Noble Aquilonio exiliado en tierras desconocidas, de fácil palabra y amable temperamento. Parece dar extrema importancia a mantener su palabra y sus juramentos.
- Age
- 34 años
- Gender
- Male
- Eyes
- Negros
- Hair
- Negros
- Skin Tone/Pigmentation
- Caucasico
- Height
- 1.87m.
- Weight
- 85Kg
Appearance
Physical Description
Tiene un cuerpo tonificado, pero esbelto. Hace ejercicio y se cuida, pero no tiene un aspecto musculoso.
Apparel & Accessories
Suele vestir una armadura pesada, o vestimentas típicas de la nobleza Aquilonia.
Specialized Equipment
Aunque sabe manejarse con las armas, prefiere el dialogo, el acero imposibilita que el contrincante tenga alguna utilidad.
Special abilities
Sabe como hacerse amigo de cualquiera, es persuasivo y sabe como intimidar con las palabras o cuando lo estan engañando.
Mentality
Personal history
El tiempo corrió y cada uno de los dos hermanos se casaron y tuvieron descendencia. Lucio se casó con una noble rural, y nacieron dos niños, Marcus y Publio. Por otro lado, Cayo el padre de Claus, se casó con una noble habituada a la corte llamada Alessia, tenía fama de saber tratar con todo tipo de intrigas y era bastante temida y respetada en algunos círculos. Aunque no se sabe por qué, dejo la corte para casarse con un noble inferior, y tuvieron un solo hijo, Claus.
Durante su infancia, todo iba bien, las familias estaban bastante unidas, y los pequeños herederos de la casa principal se llevaban muy bien con Claus. Pero poco a poco, las cosas fueron cambiando. Cada vez más, Claus influenciaba a sus primos para que empezaran a hacer temeridades, se escabullían de sus vigilantes para ir al rio, al bosque, o simplemente al pueblo. Y en una de esas travesuras, cuando Claus tenía unos ocho años, Marcus, el primogénito y heredero, se ahogó en el rio. Por lo que se cuenta, Claus consoló al pequeño Publio, y volvieron a casa con el cuerpo inerte de Marcus en brazos. Claus asumió la culpa de la escapada al rio y pidió perdón a la familia, solo tenía ocho años, no podían castigarlo. Pero la relación entre ambas familias empezó a deteriorarse. Cada vez se veían menos, cada vez, Publio tenía más guardias y estaba más controlado.
El tiempo siguió corriendo, y nuevas cosas extrañas sucedieron. Una noche, un caballo que no se dejaba montar apareció brutalmente apaleado hasta la muerte, no se escuchó ningún sonido, simplemente se lo encontró destrozado, y como este, muchos otros sucesos, incluso se creía que algunos sirvientes desaparecidos, podrían no haberse ido a pie precisamente.
Las sospechas recayeron de nuevo en Claus, Cayo, su padre, cada vez lo temía más y empezó a adoctrinarlo más severamente. Los golpes con correa empezaron a ser una constante ante la menor falla de modales, protocolo, o de cualquier otra excusa que se tuviera bien a creer. Pero lejos de romperlo, Claus solo se hizo más fuerte. El dolor físico era algo pasajero, no algo perpetuo, y la capacidad del cuerpo humano para sanar era algo fascinante a los ojos del joven que sabía, que los golpes no podían durar demasiado ya que su padre no podía permitirse matarlo. Fue en esos tiempos, que se alejó de su padre y se acercó más a su madre. Alessia, que durante tantos años había estado observando a su hijo, vio que tenía potencial, y poco a poco, empezó a criarlo y a enseñarle el arte de mentir, el arte de que no te mientan, el cómo leer a los demás sin que se dieran cuenta y como hacer que estos hagan lo que quieras que hagan y piensen que es idea suya. Le enseño a manipular como solo unos pocos eran capaces de hacer, y Claus, no la decepcionó.
Cuando cumplió la edad requerida, Alessia lo presentó a la corte de Tarantia, donde dejo una grata impresión debido a sus pulidos modales y a su tono conciliador. Hizo contactos y socios en la corte y en la ciudad, conoció a hermosas doncellas de vida alegre y a nobles de alta cuna, era capaz de relacionarse con los estratos más altos y con los más bajos sin que le supusiera ninguna dificultad, aprendió a comportarse en toda clase de situación, manteniendo siempre el control de esta y llevándola hacia donde él quería que se llevara.
