Skavii Character in Rel | World Anvil
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Skavii

El Hombre que Vendió su Alma

Jefe Skavii (a.k.a. Humo Gris)

El líder de la Pólvora Amarilla puede parecer insensible, frío, o incluso cruel. Sin embargo, no es más que un mercenario haciendo su trabajo. Su historia no comienza con este grupo de asesinos a sueldo, claro, sino que viene de mucho tiempo atrás, como parte de la Pólvora Negra, mafia del distrito cuatro de Zephra.   Poco se sabe realmente de lo que vivió este hombre. Nació en la Gran Ciudad Blanca, claro, y se crió allí, entre las sucias calles y los altos edificios, en una sociedad que no le daba importancia al sufrimiento de los pobres, y menos de los niños. Como ratilla, aprendió a sobrevivir, o eso se asume, pues durante toda su vida le tuvo mucho afecto a los chicos que le visitaban de tanto en tanto.   Al cabo de unos años, puso un pequeño negocio de artificería e ingeniería, al borde de los distritos tres y cuatro. Desde su niñez hasta este punto, habrá sido un ciudadano común, mundano. Sin embargo, heredó de su antiguo mentor una gran capacidad para las armas, y sobre todo, para construirlas. Se dice que podía incluso rivalizar a los artífices de Nim para cuando tenía veinte años.   Durante mucho tiempo prosperó, hasta que una noche, volviendo a su casa, se encontró con compañía indeseada. Un grupo de matones lo acorralaron en un callejón, diciéndole que una de sus armas había matado a uno de ellos. Skavii no era un guerrero, era un inventor. No podía contra los mafiosos, y estaban sacando cuchillos y bates. Les propuso de unírseles, para salvar su pellejo, así pagaría su deuda, y ellos podrían tomar venganza en los que en verdad mataron a su amigo.   Así fue como un hombre que creció de forma correcta cayó en una vida de crimen. Transportó su taller al sótano de un cabaret, donde construyó armas y artificios para la mafia de la Larry, un infame caudillo. Rápidamente, el grupo dominó el distrito cuatro, principalmente por las pistolas que les proporcionaba Skavii. La mafia tomó entonces el nombre de la Pólvora Negra.   Muchos años pasaron entre ello y el incendio de aquel cabaret, escondido detrás de una taberna. Casi treinta, para ser exactos. En ese tiempo, Skavii solo mejoró su puntería, y creó mejores autómatas, invenciones con mente propia, para asistirle en combate. Inevitablemente, se tuvo que meter en varios de los crímenes de Larry, siempre para salvarle el pellejo. Uno nunca sabrá si al fin y al cabo, terminó disfrutando su tiempo en la Pólvora Negra o no, mismo si en un principio no era su intención meterse en ese círculo.   Su perspectiva comenzó a cambiar cuando un pequeño niño sin nombre, hijo de una de las prostitutas, empezó a visitarle de tanto en tanto en su taller. Larry no quería saber nada de la ratilla, y la echaba cada vez que la veía dentro. Skavii, sin embargo, se compadeció, y le permitió quedarse en uno de sus placares cuando lo buscaban. Solo lo tapaba un poncho, y el artífice terminó llamándolo así.   Eventualmente, también el niño comenzó a ayudar en el taller, y cuando venía el jefe de mafia a echarle, Skavii lo protegía. Larry entonces comenzó a albergar rencor contra el artífice, incluso obligando a Poncho a servir de mozo durante sus juegos de Dédalo nocturnos. Ese fue el principio del Fin para la Pólvora Negra, pues cada vez que el niño dejaba el taller, Skavii trabajaba en una forma para sacarle de allí, para sacarlos a todos de allí.   Pues había comprendido como estuvo viviendo durante las ultimas décadas. Fue solo con el niño, con Poncho jugueteando con su sobrero que entendió lo mucho que había perdido al darse al servicio de estos matones. Vivió por sus creaciones, sí, pero no vivió por nada más. No tardó en contactar anónimamente al capitán de la guardia de los Escudos Dorados y soplarle su ubicación.   