Terra

Viela (a.k.a. Terra Strom)

La chica conocida como Terra Strum (la palabra élfica para Terremoto) es bastante enigmática. Pareció unirse a los Pibes luego de haber escuchado de sus hazañas, y al probarse útil tanto como poderosa, los acompañó en varias aventuras. Principalmente, en la Incursión a la Pesadilla, una balada ahora cantada por varios bardos por todo el Imperio. Con tan solo dieciséis años, se ofreció para acompañarlos también al asedio de Nim. Luego de esto, sin embargo, desapareció, y no se la ha visto nuevamente. No se sabe mucho de Terra antes de sus encuentros con los Pibes. Es una medio elfo, lo que la hace ya bastante particular en los ojos de muchos. Sin embargo, no origina ni de Tal'Dorei, ni de Ki, las dos comunidades más importantes de elfos. Nadie sabe con certeza, pero se escucharon historias de una niña muy peligrosa en las Sierras Pantanosas de Ryd, en Virimil, que parece coincidir con la descripción de Terra. La llamaron la Bruja del Lodo, el demonio de Ryd. En aquellos pantanos, pocas comunidades encuentran su lugar, ya que son páramos muy peligrosos. Quienes sí, están regidos por estrictas reglas y pocas libertades. La historia de la Bruja del Lodo, ya sea Terra o no, comienza en uno de estos pequeños pueblos. No se sabe con exactitud cual, ya que desapareció de la faz de la tierra. Se dice que una nativa del mismo asentamiento, con extraños poderes para controlar la tierra, hundió las casas bajo el barro, siguiendo las órdenes de un hombre alto, de extraña complexión, cargando pesadas cadenas. Algunos especulan que el hombre de las cadenas era el famoso Demonio de Ojos Violetas. No terminan de ponerse de acuerdo si él es el verdadero culpable o no. Su corrupción, llevada a través de sus cadenas, lo habría traído supuestamente a este pequeño pueblo en busca de un arma antigua. En vez de buscarla personalmente, atrajo y manipuló a la poderosa niña, primero por información, pero, al aprender que el arma había sido robada de allí hace tiempo, decidió usar su carisma para desquitarse con aquel pueblo de tierra. Poco a poco, la niña bruja comenzó a escuchar las cadenas, cada vez más cerca, en su pelo, en su nuca, en su cuerpo. Se sintió vulnerable. No podía hacer otra cosa que seguir sus mandamientos. Ella, quien era considerada sagrada para el pueblo por sus habilidades, fue la responsable de la tragedia. Su bendición fue tornada en un arma contra su gente, solo por el divertimiento del demonio de ojos violetas. Cuando el hecho fue realizado, las cadenas se despegaron de los huesos de la niña, y aquella bruja reparó en sus crímenes, volviéndose loca. Su carcasa, sin alma, sigue vagando por los pantanos de Ryd, buscando hundir en el lodo todo lo que le recuerda a su antiguo hogar. Al hombre de las cadenas, no se lo volvió a ver, partiendo tan rápido como arribó, con una risa macabra y un tintineo metálico. No muchos coinciden en alinear a la inocente y heroica Terra con el demonio de Ryd, pero, Quien sabe? A veces, las flores más bellas poseen las espinas más grandes. Además, sus habilidades con la tierra son dignas de leyenda. Cuantos más pueden decir lo mismo? Quiero matarlo, Gambino. Por eso vine con ustedes. Sé cuanto lo odias. Hagámoslo juntos. Que pague por sus crímenes.