Hoy hemos ido a la casa de Isabella, una mansión fastuosa, hay gente de todas las hermandades, elegantes, poderosas...
el salón elegantemente amueblado, suena una música hermosa y nos acercamos a una figura elegante, una hermosa mujer a la que mis compañeros saludan respetuosamente, despacio me inclino hacia esta bella dama que tiene orificios por todo su cuerpo, la saludo cortésmente. Es Isabella...
Un hombre amenaza a Isabella con un cuchillo y me convierto en un monstruo para quitarle el cuchillo de un golpe pero al calmarse la situación el mayordomo Alfred me pide que me vaya de la casa.
Al salir de la casa Archi aparece en mi hombro y siento un dolor profundo que me hacer caer una rodilla en tierra. Mi forma monstruosa desaparece pero noto un dolor profundo en mi costado, veo una herida lacerante y profunda en el costado, con mi runa consigo frenar el sangrado pero el dolor persiste - no conseguiras nada dice Archi - esta envenenada - y tienes 2 días de vida, pero... yo soy tu amigo - Archi se acerca a mi lado y me lame la herida, al momento el dolor desaparece, me miro la herida y no existe ni la cicatriz.