Esmeralda Character in Rel | World Anvil
BUILD YOUR OWN WORLD Like what you see? Become the Master of your own Universe!

Remove these ads. Join the Worldbuilders Guild

Esmeralda

Aspecto de la Compasión

Yasha de la Vida, Esmeralda (a.k.a. La Soñadora)

La historia de Esmeralda es extensa, mayor a cualquier otra, pues fue su muerte la que dividió para siempre a la orden de los Yashas.   Nunca se olvidaría a la compasiva Madre, portadora de la naturaleza. Bahamut, o por lo menos su consciencia, la creó a la imagen de Melora, replicando su amor por la vida y su buen juicio, para balancear la impulsividad de Plata, que más tarde se pondría el nombre Eustass.   Oro, el más viejo, y el primero en nacer, sería el guía. Luego, Esmeralda, la segunda, mantendría entre ellos la función sentimental de su deber, pues proteger a los mortales con instrumentos de guerra no llevaría a nada más que conflicto. Se le dio maestría sobre los bellos sueños, para luchar contra las pesadillas de Tzeench. Se le dio maestría sobre la vida, para florecer los bosques de Melora en su ausencia. Se le dio maestría sobre la paz, para que sea una emisaria en tiempos de guerra.   Se cuentan historias de como Vyserion Nightborne e Ymir Un-Ojo fueron visitados por una ángel de viridán, brillante en los verdes de la vida. Fue gracias a ella que llegaron a un acuerdo, y se terminó la Guerra de los Dos Imperios, el primer conflicto entre razas de la historia de Rel luego de la Calamidad. Sin embargo, nadie pudo detener al grupo extremista de elfos que asesinó a Yimir, que protegió a Vyserion en aquel encuentro de paz.   Muchos enanos nunca dejaron ir su odio por los elfos, ya que siempre pensaron que el grupo extremista no fue más que una excusa para asesinar a un paragón. Esmeralda, por su lado, también lo vio como su primer fracaso. Había detenido la guerra, pero dejó sembrar las semillas de la próxima, mucho más grande en escala, mucho más peligrosa en números. Oro, dragón de los cielos, le dijo que ella había hecho todo lo posible por los mortales. El deber de un Yasha, al fin y al cabo, es aconsejar, no intervenir.   Plata y Cobre, mientras, comenzaron a regir durante los siglos con sus tareas de forma óptima. El Yasha de la Tierra protegió razas enteras, refugiadas dentro de las cuevas más profundas, de los horrores del Underdark. El Yasha de los Mares, en cambio, se ocupó de traer orden al dominio de Calgar, derrotando a las criaturas que tanto caos creaban, venenos de Cütul en los océanos, como los Kraken, o incluso los Leviatanes.   La Yasha de la Vida, Esmeralda, se mantuvo a raya. Interviniendo solo cuando era necesario, mostró el camino a la paz para muchos, mientras protegía con su poder a los indefensos. Cuando los orcos de los Páramos buscaron destruir el legendario Talón de los Aarackocra, Esmeralda se postró frente a ellos, creando un bosque tan denso alrededor de la montaña que solo alas podrían permitirte llegar hasta la punta, pues los árboles eran innavegables.   Así, intervino en varias injusticias, guiada por Oro, como por sus compañeros. Pasaron los siglos, y cada vez, los Yashas, pastores de los mortales, se volvieron más y más como ellos. Adquirieron emociones, como el amor, la pasión, pero también la envidia, el odio. Esto lo descubrieron Plata y Esmeralda cuando lucharon contra el terrorífico León de Nemea, una creación del mismo Alquimista que escapó de uno de sus laboratorios escondidos. Se dice que su descendencia fueron las mantícoras, que para siempre odiaron a los Yashas.   Al derrotar a la bestia, Esmeralda comprendió lo mucho que aborrecía perder a Plata, y este último comprendió lo difícil que sería vivir sin ella. Juntos, descubrieron el amor, a cuesta de Cobre, que también, en secreto, albergaba los mismos sentimientos por la Yasha de la vida. Amor, tanto como envidia, fueron lo que eventualmente llevaría al fin de la Orden.   Durante siglos, los dragones cumplieron con su tarea sin rechistar. Se dieron cuenta que estaban disfrutando de la felicidad que nunca se les otorgó. Estar feliz, claro, viene a cuesta de poder estar triste. Y Cobre estaba triste. Sufría cada vez que los veía juntos. No podía explicarse por qué, pero lo hacía.   Por el año 1100, cuando los Dwindal y otras familias comenzaron a pasar del Este al Oeste, que los Yashas perdieron contacto con los dioses. Antes, era difícil hablar con ellos, pues la barrera de Xoth era muy poderosa, pero ahora, se había vuelto imposible. Se sintieron abandonados, pues ya no llevaban la voluntad de quienes mantenían el orden cósmico. Oro, preocupado, viajó al Mar Astral, intentado comunicar nuevamente con ellos. Este fue el primer error.   Desde el Dimensión Elemental de Fuego, apareció, luego de incubar durante miles de años, el primer Vyksha, Shast, aprovechó la ausencia de Oro para entrar a Rel. Cuando Esmeralda y Plata llamaron a Cobre para ayudarles, este los ignoró al principio, pues sus celos se volvieron inconmensurables. Así fue como Shast derrotó primero a los dos amantes, que tuvieron que escapar, volando al Sur, al Talón, donde Esmeralda había creado aquel bosque imperecedero. Allí, se escondieron durante un tiempo, con el Tirano buscándolos.   