Auto de Fe

Un Auto de Fe es un evento llevado a cabo por el Sanctum Officium como resultado de una investigación para dar a conocer públicamente una sentencia.
Por su naturaleza, no se dan al final de todas las investigaciones realizadas, ni siquiera en la mayoría, pues lo normal para las actividades del Officium es acabar con la ejecución o el encarcelamiento de los culpables en prisiones inquisitoriales, sin pompa. Sin embargo, en algunas ocasiones resulta útil anunciar que una persona es considerada como Persecutus, para evitar la formación de cultos a su alrededor (o como justificación para ejecutar a quienes lo formen, pues se había anunciado públicamente su culpabilidad), o bien anunciar la ejecución de una figura pública por Sacrilegio para evitar asociaciones con su memoria e indicar a quienes pudieran haber estado asociados con él que tal no es un curso de acción respetable.
En muchos casos se dan en presencia de más de un Inquisidor, con la presencia de almenos un Administrador Legado en los casos más importantes, y van acompañados de procesiones, homilías, lecturas públicas de las acusaciones y las pruebas y, en algunos casos, juicios públicos que acaban con la liberación o con la condena del acusado (o con su ejecución, si así se decreta en el juicio.

Ejecuciones

Como norma general, se busca que las ejecuciones sean lo más rápidas posibles, especialmente para aquellos que solicitaron misericordia al tribunal. En la mayor parte de los casos el acusado es fusilado.
Sin embargo, en ciertos casos donde el Sacrilegio ha sido especialmente patente, estridente, público, o dañino, se pueden llevar a cabo ejecuciones más espectaculares y dolorosas, llegando a la quema pública de los culpables.
Aún así, en muchas ocasiones (aunque vale la pena recordar que no siempre), los culpables son inyectados en secreto con una droga que los mate rápidamente mientras arde el fuego, pasando así a consistir sobre todo en la quema de su cadáver.

Autillo

En ciertos casos, como los manejados por la Ordo Ipsorum, Ordo Infravidentium, o similares, sigue resultando hacer pública la acusación, el juicio, la condena, o la ejecución de alguien a unos pocos, mas no que reciba publicidad o que sea conocido por todo el público. Así, existe la variante del Autillo, el cual es celebrado en privado, con público invitado expresamente, y mantenido bajo secreto.