Pasados sin cierre, Futuros inciertos

Al llegar a Lindale tuvimos que dejar a las capibaras para que descansen, al fin y al cabo el tiempo de caminata desde este lugar a la capital no excedía la media hora a buen paso.
 
En el camino fuimos abordados por el capitán de la guardia élfica de nombre Alorin Moondancer quien demandó entregásemos nuestras armas si queríamos proceder hacia la capital; por lo que nos informó nos enteramos que aquellas mismas criaturas que habían aparecido en Campo Alba la noche anterior también habían tratado de ingresar a Lothladan, lo que los tenía en alerta y no podrían confiar en extranjeros tratando de ingresar armados. Muy a regañadientes, Adhara utilizó su apellido para que se nos otorgara una audiencia con el Capitán Forestal de las fuerzas Lothladienses, el mismo padre a quien habíamos estado tratando de evitar por ya tantos años, Aurius Swiftwind.
 
No puedo decir que esta era la manera en al que quería conocer al padre de la mujer que amo, pero los mendigos no pueden escoger. Entregamos nuestras armas como se demandaba de nosotros y procedimos a la reunión con el Capitán Swiftwind, en esta reunión tanto Adhara como Aurius demostraron que no es solo la edad lo que no avanza con los Elfos, sino que su temperamento no da camino al diálogo. Adhara me presentó como "su pareja" lo que llevó a Aurius a enfurecerse aún más con su hija perdida y rechazar la petición de la hoja que habíamos venido a buscar, sin embargo, conminó al sirviente de la Reina Cuervo a tener una reunión privada con el mismísimo Monarca de Lothladan, Sylvaris Nightshade.
 
Al transcurrir 3 de las horas más cargadas de ansiedad que eh experimentado en mi no tan corta vida, Caellum regresó cargando kilos y kilos de la hoja. Tras felicitarlo por haber conseguido tanto del material decidimos partir lo más pronto posible del lugar así que Adhara se preparó para despedirse de una buena vez de su progenitor mas cuando estaban por levantarse la voz una vez más el cuello Capitán fue atravesado de atrás hacia adelante por una garra puntiaguda, las criaturas del meteorito atacan de nuevo.
 
Al no contar con nuestras armas o métodos de protección con nosotros la batalla se hizo difícil de ganar, mas la rápida velocidad de Adhara, los conjuros de Caellum y la magia de Indra nos sacaron vivos, tras una rauda curación al agonizante Swiftwind este nos dio un salvo conducto para poder pasar por Lothladan sin ser interrumpidos.
En el camino de salida Caellum nos informó que al parecer la Reina Cuervo estaba algo molesta con él por haberse mezclado con los pobladores de Tarnen, que su misión principal era la de la protección de la "sangre vieja" del poblado y que para poder realizar esta labor debía de cuidar de Alina, Indra y en especial de mi; esto no tiene sentido alguno pues yo nací en Fain, solo me asenté en Tarnen hace 22 años atrás.