Eventualmente, el fuego de Tiamat quemó por completo el legendario bosque, y Plata protegió del fuego a Esmeralda, hiriéndose de gravedad en el proceso. Fue entonces, y a último momento, que Oro, junto con Cobre, aparecieron. Ocurrió la batalla de los siglos. Vyksha contra Yashas, Bahamut contra Tiamat. Claro, Plata se encontraba tan herido, que poco pudo hacer.   Shast, odio en sus ojos, comenzó a absorber el aire, tragar las nubes, apagar el cielo. El Sol se tapó con sus alas, y su pecho se infló con las llamas del infierno. Plata se abalanzó contra él, intentando detenerlo, pero estaba herido. No iba a llegar. Entonces, Esmeralda voló entre el fuego y su amado.   Luego de eso, el Vyksha, también muy herido, se retiró, pero no sin antes haber derrotado por completo a los Yashas. Incluso mató a uno. El cadáver de Esmeralda yacía sin vida cuando Plata se abalanzó contra Cobre por no haber estado presente. Comenzaron a pelear, pero Oro los separó, su voz más profunda que el cielo. El Yasha de los Mares gritó de odio. Dónde estaban los dioses ahora?   Tomó el cadáver de su amada, y desapareció bajo las mareas.   Fueron eventualmente Tyr y los Invencibles quienes derrotaron a la criatura, pues Cobre y Oro, en sus formas humanas, les pidieron ayuda. Así fue como se consolidó el Imperio Dwindaliano, con la ayuda de Brook Allion y Charilus, el Itinerante. Luego de eso, los Yashas terminaron de separarse, pues Plata nunca volvió a hablar con ellos. Brook se volvió el Conde Magistral, y ayudó a Tyr como recompensa por derrotar al Dragón Tirano, prometiendo ver a su descendencia florecer.   Charilus, en cambio, volvió a sus deberes, y nunca los abandonó, concentrándose en la anomalía que cortó su comunicación con los Dioses. La llegada de Shast, la perdida del contacto con los Titanes, el silencio de Zedekiah... todo debía estar conectado. Algo muy poderoso había despertado, o, incluso, regresado del más allá. Es entonces que siguió las pistas hasta el misterioso Barón Ganth, que buscaba unos objetos de gran poder... llamados las máscaras del Destino.   Por su cuenta, la conciencia de Esmeralda quedó atrapada dentro de su forma humana, una bella mujer en atuendos verdes. Vladimir Eustass, que se volvería el Duque de Altamar, tomó su lugar en Bahía Blanca, y dedicó su vida a encontrar una forma de traerla de vuelta. Escondió sus intenciones bajo fuertes promesas y apatía, pero nunca lo olvidó. En un ataúd, en los cuartos más escondidos del Palacio de Cristal, yacía el cadáver de Esmeralda.   Vladimir, o Plata, comenzó poco a poco a perder esas emociones positivas que había sentido, solo quedándose con el rencor que tanto definía a los mortales. Hizo cosas horribles en nombre de su amada. Hizo cosas horribles con ella, incluso. Nunca supo que la consciencia de la dragona nunca había dejado su cuerpo. Lo sintió todo, cada crimen, cada lágrima, cada promesa.   Culminó cuando, luego de fallar nuevamente en su búsqueda, Plata, frustrado y con odio en sus ojos, se abalanzó al ataúd. Esmeralda, que ya lo había visto volverse algo odioso, lleno de rencor y dolor, algo que ella nunca conoció; fue victima de aquella frustración. Algo que nunca olvidaría. Algo que la separaría para siempre de su amado.   Vladimir Eustass la violó, y ella no pudo hacer nada al respecto.   Meses después, el Duque se aterró de encontrar un huevo dentro del ataúd, y una lágrima en la cara de Esmeralda. Desde entonces, no paró de pedir perdón. De arrepentirse. Sin embargo, su corazón se había vuelto nada más que piedra. Solo recordaba aquella emoción. Y el recuerdo siempre es peor que el sentimiento. Cuando le entregó a su amada la Máscara de Ilusión, que antes había estado en lo más profundo de Duregar, la conciencia de Esmeralda fue reanimada.   Sin embargo, nunca se lo hizo saber. Nunca le mostró el amor que el tanto deseaba. Pues ya no había afecto. Solo rencor. Solo odio. Nada seria igual.   Es cuando, eventualmente, los Pibes derrotaron a Eustass, que Esmeralda, reanimada por las Aguas de la Juventud, se levantó de su ataúd. Avanzó por los pasillos del Palacio de Cristal, llena de melancolía por un pasado perdido, y llegó a la puerta de la última torre, donde Akkadian, su hijo, dormía. Tocó la puerta, y cuando le abrió, lo mató, antes de terminar con su propia vida.   Los Pibes, al acecho, la trajeron de vuelta, a ella tanto como al niño, pero, a falta de saber qué hacer, dejaron su cuerpo inconsciente dentro del Globo Terráqueo, que la detuvo en el tiempo. Ahora, los Yashas no son más que una sombra de su antigua grandeza. Charilus en una lámpara, Brook en una calavera, Eustass en una espada, y Esmeralda en un globo terráqueo.   Qué deparará al futuro de estos seres inmortales?

