Dracónidos

El verdadero origen de los dracónidos en Andoria sigue siendo un misterio, envuelto en una gran cantidad de mitos y leyendas. De entre todas estas historias, la más extendida sostiene que Bahamut y Tiamat unidos crearon a los dracónidos mucho antes de su enfrentamiento. Sin embargo, no hay pruebas que confirmen esta creencia. A lo largo de los años, los dracónidos habían vivido en relativo aislamiento, apartados de la mayoría de las razas. Aunque en la actualidad pueden encontrarse en distintos rincones de Andoria, siguen siendo una de las especies menos comunes del continente. Su fisiología varía ligeramente entre individuos, con algunos naciendo con cola y otros sin ella, un rasgo que no define su linaje, pero que en algunos círculos ha dado pie a supersticiones y diferencias culturales.

A diferencia de muchas otras razas, los dracónidos no poseen un reino propio ni un territorio que puedan llamar hogar. En su día, la ciudad-estado de Vorel Ixen fue su mayor bastión, un símbolo de su civilización y su legado. Sin embargo, la caída de esta gran ciudad marcó un antes y un después en su historia. Solo la mitad de sus habitantes sobrevivieron a la catástrofe, y los que lo hicieron se vieron forzados a dispersarse por el mundo. Hoy en día, las comunidades dracónidas son pequeñas y están esparcidas por todo Andoria, sin un enclave donde sean mayoría. A pesar de ello, existen grupos de dracónidos decididos a cambiar su destino. Sueñan con fundar un nuevo hogar, un lugar donde su gente pueda reunirse y su cultura no caiga en el olvido. Para ellos esta era es el inicio de una búsqueda que aún no ha terminado.