Antes de partir a nuestra primera mision mas alla de Madea, se nos unio un joven draconido, alegre y energetico, resulto tener una fuerza increible en combate, y, como descubririamos con el tiempo, era mucho mas de lo que aparentaba. Aqui compilare su historia, la que me contó y la que hemos ido descubriendo, el incluido.
Su primer recuerdo es despertar en el puerto de Friegen, con los pescadores mirandole y sonriendo al verle despertar.
El tercero de los pescadores del barco que le salvo, habla con unos tipos cubiertos por armaduras metalicas, pulidas y con motivos azules.
Se acercan, le preguntan su nombre y por el amuleto que lleva al cuello. No recuerda que es, solo que es muy preciado para el, tampoco recuerda quien es.
Al parecer es un amuleto de Bahamut, el dios de los dragones metalicos y la justicia.
Como no recuerda su nombre, los pescadores le llaman sardinilla, pasa la tarde y la noche en casa de uno de ellos, corta madera para ayudar como pago por la estancia. Al coger un trozo grande de madera, prepara un golpe con fuerza para partirlo, el hacha atraviesa la madera se clava profundamente en el tocon que usa como base y sin quererlo, parte el mango del hacha. La mujer del pescador y su marido le miran con la boca abierta mientras los dos pequeños hijos se rien de la situacion.
A la mañana siguiente un hombre con motivos de Bahamut en la armadura viene a buscarlo, el Tiefling se presenta, es Hieronicus, un caballero de Bahamut.
Hieronicus
Tras unas breves preguntas a las que en su mayoria Hesset solo puede responde con "no lo recuerdo", el caballero le propone llevarlo al templo de una diosa para que le sanen la mente. El acepta contento, el no recordar su pasado es como una sensacion de picor que no puede rascar en la parte de atras de su cabeza.
Cuando llegan al templo un joven sacerdote les saluda y les acompaña con una bella mujer de cabellera azabache, esta sentada en un trozo de hierba al final del templo, junto a un arbol y un pequeño estanque.
La elfa va cubierta solo con unas sedas, pero todos parecen tenerla gran respeto, ella le pide se tumbe y ponga la cabeza en su regazo, entonces procede a realizar unos gestos graciles y pausados con las manos, trazando unos hilos de luz en el aire. Tras varios y diferentes intentos, se da por vencida, no es capaz de curarle o ver ninguna afliccion en el, lo que sea que le ocurre tendra que encontrar cura en otra parte si es que la hay. Pero al parecer lo que si ha podido ver es que es un buen chico, segun ella.
Tras despedirse, salen del templo, el caballero parece algo triste, esperaba que pudieran ayudarle aqui. Tras pensar unos instantes, le invita a acompañarlo al templo de Bahamut de donde el viene, cerca de Shwenin, al norte de la capital. Si asi lo desea sera acogido por ellos, le enseñaran y ayudaran en lo que puedan.
Hesset acepta con lagrimas en los ojos, en parte por la alegria de algo nuevo y emocionante, en parte por la bondad y el interes por el, que toda esta gente ha demostrado, y se hace prometer a si mismo que hara lo imposible para no defraudarlos y pagar la deuda que tiene con todos ellos.
Comienza a aprender con los caballeros, tanto entrenamiento fisico, como estudios, siendo obvio que se le da mucho mejor lo primero que lo segundo. Al parecer usa tecnicas de esgrima y de combates que los caballeros no conocen. Hasta que un dia, llega un invitado importante, el Heraldo de La Diosa visita el templo de Bahamut y se interesa por el joven. Le acompaña un draconido blanco, un enorme paladin con pinta de fiero que se hace llamar Vayenmniri.
Vayenmniri, Paladin de Bahamut
El paladin le ve entrenar con un muñeco de practicas, y, cuando acaba, le pregunta sobre cual es su clan, o donde ha aprendido esos movimientos. El, como siempre, no lo recuerda.
El paladin se queda unos meses entrenandole y contandole la historia de los draconidos, pese a su apariencia intimidante es bonachon y bueno, al tercer intento de Hesset de pronunciar su nombre le permite que le llame simplemente "Vayen".
A partir de ahi, su vida fue un dia tras otro de estudio, entrenamiento y ... cocina, al parecer, no recordaba como, pero era un buen cocinero, algo que le gustaba tanto como entrenar en combate.
10 años despues de su llegada, "el señor Nyx", como siempre le llama, fue a buscarle y le pidio que se embarcase en una aventura, en parte para ayudar, en parte para que saliera a ver mundo y, quien sabe, quiza recuperase la memoria. Tanto Nyx como los caballeros del templo le confiaron algunos artefactos magicos para protegerle y se despidieron de el deseandole lo mejor. Hesset admite que hubiera llorado por la despedida si no llega a ser por la emocion del momento, conocer gente nueva, lugares nuevos, ayudar a quienes lo necesiten, era algo que le embargaba!
Nyx Silvarron, Heraldo de La Diosa
Y asi le conocimos, con el tiempo ha quedado patente, que, si bien no es el mas brillante a la hora de entender a la gente o lo que le rodea, es un buen chico y posee una fuerza sobrehumana. Su memoria sigue practicamente igual, aunque al parecer en nuestras aventuras ha habido un par de momentos en los que ha recordado pequeños flashes de su pasado. Espero poder estar ahi cuando la gran incognita de quien es y de donde viene (y sus arranques de ira cuando protege a alguien tambien, para que engañarnos) quede resuelta.
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