El menor de la família Ravenwood y heredero de la mansión
Ravenwood, Michael es un vampiro de tipo sombra.
Hijo biológico de Silas Ravenwood.
Backstory
Michael no tiene recuerdos de su infancia, al menos ninguno que le apetezca recordar. A pesar de que los vampiros suelen ser educados por su hermano inmediatamente mayor (su padre biológico en términos mortales), Silas fue determinado como “inapropiado”, “inadecuado” e “incapaz” y su educación recayó directamente en Padre, quien para aquel entonces ya estaba bastante [spoilers]. Entre algunas de las cosas que Padre hizo por Michael, están obligarlo a presenciar La Caída de Deren, prohibir cualquier interacción con Silas y enseñarle que todo el sufrimiento infligido sobre la familia Ravenwood (incluyendo [spoilers]) es a causa de los mortales, por lo que matarlos no es crueldad sino justicia.
Cuando Padre no pudo seguir con su educación por [spoilers], el cuidado de Michael recayó sobre Caín, quien básicamente lo encerró en la biblioteca de Ravenwood con una sola orden, “lee”. Michael no hizo nada más que leer hasta la edad de su iniciación, primero por miedo, después por placer, finalmente por aburrimiento y para ignorar a Silas, que siempre lo observaba de lejos de forma incomoda. Finalmente, después de leerse la biblioteca de
Ravenwood siete veces, Michael llegó a la edad de su iniciación. Empezó a tener hambre. Como dicta la tradición, fue enviado a su primera caza con ordenes de no volver hasta haber comido y demostrado su lealtad a la familia Ravenwood.
Silas le recomendó ir a
Academia, y Caín estuvo de acuerdo. Siendo un completo inepto en todo lo referido al mundo social, acabo donde todo inepto en todo lo referido al mundo social acaba, en una universidad. Michael ingresó en
Academia para estudiar Historia, estudiar Magia suponía un riesgo que no estaba dispuesto a correr. Al no poder asistir a las clases de día ni querer entremezclarse con humanos por demasiadas razones (que incluían miedo, hambre, desprecio y curiosidad) acabó por prácticamente vivir en la biblioteca, donde estableció amistad con el bibliotecario Albert Safin. Albert Safin era un hombre mayor y demasiado afable como para que Michael le apeteciese comérselo, así que aguantó su hambre un poco más. Albert le ofreció un trabajo en la biblioteca para que tuviese algo que hacer a parte de “leer a oscuras, te quedaras ciego!” y Michael empezó a trabajar para él y su hija, Genya Safin, otra mortal algo más antipática pero paciente y tolerante con sus preguntas de inepto en todo lo referido al mundo social, por lo que aguantó su hambre un poco más.
Michael siguió trabajando para ellos durante unos meses más, ignorando tanto la voz en su cabeza que decía que estaba suspendiendo su iniciación, como el miedo en su corazón que decía que sufriría las consecuencias. Pero no quería que lo despidiesen, para nada quería separarse de las dos únicas personas que, hasta donde alcanzaba su conocimiento, tenían la capacidad de sonreír. Así que aguantó su hambre un poco más.
Una noche como cualquier otra lo intentaron matar. Más o menos.
Trevor Belmont no dejó muy claras sus intenciones cuando lo estampó contra una librería. Antes de que Michael pudiese decir, “hhmm, quizá Padre tiene razón y los mortales son unos idiotas que atacan antes de preguntar” otra mortal intervino, Serene RayOfRage. Serene, detuvo a
Trevor Belmont y le convenció de que no podía matar de la nada a alguien que no había hecho nada, no importa la raza, la familia o la herencia maldita.
Trevor Belmont acabo dándole la razón a Serene, pero amenazó a Michael con que no le sacaría los ojos de encima y que, si alguna vez intentaba matar a alguien, lo quemaría vivo. Michael le pareció un trato justo. Ya hacia bastante que se le habían pasado las ganas de matar a nadie, a pesar de que seguía teniendo hambre.
Trevor Belmont siguió apareciendo de tanto en tanto por la biblioteca, a veces con amenazas, a veces con preguntas sobre vampiros, a veces con preguntas sobre criaturas de la noche en general. A Michael le encantaban las visitas de Trevor porque se estaba distanciando un poco de Genya y Albert porque cada vez le olían más a sangre.
Trevor Belmont olía a lagarto, así que le quitaba el apetito. Pasó el tiempo, Genya empezó a salir con David Kostyk, Albert también le dio trabajo y Michael siguió compartiendo información con
Trevor Belmont sin darse demasiada cuenta de que estaba traicionando a la familia al hacerlo. Con visitas puntuales de Serene, quien se aseguraba de que todo estuviese bien, Michael empezó a jugar con la idea de no volver nunca a
Ravenwood, pero la idea quedó descartada cuando Albert empezó a hablar un día sobre su difunta esposa. Las fechas coincidían, así como su misteriosa desaparición y muerte, Rhys Safin, la difunta madre de Genya y mujer de Albert, era también su madre, la mujer que Silas había matado tras concebirlo a él.
