Xilvias la Yegua-Titan
Sin previo aviso, de las cenizas y la roca hirviente que brotaban del mar y el suelo al pie de la Cuenca Negra, se alzó la yegua-titán, ¡Xilvias!
Rompió la tierra bajo sus pezuñas ardientes, relinchando venganza sobre aquellos que frustraron a Dolnis. Nosotros, los Ocho, estábamos divididos y cegados por el humo, el calor y los truenos. De no ser por la gracia de la Madre Triesta Tithis, todo se habría perdido.
Con inquebrantable concentración, Triesta Tithis invocó entonces los antiguos encantamientos inscritos en el Cetro Sagrado que portaba.
La tierra estalló en luz de estrellas, partiendo a Xilvias en dos. Su visita ahora infunde miedo en los corazones de los suyos, no en los nuestros.
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