Ardo de Boarstock
Vizconde de Ferdok Ardo
Mi fiel camarada: Las circunstancias me obligan a recurrir a ti. Como sabes, corren tiempos oscuros. Han pasado muchas cosas en los últimos años y me he visto envuelto en asuntos que solo ahora empiezo a desentrañar. Necesito la ayuda de alguien de fuera, una cara desconocida para mis enemigos. Se que puedo contar contigo. Mi casa está en la plaza de Praios, frente al templo, en Ferdok. Que los dioses te acompañen, Ardo.- Carta de Ardo a los aventureros
Resumen
Gran aventurero y mejor amigo, Ardo de Boarstock siempre está donde le necesitas. Famoso en su juventud por sus alocadas aventuras y sus épicas borracheras, se fue centrando a medida que fue creciendo hasta convertirse en un respetado noble del Reino de Praver, alzándose hasta la posición de Vizconde en Ferdok. Mientras investigaba unos misteriosos asesinatos que tenían lugar en Ferdok, le mataron de la misma manera.
Biografía
Nacido el año 51 dCIB en la ciudad de Boarstock, Ardo fue el tercer hijo de la família Oxblood. Recibió una buena educación desde bien joven, así como un adiestramiento profundo en esgrima, pero pronto descubrió su auténtica pasión: la cerveza rubia de Ferdok. Sus épicas borracheras dieron mucho de que hablar en Boarstock, tanto que cuando cumplió los 20 años su família le hechó.
Renunciando a su nombre familiar, Ardo vagó por el reino de Praver metiéndose en broncas y fiestas por igual. Sus aventuras le acabarían enviando por medio mundo y a rincones insólitos. A los 25 años, Ardo ya era uno de los hombres que más mundo había visto.
Encuentro en el Gran Pantano
En el año 69 dCIB, mientras buscaba a unos mercaderes que se habían aventurado al oeste de Praver hacia el Gran Pantano, Ardo encontró un Elfo del Cielo malherido huyendo de unos hombres lagarto. Sin dudarlo, Ardo alzó su espada y, junto al elfo, derrotaron a los perseguidores. Ardo cuidó del elfo, un mago llamado Yorael, hasta que se curó. Juntos regresaron al reino de Praver y se hicieron amigos.
El Castillo de Oxblood
En el año 70 dCIB, Ardo volvió a su casa en Boarstock. Sin embargo, se encontró con que el Castillo de Oxblood, donde su família habitaba, había sido hechizado por un fantasma y nadie se atrevía a entrar. Ardo estuvo días intentando reclutar aventureros pero todo el mundo estaba demasiado asustado para ayudarle a echar el fantasma.
Pero, un día, un barbudo y farfullón enano llamado Forgrimm llegó a las puertas de Oxblood. Sin miedo a nada y con una hacha a su costado, Ardo y él se adentraron al castillo en busca del fantasma. Aunque nunca lo encontraron, si que encontraron la bodega familiar. Allí, entre vinos y cervezas, empezó una duradera amistad entre los dos.
Batalla de Gareth
En el año 73 dCIB, los orcos lanzaron una incursión en el pueblo de Korra. Un ejército inprovisado salió de Hávena y de Liberta para barrarles el paso en las colinas de Gareth. Ardo y Forgrimm participaron en esa batalla y el enano le salvó la vida a Ardo. En ese momento, Ardo le contrató como guardaespaldas y los dos se volvieron inseparables.
Celebración en Liberta
Después de la Batalla de Gareth, Ardo y Forgrimm celebraron la victoria en la ciudad de Liberta, en una de las juergas que aún se recuerdan hoy en día. En esa fiesta Ardo conoció a una joven elfa llamada Kalia, que aún bebiendo lo mismo que un regimiento entero de soldados seguía sin animarse. Durante unas semanas Ardo y Kalia se hicieron amigos y Ardo consiguió que la elfa dejara atrás su pasado turbulento, lleno de delincuencia y pérdidas. Entonces, Kalia le pidió un favor a Ardo: que llevara el diario de uno de sus antiguos compañeros hacia las Colinas Colindantes y se lo entregase a su família.
Visita a Thorin Roca Negra
El año siguiente, Ardo llegó por fin a las Colinas Colindantes. Mientras Forgrimm aprovechó para reunirse e ir de juerga con unos viejos amigos, Ardo buscó a Thorin, descendiente de Forgrim, compañero aventurero de Kalia. Cuando le encontró le entregó el diario y le contó la suerte que corrió su abuelo. Ambos se hicieron amigos enseguida y Thorin, aunque entristecido, le juró eterna gratitud.
Las Joyas de la Corona
En el año 78 dCIB, Ardo y Forgrimm se habían instalado en Praver. Ardo empezó a labrarse una reputación como noble rápidamente y, debido a su pasado aventurero, decidieron probarle encargándole una sencilla tarea: proteger las Joyas de la Corona.
El mismo día que Ardo y Forgrimm empezaron como guardias de las joyas, como de costumbre, bebieron varias cervezas para celebrarlo. Cuando ya habían perdido la cuenta, un ruído dentro de la cámara los puso en guardia. Entraron con las armas en mano y vieron a un joven de largo pelo oscuro con cara de sorprendido delante del pedestal donde debían estar las Joyas de la Corona.