Michael entro en pánico al darse cuenta, por supuesto, pero quien no entró en pánico fue Albert Safin. Siempre lo había sabido, “te pareces a ella”. Michael le intentó explicar que suponía que había pasado años atrás, lo que su familia había hecho y que clase de monstruo era él, a lo que Albert se encogió de hombros, “me alegra conocerte al fin, y me alegra que estes aquí”. Después de un par de crisis existenciales, Michael decidió que no quería ser igual que su familia, dejo de encontrarle el sentido a las enseñanzas de Padre y las ofensas cometidas por los mortales ya no le parecían tan imperdonables, y mucho menos justas. El mismo día que Genya le explicó que finalmente se había prometido con David, Michael le pregunto sobre su madre sin acabar de confesarle que eran hermanastros. Genya le explicó un montón de cosas que Michael siempre recordaría con cariño, muchas cosas, demasiadas cosas, “¿Cuándo murió tu madre?”, “dos años atrás, por qué?”.
Michael no llegó a contestar. Silas no había acabado su iniciación, no había matado a Rhys tras concebirle a él, Genya no era su hermana mayor, era su hermana pequeña. Michael pudo aguantar la idea de que toda su familia fueran monstruos asesinos, le costó aceptarlo, pero pudo asimilarlo, sin embargo, la idea de que Silas no era un monstruo asesino fue demasiado para él y tubo que volver a
Ravenwood para resolver todas sus preguntas. Ravenwood le estaba esperando.
Al no solo haber fallado su iniciación, sino haber congeniado con mortales y haberle pasado información al
BPRD, la familia lo encerró en el sótano de
Ravenwood, una de las pocas celdas de las cuales un vampiro no puede escapar. Cuando Michael ya había perdido la cuenta de cuantos días habían pasado o cuantas palizas le habían dado, Caín lo sacó de la celda diciéndole que tenia una ultima oportunidad para demostrar su lealtad a la familia. En el comedor de
Ravenwood se encontró a Genya, llorando, herida y sin tener la menor idea de lo que estaba pasando. Caín le dijo que acabase la iniciación. Michael no lo hizo, no pudo hacerlo ni quiso hacerlo, era su única forma de acabar con el estúpido ciclo de sufrimiento iniciado por Padre, así que le puso fin. Sabiendo que Genya moriría de una forma u otra, por primera y última vez en su vida Michael mató a un mortal, de forma rápida, indolora y mucho más dolorosa para Michael que para Genya. Caín volvió a encerrarlo en la celda y Michael se contentó con quedarse en ella el resto de la eternidad, le pareció justo.
Durante aún más tiempo, la familia Ravenwood lo dejó olvidado en el sótano porque, aparentemente, la guerra estaba llegando a su final. Una noche cualquiera, o eso es lo que creyó Michael en ese momento, Silas lo sacó de la celda. Le dijo que no volviese a
Ravenwood en su vida y se convirtió en cuervo para desaparecer, esperando que Michael hiciese lo mismo. Michael no lo hizo. Michael caminó como un sonámbulo hasta la biblioteca, ignoró a los pocos vampiros que había en ese momento en
Ravenwood (quienes no pudieron detenerle porque se estaban regenerando) y se sentó en el sillón de Padre. “Esta casa me pertenece ahora, y ninguno de vosotros va a volver a poner un pie en ella nunca más”. Su familia desapareció al instante y Michael se quedó completamente solo. A llorar.
Michael pasó un par de meses solo llorando y destruyendo todas y cada una de las habitaciones de
Ravenwood por rabia, odio y hambre hasta que no pudo aguantar más. El único mortal que conocía era
Trevor Belmont así que se teletransportó un par de veces delante de
Trevor Belmont, nunca suficiente rato como para decirle nada, pero suficiente para guiarlo a Ravenwood.
Trevor Belmont avisó a Serene y entre los dos encontraron la mansión ancestral de los vampiros. Michael los dejó entrar y les pidió que acabaran con el trabajo, que acabaran de forma definitiva con los vampiros, la guerra y con el estúpido ciclo de sufrimiento iniciado por Padre. Les pidió que lo mataran antes de que tuviese demasiada hambre como para no poder controlar sus acciones. No lo hicieron, solo le clavaron una estaca en el corazón.
Durante varios meses,
Trevor Belmont y Selene siguieron apareciendo de tanto en tanto por
Ravenwood, haciéndole compañía a Michael cuando podía controlar su hambre o paralizándole con la estaca cuando no podía. Con el tiempo, Selene tubo que irse de vuelta a
Reino del Alba del Norte del Norte y solo
Trevor Belmont volvía con más frecuencia. Michael acabó aprendiendo a controlar su hambre y paralizarle ya no era necesario, pero
Trevor Belmont seguía volviendo igualmente. Un día
Trevor Belmont volvió con
Era. Le explicó que la habían encontrado en un sótano bajo tierra y que no sabían quién o que era ni que hacer con ella. A Michael le pareció buena idea dejarla allí porque la niña no olía a nada, ni siquiera tenía presencia, así que no le causaba hambre.
Otro día random (porque por si no lo habéis notado a your useless DM no le gusta poner fechas) alguien llamó a la puerta de
Ravenwood cuando
Trevor Belmont no estaba. Michael dejó entrar en su casa a un fantasma esquelético con mascara que no dijo una sola palabra, entró en el salón y empezó a tocar el piano. A Michael le gustó la canción y el fantasma le recordaba a un libro que había leído una vez, así que lo llamo
Erik y le dejó quedarse en Ravenwood porque no parecía tener sangre que pudiese darle hambre. Entre Era,
Erik y las visitas de @Trevor, Michael encontró una razón para aguantar su hambre un poco más. You know the rest.
Hasta el día de hoy, Michael sigue aguantando su hambre un poco más.
NO ME PARECE LO DE LA ESTACA, CANCELADA