Akhmon

Dios de las Arenas y el Trigo

Akhmon es el dios de las Arenas y el Trigo del Culto de las Arenas. Tiene muchos adoradores en Farán, pero en el resto del mundo es prácticamente desconocido.
Se le considera un dios alejado y azaroso, impredecible, y que sólo a través de rituales muy concretos otorga sus bendiciones a los creyentes.
Al mismo tiempo, se le considera misericordioso y amoroso, pues sólo su piedad y curiosidad permite que la vida exista.

Dominios divinos

Akhmon está asociado con la arena, el trigo, y el cambio. Por tanto, sus adoradores creen que los movimientos de la arena dependen de su voluntad.
Además, creen que la comida y su cultivo depende completamente de sus deseos y su bendición, asociando al trigo vivo sobre todo como un alimento concedido por su piedad.

Metas divinas y aspiraciones

Según el Culto de las Arenas, los objetivos de Akhmon son observar y proteger al mundo. Las arenas son su dominio, y cuanto más se extiendan, más influencia puede tener.

Mental characteristics

Historia personal

De acuerdo con las enseñanzas del Culto de las Arenas, antes de cualquier cosa existía el akhmon, las arenas. Tras incontables eras, el Dios de las Arenas nació de ellas. El Dios joven vio que las arenas y él eran uno, y por tanto se nombró Akhmon.
Akhmon pasó un tiempo incalculable observando el akhmon. El dios se forjó un cuerpo con las mismas arenas para poder verlas mejor, tocarlas, olerlas, y sentirlas en todos los aspectos. Al ver la arena pasar entre sus manos, sus labios y su cuerpo, comprendió todo pero quiso más.
Akhmon aprendió que podía cambiar las arenas, y sus movimientos dieron lugar al viento, su tacto al calor, su mirada a la luz. Cuando aplastaba la arena, esta se volvía líquida, y daba lugar al agua. Cada acción de Akhmon hizo nacer un aspecto de la existencia.
Y entre su juego joven, algo surgió de las arenas. Akhmon pudo ver otras cosas que de su calor y sus actos también se movían. Akhmon vió la vida surgir. Observó a la vida, y todos sus cambios. Sintió alegría y pesar, pues la vida era mucha y cambiante, pero también efímera. La vida moría cuando miraba a los ojos de Akhmon.
En su compasión, decidió cerrar uno de sus ojos todos los días, y mantener siempre otro medio abierto, para que la vida pudiese florecer pero sin dejar de verlo. Estos son el Sol, y la Luna.
Y como él surgió, un mundo también lo hizo bajo la vida. Aún hoy, Akhmon observa desde el cielo. Su calor alimenta a la vida, y su compasión permite que continue.

Relevancia

2/10

Clasificación divina

Dios

Religions

• Culto de las Arenas

Especie

Dioses

Iglesia o culto

Culto de las Arenas

Otros nombres

Dios de las Arenas, Dios del Trigo, el Cálido, el Primero

• Secretos y spoilers

Show spoiler

El dios Akhmon no existe. El culto de las Arenas desconoce esto en general, y sólo unos pocos en los cargos elevados comprende que, en realidad, lo que manipulan es el maná sin ninguna intervención.
Los dioses del Revelacionismo existen y son estos los que responden a los ruegos del culto de las Arenas. Solo unos pocos altos cargos del culto de las Arenas conocen este hecho, que no puede revelarse jamás o podría destruir todo su país.