La Última Yasha, protectora de la vida, sufrió a tal punto que decidió terminar con todo.

View Character Profile
La Dragona Verde se interpuso entre aquellas llamas y su amado, pues conectados desde su nacimiento, estaban destinados a vivir juntos. El Dragón Dorado le gritó que se aparte, pues no podría resistir el golpe; pero ella se mantuvo allí. Su cuerpo, chamuscado, cayó de lo más alto del Talón, a las peligrosas aguas de la Expensa.
Alignment
CN
Children
Gender
Mujer
"En Materia de Yashas, Esmeralda, o la Dragona Verde, representaba la maternidad, la protección, y la compasión. Su muerte a manos de Shast fue sin duda lo que destruyó la Órden de los Yashas, Brook y Eustass culpándose el uno al otro por el accidente. Charilus fue quien pudo separarlos, y desde entonces, cada cual comenzó su nueva vida."
Qué quedó, eh? de nosotros.   Sigo esperando que este mundo muestre sus verdaderos colores.   Lo que vi en las profundidades de mi ser,   Lo que vi en los ojos de mi amado.   Lo que vi en tantos bárbaros y asesinos.   Me dejaron en la oscuridad. Me dejaron, cuando yo hice todo por ellos.   La traición duele cuando viene de quien menos te lo esperas.   Es culpa de ustedes, mortales.   Es culpa de ustedes, dioses.   Es culpa de todos.   Qué debería proteger?   Un mundo así no merece ser salvado.   Merece quemarse en las llamas que me incineraron.   Oro me diría que un deber es un deber.   Yo le respondo, cuánto vale un deber,   Si por él debemos perderlo todo?

Remove these ads. Join the Worldbuilders Guild

Comments

Please Login in order to comment!