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Zlatgar
El Enviado
 
Húmedo, frío e incluso algo de soledad éstos son los primeros recuerdos que Zlatgar tiene en su memoria, pero también recuerda sentir algo previo a eso, algo previo a despertar en el pozo de desove.
Unas voces le llamaban con calor y apremio pero demasiado débilmente para poder oírlas, justo cuando estaba a punto de escucharlas despertó; ese recuerdo aun así permanecería en su memoria y el acompañaría durante todas las noches de su vida.
Lo cierto sobre la vida de Zlatgar es que tampoco era nada fuera de lo ordinario para un saurio de las Islas del Dragón, estaba sobretodo regido por sus instintos de supervivencia como el resto de sus compañeros con la única excepción de algunos eslizones; entre ellos destacaba Sur’ishtor un poderoso chamán que parecía tener una conexión profunda con los escritos ancestrales.
Según pasaba el tiempo algunas cosas comenzaron a separar a Zlatgar del resto de sus hermanos, parecía entender bien a las bestias y al resto de la fauna, bien es cierto, que otros saurios demostraban esta capacidad con algunos gélidos, pero ninguno lo hacía como Zlatgar; donde normalmente se usaba mano dura o incluso feromonas, él parecía conseguirlo de una forma gentil, tratando al resto de seres como su igual y ellos actuaban en reciprocidad.
La caza a veces puede ser errática y peligrosa, hasta el punto de encontrarse uno en el borde de la muerte a manos de las temibles bestias de la jungla; durante un encuentro de su grupo con un poderoso carnosaurio algo llamó la atención de Zlatgar, entre la maleza se encontró una de las crías del carnosaurio malnutrida y parecía maltratada, tenía un aspecto algo diferente a las otras que había visto: sus extremidades eran más largas y potentes, tenía una cresta de un color celeste con el resto del cuerpo siendo de un color azul oscuro y marcado por unas motas doradas, su cola era bastante más fina hacia el final pudiendo hacerla un arma temible, y su cara……su cara parecía tener expresión.
Por supuesto en el momento en el que vio Zlatgar se puso defensiva y arremetió contra él, pero Zlargar no veía furia en sus ojos sino una profunda tristeza, inmediatamente entendió que la pobre cría había sido descastada y en un arranque de instinto puro dejó que la temible criatura le incase la mandíbula en el hombro derecho; el dolor era insoportable pero a Zlatgar le importaba más el dolor del pobre animal y para confortarle le abrazó mientras sentía como su carne era desgarrada; de repente el animal se vio invadido por un sentimiento de ternura que nunca había sentido, en ese momento soltó a Zlatgar que apenas podía tenerse en pie y le llevó con sus compañeros; desde entonces Zlatgar y Xorok han sido inseparables.
Durante varias expediciones lideradas por Sur’ishtor la pareja fue ganando bastante reputación y entonces les tocó explorar las ruinas del desconocido, según decía el eslizón, allí podría encontrar formas de volverse a comunicar con sus líderes de antaño y volver a encontrar un propósito; las palabras del chamán resonaban dentro del saurio y pronto comenzaron a llevarse bastante bien. Saurio y eslizón parecían entenderse el uno al otro a un nivel más profundo que con el resto de sus congéneres, algo que se demostraría durante ésta expedición. Las ruinas tenían las protecciones habituales pero cuando la compañía se introdujo en las cámaras interiores todos quedaron de repente como en un estado de shock tras un breve destello en las bóvedas, solo Zlatgar, Sur’ishtor y Xorok parecían no verse afectados; de pronto un torrente de voces comenzaron a sonar en las mentes de los tres, Sur’ishtor consiguió articular unas leves palabras y las voces fueron calmándose mientras hablaban con ellos……los Slann de otras ciudades les estaban hablando y dando propósito!!! Todo parecía ir sin complicaiones pero sin previo aviso las energías arcanas parecían arremolinarse entorno al chamán y se veía como éste comenzaba a perder el control…….algo dentro de Zlatgar le dijo que debía actuar y por instinto tomó a Xorok y cogió a Sur’ishtor por el brazo, el torbellino de energía pareció repartirse entre los tres y relajarse hasta acabar con un pequeño estallido que les dejó inconscientes.
Al despertar Sur’ishtor tenía en sus manos un extraño cuenco y al mirarse saurio y eslizón ambos notaron una conexión y emitieron la misma palabra: Xholankha; un ancestral olvidado parecía haberse colado en sus mentes.
Gracias al extraño cuenco que actuaba como nexo con otras ciudades templo ya no estaban aislados del mundo; Zlatgar y Sur’ishtor se convirtieron en una extraña pareja de explorados bajo las órdenes de los Slann y acumularon conocimientos perdidos de las islas, muchos de ellos tenían que ver con las otras razas que habitaban el mundo y cómo su despeño podía afectar al plan de los Ancestrales. Todo éste conocimiento sobre nuevas razas les inspiraba a seguir explorando y sobretodo dentro de Zlatgar comenzó a surgir un ardiente deseo de ver el mundo más allá y conocer nuevos parajes algo que nunca había preocupado a ninguno de sus hermanos.
Pronto, bajo estándares de los hombres lagarto, sus deseos parecieron llamar a una respuesta; puesto que delante de la ciudad natal de la pareja mientras se preparaban para su siguiente expedición apareció un enorme pilar de luz.
Todas las defensas de la ciudad se prepararon con Zlatgar, Xorok y Sur’ishtor a la cabeza; pero tan pronto vislumbraron la silueta de dentro del pilar todas las cabezas sin excepción se bajaron, del pilar de luz aparecía Mazdamundi el más poderoso de los slann vivos. Una poderosa voz entró en las cabezas de todos los presentes, los Ancestrales habían hablado era la hora de que los hombres lagarto se abriesen al mundo era la hora de reconectar las redes y así pues comenzaron los viajes del trío más allá de las fronteras que conocían poniendo todos sus conocimientos a prueba.
Tras haber dado algunas pinceladas en fronteras de algunas de las zonas civilizadas del mundo, Sur’ishtor recibió órdenes de ir a Langwald algo importante iba a acontecer allí y ellos eran de los más versados para poder llevar la tarea a cabo; por supuesto, no tardaron en prepararse para el viaje, lo que Zlatgar compartió con Sur’ishtor más tarde es que la noche anterior había tenido un sueño con el nombre de ésa misma ciudad junto a otro nombre……. Xholankha.

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