Asalto a la familia Lohene

Life, Trauma/ Loss

Ross Lohene había estado trabajando por varios años en una investigación privada sobre una de las corporaciones más grandes del mundo. La corporación Soulton, operando bajo el nombre de Rayborn, había iniciado negocios en la ciudad en apariencia legales, posicionando medicinas y productos de la salud en el mercado local, sin embargo, el crecimiento fue muy acelerado para que alguien no se alertara por sus procedimientos.
Además, operaban con la anuencia del gobierno.


Ross fue advertido que dejara la investigación en paz y que si lo hacía, obtendría un puesto dentro de Rayborn que haría que su familia nunca tuviera que pasar necesidades. Nada de la información que tenía podría ser pública o de otra manera, la demanda sería multimillonaria.

Ross Lohene había estado trabajando por varios años en una investigación privada sobre una de las corporaciones más grandes del mundo. La corporación Soulton, operando bajo el nombre de Rayborn, había iniciado negocios en la ciudad en apariencia legales, posicionando medicinas y productos de la salud en el mercado local, sin embargo, el crecimiento fue muy acelerado para que alguien no se alertara por sus procedimientos.
Además, operaban con la anuencia del gobierno.
Ross fue advertido que dejara la investigación en paz y que si lo hacía, obtendría un puesto dentro de Rayborn que haría que su familia nunca tuviera que pasar necesidades. Nada de la información que tenía podría ser pública o de otra manera, la demanda sería multimillonaria.
Sin embargo, Ross se dio cuenta que la información que él y su equipo recopilaron, serviría de base para acabar a la familia y que las querellas y demandas serían demasiadas, al punto que sería muy difícil reponerlos, al menos dentro de Shura.
Si tenían éxito en su país, podrían extenderse a ciudades menos grandes e incluso, al mismo Juuban.

Y así, una mañana de invierno de 4552, cuatro autos negros con vidrios tintados estacionaron en el jardín de la casa Lohene, de donde bajaron tres personas armadas; entre ellos Touya Naoki quien mientras sus hombres se dedicaban a torturar a la familia (Ross, Merle y Hylia), se dedicó a buscar y destruir cualquier rastro de información que pudiera perjudicar a los Soulton.
Tomaron como rehén a Hylia y se dirigieron a destruir el dojo de Merle y las oficinas donde Ross mantenía su bufete.

Ese mismo día, los asociados y asistentes del bufete de abogados también desaparecieron.

La policía encubrió los crímenes como un robo mayor y la alcaldía reforzó la seguridad en las calles unas semanas hasta que los rumores fueron acallados.