Ranemiro de Sahagún
Ranemiro nació en Sahagún, cerca del santuario Domnos Sanctos que guardaba las reliquias de los santos Facundo y Primitivo. Cuando todavía era niño, su tío Alfonso, un mozárabe de la nobleza de Toledo, decidió llevarlo a estudiar a la abadía de Montecassino, en la Terra Sancti Benedicti.
Ranemiro tomó los votos de la orden Benedictina y estudió los 73 capítulos de la Regula Sancti Benedicti. Aunque podría haberse quedado en Montecassino, decidió regresar a Iberia para formar parte de un pequeño grupo de religiosos liderados por Máximo y Fromestano que, con la venia del rey de Asturias, Fruela I, estaban erigiendo en Oueto (no lejos de las ruinas romanas de Lucus Asturum) un monasterio dedicado al mártir valenciano san Vicente.
Ranemiro oyó hablar por primera vez de la Orden de Hermes durante su segundo invierno en el ya acabado monasterio de San Vicente, de boca de un noble italiano llamado Oderisio. El caballero, que había pedido refugio de la tormenta, les habló de esa nueva Orden: «formada por mujeres y hombres, e inspirada en las escrituras del santo Bonisagus». Cuando se fue, todos lo tomaron por un loco… Sin embargo, a la semana de su partida, Ranemiro tuvo una revelación mientras dormía: san Benito le habló al oído derecho y le encomendó que cuidara de la nueva Orden para que no cayera en el pecado y estuviera así al servicio de Dios.
Aunque al principio Ranemiro no dio importancia a aquel «sueño», a la semana comenzaron a sangrarle los oídos y a llorarle los ojos, señales que interpretó como un castigo por su desacato. Para solucionarlo, Ranemiro pidió permiso al abad Fromestano para abandonar el monasterio y llevar a cabo su sagrada misión. En seguida supo que había hecho lo correcto, porque al día siguiente sus oídos dejaron de sangrar y su visión dejó de estar enturbiada por las lágrimas.
Antes de salir de la Península, visitó a su tío Alfonso en Toledo y se confesó ante el mismísimo Elipando de Toledo, arzobispo de la ciudad, quien lo confirmó en su tarea. Así, en Santa María de Alfizén, Ranemiro juró llevar a cabo lo que san Benito le había pedido.
Sin muchos indicios, Ranemiro siguió las pocas pistas que había dejado Oderisio y sus pesquisas le llevaron hasta el Piamonte, desde donde llegó a Harco, domus magna de la Casa Mercere (no muy lejos, Flambeau luchaba en los Alpes contra el hechicero Varstus, y en Iberia, Grimoald y los suyos se abrían camino a fuego hacia el sur de la Península). En Harco, Ranemiro fue recibido por uno de los hijos de Mercere, Priamitus, y, tras conversar unos días con él, le franqueó el paso hacia Durenmar, donde fue adiestrado en las Artes y la teoría hermética por el Fundador Guernicus. Al terminar su aprendizaje, Ranemiro regresó a Oviedo, donde comenzó a idear la forma de llevar a cabo su sagrada tarea.
Aunque al principio Ranemiro no dio importancia a aquel «sueño», a la semana comenzaron a sangrarle los oídos y a llorarle los ojos, señales que interpretó como un castigo por su desacato. Para solucionarlo, Ranemiro pidió permiso al abad Fromestano para abandonar el monasterio y llevar a cabo su sagrada misión. En seguida supo que había hecho lo correcto, porque al día siguiente sus oídos dejaron de sangrar y su visión dejó de estar enturbiada por las lágrimas.
Antes de salir de la Península, visitó a su tío Alfonso en Toledo y se confesó ante el mismísimo Elipando de Toledo, arzobispo de la ciudad, quien lo confirmó en su tarea. Así, en Santa María de Alfizén, Ranemiro juró llevar a cabo lo que san Benito le había pedido.
Sin muchos indicios, Ranemiro siguió las pocas pistas que había dejado Oderisio y sus pesquisas le llevaron hasta el Piamonte, desde donde llegó a Harco, domus magna de la Casa Mercere (no muy lejos, Flambeau luchaba en los Alpes contra el hechicero Varstus, y en Iberia, Grimoald y los suyos se abrían camino a fuego hacia el sur de la Península). En Harco, Ranemiro fue recibido por uno de los hijos de Mercere, Priamitus, y, tras conversar unos días con él, le franqueó el paso hacia Durenmar, donde fue adiestrado en las Artes y la teoría hermética por el Fundador Guernicus. Al terminar su aprendizaje, Ranemiro regresó a Oviedo, donde comenzó a idear la forma de llevar a cabo su sagrada tarea.
Etnia
Year of Death
800 AD
Circunstancias de muerte
Ascensión
Lugar de nacimiento
Sahagún
Children
Belief/Deity
Católico
Otras afiliaciones
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