Médico de la resistencia de Luncan en Oniris. Q'almy trabajó como curador de su pueblo antes de salir de aventuras.

Q'almy se hizo rápidamente una reputación como sanador en su pueblito en la campiña de Levignon. Allí atendía a los aldeanos y a quienes por alguna razón no podían solicitar los servicios de un sanador mágico. En aquel pueblo, viajeros de todo el mundo recorren sus rutas por los paisajes turísticos y exquisitos vinos de las parras de su comarca.
 
Un viajero en particular, un tal Luncan encantó sus oídos con historias de descubrimiento y aventura. Esto hizo que Q'almy dejara Levignon y emprendiera un viaje de maravillas al lado de su nuevo mentor. En su último viaje hace 5 años, ellos emprenderían una travesía en bote hacia las aguas inexploradas del Mar del Este y llegaron a la Isla de Oniris.
 
Al llegar quedaron maravillados con la ciudad sumergida, las riquezas que se hallaban allí y las novedades tecnológicas encontradas habían convertido a Luncan en un aficionado a ese lugar, obsesionado incluso.
 
Luncan, antes de que su obsesión fuera completa, encargó a Q'almy con la tarea de llevar un cristal rosado misterioso de vuelta a su hija Eliyen en Sokeby (según Luncan le pertenecía a ella). Ella era lo único que le preocupaba de su vida pasada fuera de la ciudad sumergida. Q'almy trató de escapar en el caos de la revolución de Oniris pero un proyectil de metal impacto en el cristal y sus esquirlas fueron incrustadas en el cuerpo del semielfo.
 
Por semanas no pudo moverse y estuvo en las barracas de la resistencia un año completo hasta que logró recuperar su movilidad , llegó a la conclusión de que el cuerpo era solo una extensión de la mente y que si aprendía a proyectar las órdenes, podría recobrar la movilidad de sus miembros y un día lo logró...
 
Al convertirse Luncan en un caudillo contra la tiranía de Leyban en Oniris, Q'almy lo siguió oficiando como médico de la resistencia hasta que, hace un año ya, fue encarcelado como prisionero de guerra.