General
Navi Runorges es la segunda caballera del Reino Egilia, responde directamente al rey Edelhart Von'Zheim y a
Arzu Filenor, su superior.
Pese a que está en una posición muy elevada en el ejército, la visión que tiene el pueblo sobre ella es negativa, ya que es víctima de una maldición que ha traído muchas desgracias a muchas personas a lo largo del mundo; la Maldición del Caos o la Maldición Inmortal.
Apariencia
Navi es una elfa oscura de cabello negro y ojos carmesí, en el perfil izquierdo de su cara tiene una cicatriz en forma de marca que le baja por el cuello. Siempre que está en público cubre su brazo derecho, pero aunque lo oculte, casi siempre se puede ver un ligero brillo anaranjado cuya intensidad varía como si estuviera respirando.
Historia
Nacimiento e infancia
Navi nació con la Maldición del Caos, maldición que es conocida por todos que tan solo trae desgracia a aquel que la sufre y quienes la rodean. Cuando nació sus padres intentaron matarla, pero con ello descubrieron uno de los muchos efectos de la maldición, la víctima es inmortal.
Su madre se quedó con ella, intentando apartarla de todo el mundo y maltratandola, ya que según ella su padre las abandonó porque ella nació. Navi creció pensando que no había ningún lugar en el mundo para ella, lo único que tenía era a su madre y esta no la quería. Así que huyó lejos de todo, de la gente, de la civilización... Para bien poder vivir en paz o para dejar de traer tanta desgracia.
Fue durante esta época que se encontró con Percival, el Caballero del Alba, quien fue enviado para acabar con un portador de la Maldición del Caos, una niña. Percival no intentó apresar a Navi, en cambio, la intentó tomar de la mano, Navi se echó para atrás, había visto lo que su marca, su mano podía hacer a la gente, les mataba, les convertía en polvo, pero Percival no tenía miedo, lo volvió a intentar y esta vez Navi se dejó y para su sorpresa, Percival actuaba como si no fuera nada, de hecho, sonrió.
"No eres una mala chica," dijo Percival "harán una excepción contigo, demostrarás que mereces vivir".
Con Percival
Desde aquel día Percival la tomó como aprendiz y le enseñó lo necesario para ser una caballera, como combatir, códigos de honor, respeto por la ley, etc. Navi al principio tenía un punto de vista pesimista, tan solo hacía lo que Percival le decía por miedo a que le hicieran algo, pero poco a poco con el pasar de los años Navi empezó a abrirse y a cogerle cariño a Percival a la vez que mejoraba increíblemente en sus habilidades para el combate.
Durante todos estos años Navi estuvo entrenando bajo una norma que Percival le había impuesto "No debes usar nunca tu brazo, tu marca.", cosa que hizo que Percival se impresionara pues incluso peleando con un solo brazo ya era mucho mejor que muchos de los oficiales del ejército de Egilia.
Un día Percival llegó apresurado y le dijo "Ha llegado el momento de que demuestres quien eres y lo que te mereces, pero ten cuidado, la parte dificil llega ahora."
Contra Inmortales
Más gente como ella, portadores de la Maldición del Caos, inmortales, se estaban dirigiendo a la capital del reino, arrasando con todo, había escuchado que los tenían encerrados... ¿Cómo pudieron...?
Percival estaba a las puertas de la capital, junto a muchos soldados más, preparados para recibir a los 3 que habían escapado. Y por fin llegaron, llenos de ira por haber estado encarcelados durante miles de años, mucha gente moriría hoy, de no ser porque Navi se metió a la batalla junto a Percival, sin escudo, sin espada, solo su brazo derecho.
Los soldados estaban confundidos, "¿quién es esta niña? ¡Sacadla de aq-!" el soldado no pudo terminar la frase cuando uno de los inmortales se lanzó al ataque y en cuestión de un segundo estaba enfrente suya. Sin dudar, Navi respondió al ataque y le quitó de encima al maldito. "No debes dejar que nadie muera hoy, Navi." dijo Percival antes de todo esto. Otra promesa más, una dificultad más alta.
Conforme fue avanzando la pelea, Percival vio como esa promesa se estaba convirtiendo en un hecho, ninguno de los soldados había muerto aún, ningún ciudadano, Navi no dejaba pasar a ninguno de los inmortales, no cedía, lo contrario, avanzaba con una fiereza y determinación que Percival rara vez veía.
La lucha fue ardúa, pero por fin terminó, Navi y Percival consiguieron subyugar a los inmortales. "Hoy cambian las cosas, Navi, pase lo que pase estaré contigo." dijo Percival mientras esperaba a que vinieran a llevarse a los inmortales.
El Juicio
"¡Hereje! ¡Blasfemo!" Los miembros de la corte y de las familias nobles gritaban a Percival, quien tenía al lado a una Navi confusa. "Esta niña ha salvado a todos esos soldados. Algunos son incluso vuestros hijos o hijas." dice Percival con una serenidad increíble. Pero nada, continuaban gritandole, a él, al Caballero del Alba, al primer caballero del rey, solo por recomendar a Navi como soldado.
El rey, Vilez Von'Zheim, levantó la mano para que todos callaran, "Percival, entiendo lo que quieres decir, y tienes razón, ha ayudado a salvar a todos esos soldados y puede que incluso la ciudad. Pero sigue siendo una inmortal. Tenemos que llevarla con los demás." Navi miró a Percival, quién había ha empezado a mirar hacia el suelo. "Ya veo..." dijo Percival, la corte, las familias nobles y el rey suspiraron en alivio al unísono. "Entonces renuncio." tras decir eso, Percival clava su espada en el suelo, haciendo temblar el edificio.
Todos se quedaron atónitos, boquiabiertos, ¿Percival? ¿El caballero más poderoso del mundo? ¿Renunciar? "¡N-no puedes hacer eso!" gritó el rey mientras levantaba la mano, "Si, sí que puedo. He roto una promesa, una promesa que le he hecho a una niña. Si no soy capaz de mantener algo así, ¿como puedo hacerme llamar caballero?"
Años Venideros
Durante los próximos años Navi nunca rompió las normas, siempre se alzaba frente a la discriminación de la corte, las familias nobles y muchos de sus compañeros, desde aquel día en el que Percival dio la cara por ella, estuvo con la cabeza bien alta, tanto que superaba las expectativas de muchas personas cada día.
Costó sudor, sangre y muchos años, pero por fin llegó el día en el que Navi consiguió demostrar de lo que estaba hecha, quien era de verdad, Navi Runorges, la Segunda Caballera del Rey, mano derecha de Percival.
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