de cada uno de los dioses, y a medida que se extendían las historias de sus travesuras, tejía su propia divinidad a partir de ellas. Ridiculizó a los dioses mayores mediante travesuras y desórdenes. Robó y copió las llaves de Asmodeo, lo que provocó un caos generalizado, y robó parte del fuego de Sarenrae, extraviando a numerosos seguidores y Abadar aún le guarda rencor desde el Siglo de la Balanza Desequilibrada. Lo que hace que algunos de estos dioses propaguen la prohibición de su culto.
Por muy herido que esté su orgullo, pocos se han atrevido a actuar directamente contra la Abuela Araña. Sola, es lo suficientemente peligrosa, pues dicen que Nana Anadi guarda todos los secretos del mundo en su telaraña. Sin embargo, su hermano Achaekek, la Mantis Roja, es una fuerza que incluso los dioses temen. Aunque trata a su hermana con indiferencia, una vez arremetió contra quien que pretendía hacer daño a la Abuela Araña con una retribución desproporcionada. Ese único acto ha sido más que suficiente
La Abuela Araña es prácticamente desconocida en Avistan. Es tradicionalmente venerada en Garund y entre los anadi, cuyos antepasados guió a través de la oscuridad y hacia la libertad. Los templos rara vez están dedicados a la Abuela Araña. Sus lugares de culto son, en cambio, típicamente escuelas y pequeños santuarios junto al camino o en el hogar, que consisten en una figura de araña, un telar o un objeto tejido. También se pueden encontrar formas de diamante tejidas, con el patrón del símbolo religioso de la Abuela Araña, metidas dentro de los templos de otras deidades, especialmente de las que pertenecen a los Ascendidos, aquellos dioses que fueron mortales en su día
La Abuela Araña hace hincapié en la autosuficiencia, el aprendizaje, la astucia y el cuidado de la familia y la comunidad. Es intolerante con el acoso y la esclavitud y desprecia la jerarquía y los títulos heredados

Áreas de interés: familia, ilusión, historias, crepúsculo, tejido

Edictos: sé hábil e inteligente, piensa por ti mismo, recibe el debido pago por tu trabajo, humilla a los poderosos

Anatema: abusar de alguien sobre el que tienes poder, dañar a alguien que te ha brindado una amabilidad sincera, dejar que un desaire quede sin respuesta, poseer un esclavo