Al cabo de unos pocos años, su pequeño primo Publio, también ya convertido en hombre, fue presentado a la corte. Los guardias de Publio e incluso los de su padre Cayo vigilaban atentamente a Claus, este se mantuvo alejado de Publio porque ya no tenían tanta relación, pero como todos los demás nobles, lo felicitó y le animo a disfrutar de la vida de la capital.
Una de esas nobles, Publio y sus hombres fueron al distrito rojo para disfrutar de los placeres y rebajar las tensiones que suponía vivir en la ciudad. Al volver, cansados y extasiados en igual medida, fueron asaltados por un grupo de ladrones. La cosa se puso difícil para el joven Publio, sus hombres estaban debilitados por el alcohol, y fueron rápidamente superados y eliminados por unos trúhanes que en otra situación no se habrían atrevido a atacarle. Pero cuando todo parecía perdido, Claus y unos pocos hombres lo salvaron de lo que claramente había sido la muerte, o algo peor, la ignominia de ser capturado y de pedir un rescate por su vida.
Tal valiente acción le gano el respeto y la admiración de Publio, quien por siempre hablaría bien de su primo. Y ayudo a volver a reconciliar a las familias. Fue una época de bonanza, las familias se reunieron y los viejos rencores se olvidaron, o eso parecía, pues Cayo, seguía desconfiando de su hijo Claus.
Durante esa época, era común que ocasionalmente estallaran pequeñas disputas fronterizas, y el rey de Aquilonia pidió que cualquier noble que quisiera ayudar, enviara tropas a la frontera para subyugar a los atacantes. Claus fue designado con cien hombres de armas a la frontera nord-este, tarea que asumió con humildad y dedicación. Y así, durante cuatro largos años, Claus aprendió a pelear, a comandar, a vivir como un soldado. No les pedía a los soldados hacer nada que él mismo no hiciera, y no había lujos que Claus no compartiera con sus hombres, se convirtió en su líder y lo siguieron en todas las duras y peligrosas batallas y misiones.
Tras cuatro años de ocasionales escaramuzas y combates, con 24 años, volvió a casa, pero ya no parecía el joven que se había ido. Era un palmo más alto, tenía un cuerpo tonificado y se había vuelto estoico. Des de entonces, ni un solo día olvidó entrenar con la espada y el escudo. Resultaba mucho más cercano con todos, ayudaba al que le pidiera ayuda y cuidaba de sus siervos y sirvientes. Su padre, lo temió aún más, ya que veía que sus hombres respetaban y querían más a su hijo Claus que a su señor. Fue en esa época, en la que el Cayo Baccus, murió en la cama en una noche de lluvia. Aunque puestos a ser sinceros, las malas lenguas dicen que se enfrentó a su hijo, y tras perder, este lo invitó a suicidarse bebiendo un vino especiado y ahorrarse la vergüenza de ver como el nombre de Baccus se ensuciaba debido a sus acciones.
Sea como fuera, des de ese día Claus gobernó la casa, teniendo a su madre Alessia como principal consejera. Entre ambos, crearon una edad dorada para sus tierras y su gente. Quitaron todo tipo de impuesto a los mercaderes, y desviaron parte del comercio de la capital y de las tierras de los señores cercanos hacia sus propias tierras, que, al no estar lejos, se utilizaban de punto de distribución. Generó suficientes ingresos para mejorar la vida de sus siervos ganándose así su lealtad y para mejorar los pertrechos de sus hombres y augmentar las tropas lo suficiente como para ser una amenaza para los nobles cercanos. En apenas dos años, pasó de ser un simple noble rural con conexiones en la corte, a ser el principal candidato de todas las jóvenes Aquilonias en edad casadera, y de entre todas ellas, una hermosa mujer de cabellos azabaches llamada Claudia fue la escogida. Fue un largo cortejo de doce meses que acabó en una opulenta boda, y al cabo de poco tiempo, nacieron los hijos. El mayor fue llamado Cayo, en honor de su padre, y su hija, fue llamada Lucia, en honor a su tío.
