CdV5: Las Calles de Port Epher

Con el enigma de Bodnivik resuelto, el grupo vuelve a Port Epher a dar parte de los resultados al gobernador: el campamento ha sido arrasado por una fuerza desconocida, y las notas han sido recuperadas.   Con el trato cumplido, Erid Ealdweald hace lo propio y junto a un grupo de nativos comenzaron a trabajar en las reparaciones del Vientoligero. El trabajo tomaría alrededor de una semana.   Con ese tiempo por delante, y a instancias del gobernador, el grupo decide poner sus armas a disposición del pueblo para ordenar las calles, llenas de bandidos en algunos barrios luego de las inundaciones provocadas por la pasada tormenta. El más peligroso de los bandidos es Torai Espadafilada. El elfo se ha hecho fuerte en los barrios orientales junto a sus hombres y se han erigido en una fuerza a tener en cuenta. Con esos antecedentes, la Compañía avanzó hacia los barrios para enfrentarlo...   Y todo iba bien. Lograron reducir a los primeros matones que se encontraron, sin embargo la aparición de su líder complicó las cosas. Torai apareció para parlamentar con el grupo, y sus palabras surtieron efecto en ellos provocando diferencias. Un par de semanas habían pasado desde el naufragio, y el grupo aún no estaba aceitado del todo. Entonces, producto de algunas diferencias dieron la espalda a la cacería dejando a Torai Espadafilada y a los suyos como problema de alguien más.   Volvieron entonces a la playa, a esperar el momento de zarpar...