Geological / environmental event
El Canis Nigra se adentra en los confines de Icewind Dale en busca de la Tribu del Tigre. Alud les guía hasta el asentamiento de su madre, Bjornhild Solvigsdottir, la reina de la tribu. Tras un viaje largo y momentos tensos consiguen lo que quieren, El Poema de la Dama Nívea. Se ven interrumpidos por un fuerte sonido proveniente de Ten Towns, donde algo parece estar arrasando los asentamientos . . .
El grupo se despide de Max, dejándolo a cargo de Dougan's Hole y pone rumbo al Norte en busca de la tribu del Tigre. Alud Drakken, el Bárbaro Goliath que habían contratado para guiarlos en el Lejano Norte revela que es el heredero de la tribu. Aunque repudia y desprecia ese título, su madre lo ve como una amenaza para su reinado y lo ha exiliado. Una vez a bordo del Colmillo Carmesí, los aventureros retocan y preparan sus provisiones y armamento. La travesía es amena hasta que a medio trayecto Rigel se despierta. La reciben con los brazos abiertos y le dan la bienvenida, pero algo parece no encajar en ella a los ojos de Jaekys. Mirmik, al poder observar a los seres tal y como son ve dos imágenes superpuestas cada vez que vislumbra a la semielfa. Ambos le preguntan abiertamente, pero la paladina rechaza la pregunta. Las miradas y las sospechas continúan el resto del trayecto hasta que el grupo llega a los alrededores del campamento. Una tormenta de nieve y unas temperaturas cada vez más frías se ciñen sobre Icewind Dale, como si el entorno mismo se opusiera a esta aventura. Felwen y Alud trazan un plan y proponen hacer el tramo final a pie, a fin de no ser vistos por los centinelas del campamento. Consiguen escabullirse dentro del asentamiento hasta la tienda de Bjornhild y una vez allí, Alud tiene un reencuentro muy seco con su madre. Los norteños de la tribu rodean al grupo y tras unas negociaciones tensas, consiguen que Bjornhild les de el Poema de la Dama Nívea, el cual sirve como llave para el glaciar en el que se encuentra el último paradero de D'Varic. Alud tiene unas últimas palabras con su madre, recriminándole el trato que tuvo con él y con su padre. La reina, estoica y molesta, deja entrever un fragmento de tristeza para luego dejar ir a los intrusos, los cuales se dirigen al glaciar. Por el camino, Rigel confiesa que tiene algo que contar pero que no está preparada, todavía. Felwen le ofrece su comprensión y le dice que no hay prisa, pero que debería contarlo tarde o temprano. El Canis se reúne para recitar el Poema y con un fuerte y continuo crujido, el hielo macizo se parte en dos y abre paso a una gruta de paredes heladas, que parecen seguir tras una amplia entrada. Aquí, refugiados de la ventisca del exterior, los aventureros deciden tomarse un descanso. Pasado un tiempo, Jaekys le pregunta a Rigel de nuevo y esta comienza su relato. Rigel fue al Norte en busca de su familia, pasó primero por Luskan, donde conoció a un/a changeling llamado Ari. Ambas estuvieron trabajando juntas, explorando Icewind Dale y con el tiempo se hicieron muy amigas. Tras ir al Avernus y volver sin poco más que unas míseras pistas, las dos se dirigieron a Termalaine, donde les habían indicado que había una grieta al Hades, plano controlado por sagas (hags, seres de brujería inmensa y anidados en el mal) y último paradero del padre de Rigel. Al entrar en las minas donde se localizaba la grieta, se vieron asaltadas por infinidad del criaturas y aberraciones del otro plano que habían permeado a este y Rigel le cedió uno de sus pergaminos a Ari como medio de protección. Acto seguido se tiró al vacío y cruzo la grieta. En ese momento, Ari tomó la forma de Rigel y siguió luchando, esperando a que su amiga volviese, pero no lo hizo... Tras conocer la verdad, Jaekys se aleja del grupo con lágrimas en los ojos, intentando comprender la situación, pero vuelve para hablar con Ari y darle la bienvenida formal al Canis Nigra, con la condición de que no vuelva a ocultarles partes de su identidad. La cambiante acepta de buen grado y por un momento se respira alegría en la sala, pero se el ambiente se ve interrumpido abruptamente por un destello de luz y el ruido de una explosión lejana. Algo esta pasando en Ten Towns, algo tan grande que sus consecuencias se pueden apreciar desde el extremo del valle donde se encuentran los aventureros. De repente el glaciar comienza a temblar y la entrada abierta por el poema se resquebraja con cada sacudida. Mirmik toma la decisión de implantar una runa con un artilugio que le había dado Jaekys para poder volver en el futuro sin necesidad de una entrada. Una vez finalizado el ritual, todos se reúnen junto al fórmigo y son teletransportados al spelljammer. Acto seguido informan a todo el personal de su nuevo rumbo y ponen rumbo a Ten Towns. Al dirigirse a los asentamientos escuchan un fuerte sonido mecánico reverberar por todo el valle y ,desde la lejanía, ven con horror e impotencia como el asentamiento de Easthaven desaparece con un haz de luz. Cuando la tormenta los alcanza lo último que pueden ver son tres columnas de humo, correspondientes a tres de los asentamientos que han sido destruidos. La reverberación vuelve a sonar, esta vez mucho más cerca. Al aumentar la velocidad y dar un salto espacial para ganar terreno llegan justo a tiempo para ver como un dragón acorazado en un tipo de mineral sale de entre las ruinas humeantes de Easthaven y se dirige a Caer-Dineval. Los aventureros, curtidos en este tipo de batallas saben que hacer, poniendo rumbo al siguiente asentamiento