Sería a la noche que se aparecería la autoridad, por lo que horas antes, Skavii le entregó a Poncho una pistola y su sombrero, y le dijo que parta. Que escape, y luego, que le busque. El haría lo mismo. Entonces, el artífice comenzó a empacar, frenéticamente, pues el tiempo corría como sangre. Larry no era estúpido, y al entrar en el taller, entendió de inmediato lo que estaba ocurriendo. Pegó un grito de furia antes de llamar a sus matones, pero en un instante, una bala se enterró en su garganta, ahogándolo en las pequeñas escaleras de madera del sótano.   Lo que siguió fue una batalla campal, hasta que finalmente arrivaron los Escudos Dorados. El prostíbulo estaba en llamas, agobiando el callejón de luz del infierno. Skavii no salió de ese sótano, pero tampoco se encontró su cuerpo. De alguna forma, había salido. De alguna forma, escapó. Su recompensa, al ser la única restante de la Pólvora Negra, se duplicó en valor, pero nadie le vio hasta dentro de dos décadas más tarde.   Al principio, cuando el líder de la Pólvora Amarilla fue identificado como Skavii, los Escudos Dorados no podían creerlo. El hombre había estado desaparecido por más de veinte años. Un nuevo grupo de mercenarios, guiados por un humano de más de setenta años? Imposible. Claro, cuando se le vio de nuevo, en toda forma, más letal que nunca, su recompensa se quintuplicó. Previo al Altercado de Nim, por su captura, se propusieron 5000 monedas de oro.   Parece que junto con una chica, Tryn, su pupila, comenzó a reclutar muchos mercenarios, y a mandarlos, con sus invenciones, a los diferentes trabajos que le encomendaban. Con menos de dos años de antigüedad, la Pólvora Amarilla se volvió una fuerza que reconocer. Y entonces, ocurrió el Altercado de Nim. Pirgus le contrató por una amplia suma, y un escuadrón entero de poderosos francotiradores se enfrentaron a las fuerzas del Imperio.   Mismo si la ciudad fue tomada, y Pirgus asesinado, nadie encontró a Skavii ni a su teniente, Tryn. Pasó menos de un mes que se escuchó nuevamente de él. Estaba a la cabeza de tres de los mercenarios más peligrosos del mundo: Goromir, caudillo de la cábala de los Páramos y Jeperok; su teniente, Melek, manos de sable; y finalmente, Feld, el medio-orco de Markett. Juntos, y bajo Humo Gris, como le llaman a Skavii, aceptaron trabajar para Shar en contra del Imperio nuevamente.   Hoy por hoy, su recompensa ronda por las 10 000 monedas de oro, vivo o muerto. Nadie sabe qué le pasa por la cabeza al hombre de las cien armas, una pipa siempre en sus labios. Se volvió fríamente efectivo, y sin duda no es la misma persona ue alguna vez abrió un inocente taller de artificería al borde de los distritos tres y cuatro. Es un veterano, viejo, pero excelente en su trabajo, único incluso.   Qué será cuando deba enfrentarse al niño por el cual cambió su vida.

Relationships

Skavii

Adoptive Father (Vital)

Towards Poncho

5
3

Frank


Poncho

Adoptive Son (Vital)

Towards Skavii

5
5

Honest


Padre adoptivo de Poncho, escapó de Zephra para vivir una vida tranquila. Hoy por hoy, sin embargo, lidera la Pólvora Amarilla, la banda de mercenarios más peligrosa del Imperio.

View Character Profile
Bala negra, bala blanca, águila de humo, capa de plata. Si juraste, debes cumplir. Si tomaste esos años malditos... debes pagar por ellos con una eternidad de servidumbre. No hay vuelta atrás.
Alignment
CN
Birthplace
Zephra, la Grande.
Spouses
Siblings
Children
Gender
Hombre
Eyes
Grises, viejos
Hair
Negro y gris, apagado
Aligned Organization
"Mira Poncho... este es el gatillo, este es el barril, y este es el mango. Tres partes que toda arma debe tener. Muy simple, no? Bueno, acá viene la parte jodida. Cuando las desarmás, tene cuidado de no dejar que el mango se invierta, o que el gatillo no trabe, entendés? Si lo haces así, no va a poder disparar después."

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