Demencia milenaria
Los minotauros son una de las razas más longevas del mundo conocido, los registros de su propia raza lo confirman, y los de otros imperios, culturas, e incluso las grandes instituciones de Bardos lo confirman. Se vea donde se vea los minotauros de todas las partes del mundo, de todas las esquinas del globo, de todas las culturas y subculturas viven como mínimo 600 años, incluso algunos 1000 años.
Lo que para nosotros es una eternidad tortuosa no es más que un estornudo para ellos.
Y se puede ver en su cultura, desde su obsesión con la inmortalidad que para nosotros parece tan lejana, y nuestra interpretación de ellos nos dice que ellos están cerca de ella, pero en su propia filosofía se puede ver cómo están igual, si no es que más, miedosos de la muerte y el devenir que nosotros.
La mente del minotauro en sus 600 años de historia puede albergar cantidades de información que solo los mas súper dotados Edekhanes pueden siquiera vislumbrar sin ayuda esotérica, quiérase o no, y esto hasta Ares en su Gran Conquista lo sabía, pues su sequito de sabios siempre fueron Minotauros, capaces de memorizar toda la historia del mundo y sus conocimientos para que se le sean recitados apenas se necesite.
Por lo tanto la mente del minotauro es más diferente que la del resto en temas muy específicos, y su cultura es palpable al hablar de las diferencias que ellos tienen a otras razas. Su cultura es muy impermeable, luego de cientos de años muy pocas características de otras culturas se les han pegado, mientras que la de ellos ha infectado como una epidemia cientos de razas y tribus menores, desde los Bretones hasta los Tusken en ciertos aspectos.
La cantidad de información que pueden almacenar en sus mentes es increíble, y los más sabios de ellos han sabido engrandecer a su nación con meditaciones que con completa honestidad rinden culto a su desdicha y aversión a la muerte por lo acertados y perdurables que son.
Pero el problema aquí comienza cuando esas mentes milenarias, capaces de vivir la historia que nosotros contamos en antiquísimos textos de universidades antiguas, comienza a marchitarse.
La enfermedad mental es universal de todos nosotros, pero una mente diferente, y una cultura diferente conlleva a padecimientos nuevos y terribles. Eh aquí una explicación de los miedos culturales percibidos de los minoicos.
La Demencia Milenaria, o Senilidad Milenaria, aflige a los más sabios y longevos de la raza, muchas veces a partir de los 800 y tan temprano como los 650 incluso para los menos afortunados.
Solo queda pensar desde el punto de vista finito y humano las implicaciones de semejantes bóvedas de conocimiento siendo pérdidas para siempre.
La Demencia Milenaria afecta a los más longevos, causando la pérdida de memoria, la senilidad (obviamente), la lenta perdida de los recuerdos y una regresión a la animalidad casi totémica de los minotauros. Aumenta la irritabilidad, el pensamiento errático, la locura, y finalmente una completa reprogramación de la personalidad hasta ser solamente un animal salvaje que solo quiere asesinar.
Los berserks vikingos encuentran esto digno de admiración, pero para una cultura paciente, calmada y tacita es sumamente asqueroso.
Las milenarias bóvedas del conocimiento comienzan a marchitarse como una rosa sin agua ni sol, se pueden olvidar un día de sus nombres, otro de lo que estaban haciendo en el momento. Comienza con cosas simples también, olvidarse de la función simple de los utensilios de la casa, o de como abrir una puerta incluso.
Parecerá que algo hay mal en ellos, pero no puedes identificar bien que es, pues todos pueden olvidarse de algo simple de vez en cuando, en especial cuando tu mente debe recordar casi a la perfección mil años de historia. Lentamente degenerara en olvidarte historias orales completas, como una pequeña epidemia que come libros y deshace papeles.
La antipatía comenzara a generar angustia, pues estas consienten del proceso, y pronto la tristeza no alcanzara para informarle a nadie cómo te sientes. La ira y la impotencia controlara todos tus movimientos, no podrás hacer nada más que alimentarte e ir al baño, solo por suerte. La humillación será parte normal de tu día a día, y todos verán de primera mano cómo lentamente serás un muerto en vida.
Pronto tus músculos estarán desensibilizados de todo dolor, comenzaras a causarte heridas para ver con lo poco que te queda de conciencia si realmente puedes sentir algo, buscaras algo que te haga sentir vivo, algún recuerdo que dure más que un suspiro.
Pero solo encontraras la nada, a medida que te vuelves un animal más salvaje, oscilando del éxtasis a la agonía.
Por eso la frase “olvídate de mí” es un insulto tan terrible para ellos.
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