El tiempo siguió corriendo, la prosperidad cada vez era mayor, y pese a las intrigas e intentos de la nobleza rural de minar la reputación y las ganancias de la familia, no lo consiguieron jamás. Claus, empezó a ayudar a su tío y a su primo a desarrollar su territorio, el oro fluía constantemente hasta que los demás nobles rurales, frustrados por ver como perdían poder, se alzaron para lanzar una serie de escaramuzas dentro del territorio de los Baccus.
Sin saber cómo, los nobles se enteraron de un viaje que el Marques Lucio y su mujer iban a hacer, y lanzaron un ataque para capturarlos, cuando Claus se enteró, corrió con sus hombres para intentar salvarlos, pero desgraciadamente, no lo consiguió y devolvió los fríos cuerpos a su primo Publio, ahora convertido en Marqués.
Los años siguieron pasando, Publio, convertido en Marques, necesitaba la ayuda de su primo Claus, mucho más ducho en asuntos de la corte o militares, hasta el punto de no saber quién era el señor y quien el vasallo. Se formaron facciones, una que apoyaba a Claus, y otra que pedía que Publio limitara el poder de su primo. Al principio no había grandes enfrentamientos, pero de nuevo, el miedo y el ansia de poder enturbiaron las relaciones entre ambos.
A los 34 años, Claus sufrió lo que a todas luces seria su primera y última derrota. Un sorprendente ataque nocturno que se filtró entre todas las patrullas y llegó a introducirse en la propia casa, durante el cual, Claudia, la mujer de Claus, murió al de una puñalada en el estómago. Nunca nada más se supo de Claus, al parecer, desapareció de Aquilonia.
Al parecer, Claus fue hecho prisionero por su primo Publio, quien junto con otros nobles locales había mandado esa fuerza de incursión. Claus fue hecho prisionero, y fue llevado junto a su hijo Cayo a la presencia de su primo. Curiosamente, en vez de acobardado, entro sonriente, como si la situación le divirtiera. Allí, en frente de su primo y de los otros nobles, con una docena de guardias armados a su alrededor, le pidió a uno de ellos que le sacara las cadenas y le acercara una copa de vino, y el guardia así lo hizo. Ante la sorprendente mirada de todos los nobles reunidos, ningún guardia hizo ademan de detenerlo. Claus, se sentó en una silla, alzó la copa de vino y dijo:
Los nobles, sorprendidos y avergonzados por haber sido manipulados y temerosos de que las amenazas fueran ciertas, se retiraron sin mediar palabra, pero con oscuras miradas en el rostro.
Tras darle una moneda al tabernero, el estigio desapareció, y tres fornidos guerreros vestidos con armadura Aquilonia acompañaron a su compatriota arriba, al abrir la puerta, se podía ver un hombre moreno, vestido con delicadas ropas, disfrutando de una copa de vino y de la vista sobre el rio.
Education
Demuestra unos exquisitos modales nobles. Sabe como comportarse en situaciones sociales.
Employment
"Lord"
Mental Trauma
Ninguno que este dispuesto a contar.
person.sexuality
Heterosexual, con fetiche por las trenzas.
Personality
Motivation
Divertirse.
Quotes & Catchphrases
"Por mitra que no te miento."
Likes & Dislikes
Le gusta el vino, una buena conversación inteligente, y prepararse para lo que sea que pueda venir.
Virtues & Personality perks
Es leal con los suyos, e intentara protegerlos siempre y cuando no lo traicionen.
Vices & Personality flaws
Si se frustra, actúa con demasiada contundencia y violencia.
Hygiene
Siempre va perfectamente afeitado y limpio. Es un noble, no un simple siervo.
The major events and journals in Claus's history, from the beginning to today.
The list of amazing people following the adventures of Claus.
Social
Birthplace
Aquilonia, cerca de la capital.
Current Residence
Mansión del rio.
Contacts & Relations
Tiene contacto estrecho con Sokar, Ziessei, Azoth, Maut y Demostenes.
Conoce a otros exiliados con los que aun no ha podido estrechar lazos.
Religious Views
Es seguidor de Mitra.