Después de atizarle, el joven se reveló como Cano y les confesó que deseaba convertirse en el Rey de los Ladrones robando las Joyas de la Corona. Pero cuando entró en la cámara, una ladrona llamada Mora le robó las joyas delante de sus narices y se escabulló.
Durante los próximos dos años, Ardo, Forgrimm y Cano se embarcaron en una aventura para recuperar las joyas a manos de Mora. Por el camino, acabaron desbaratando una conspiración para derrocar a la reina y asesinar al heredero, a parte de ayudar a numerosa gente que se cruzaron con ellos. Por eso, y a pesar de haber fallado como vigilantes, nombraron a Ardo Noble de Ferdok y le otorgaron una hacienda en la ciudad.
El Duelista de Liberta
En el año 85 dCIB, Ardo ya era un noble respetable. Le enviaron en múltiples misiones diplomáticas y una de ellas fue a la ciudad libre de Liberta.
Habiendo tenido éxito en su misión, Ardo se encontraba en una taberna disfrutando de una rubia de Ferdok cuando el joven elfo de los bosques con el que estaba jugando le acusó de hacer trampas a los dados. Se enzarzaron en una pelea de puños y pronto sacaron las espadas. El joven elfo, un bardo borracho llamado Carrick, apostó confiadamente de que si ganaba el combate Ardo le debía pagar una suma desorbitada de dinero. A cambio, si él perdía, dejaría de beber.
Ardo ganó sin problemas a Carrick, quién sufrió una gran lección de humildad. Pero Ardo no lo dejó allí: se dedicó a mostrar al muchacho el correcto comportamiento que debía tener como aventurero y le adiestró en la lucha con la espada. No tardaron en hacerse amigos.
El/la Marinero/a
En el año 94 dCiB, Ardo, Cano y Forgrimm viajaron hacia los lejanos reinos del sur en una serie de misiones diplomáticas. Allí entablaron amistad con una família de mercaderes y se llevaron a Auri, un/a joven de la família comercial, en sus viajes. En uno de ellos fueron atacados por piratas y Ardo consiguió ponerles a salvo. Estuvieron varios días naufragados en una isla desierta hasta que, por fin, fueron rescatados. Desde ese momento Ardo y Auri entablaron amistad y mantuvieron correspondencia de vez en cuando.
El Decapitador
Ya en el año 98 dCIB, Ardo hacía pocas misiones de campo. Decidió sin embargo emprender un viaje hacia el lejano Viham para asegurar que llegara un regalo importante para calmar las relaciones entre el Reino de Praver y el Reino de Viham.
Mientras se encontraba escoltando la caravana, Ardo encontró a un dracónido herido. Los hombres de la caravana le identificaron como "El Decapitador", un dracónido loco que se dedicaba a matar humanos por placer. Cuando el dracónido se percató de su presencia, les atacó preso de una furia ancestral, pero Ardo logró derrotarle.
Ardo se encargó de curar al dracónido y de vencerle un par de veces más, hasta que este accedió a escucharle. Se llamaba Hendal y había visto como los humanos acabaron con todo su pueblo. Ardo pasó las semanas de viaje explicándole cultura humana y enseñándole que el bien y el mal está presente tanto en hombres como en dracónidos o en cualquier raza. Hendal acabó por entender su punto de vista y juró cambiar su estilo de vida. Juntos, Ardo y Hendal limpiaron el nombre del dracónido y partieron caminos con una gran amistad.
Las Lanceras de Ferdok
En el año 103 dCIB, el Rey Evandal de Praver lanzó una incursión al sur de Ferdok para recuperar tierras, pero fue rechazado por numerosas tribus de orcos y gnolls. Ardo y Forgrimm estuvieron en esta batalla y vieron como el Cuerpo de Lanceras de Ferdok en su totalidad se sacrificó para que el Rey y los demás pudieran escapar.
Presintiendo que esa derrota no era normal, Ardo empezó a investigar en Ferdok posibles conexiones con el Señor Oscuro. Temiendo que le estuvieran vigilando, envió cartas a sus viejos amigos que había hecho por el mundo pidiéndoles ayuda.
Muerte
El año siguiente, el 104 dCIB, Ardo finalmente encontró indicios de una conspiración. A medida que investigaba, unos asesinatos de índole ritual tuvieron lugar en Ferdok. Ardo contactó con el Jefe de Guardias Tashman de Ferdok y acordaron quedar en el muelle a medianoche. Sin embargo, el Jefe de Guardias se retrasó y cuando llegó al muelle de Ferdok, Ardo yacía muerto con el corazón arrancado, igual que las otras víctimas.
Los amigos de Ardo llegaron el día siguiente e investigaron el asunto con todas sus ganas. Pronto dieron con una secta de cultistas que arrancaban los corazones a la gente y les hicieron pagar. Sin embargo, el hombre que orquestó todo, el noble Kastan Gamblack, consiguió huir.
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