Huye luna, luna, luna

A bordo del navío de guerra de Joanne, las Causas Perdidas ansiosamente esperan llegar a Tesilia, con más o menos certeza de su éxito en su propósito de alertar a Vehlion entera de la amenaza de los Ravenwoods. La moral es tensa, pero hay tiempo para revelaciones y vuelcos de corazones, especialmente para el arruinado y abrasado director del BPRD. Los sueños que plagaban a las Causas Perdidas finalmente cobran sentido, y Torun se ve envuelta en un pacto paladín para rescatar a Selûne y proteger a Era. Y Valiant, una vez más, ve su paciencia castigada con la ineludible interrupción de Morrigan en la vida de su hermano. Poco a poco, la luna va cediendo al sol, y una extraña fuerza tras el ojo de Lavernika lucha para hacer frente a esa realidad.