Almirante Cornelius Beck Character in Rel | World Anvil
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Almirante Cornelius Beck

Mano Derecha del Archibal

Almirante Cornelius Beck (a.k.a. La Serpiente de Humo)

Cornelius Beck, nacido en Zil'Gutare, del otro lado de Melesade, en la isla de Tal'Dorei, siempre fue ambicioso. Se dice que partió del pequeño pueblo cuando tenía quince años a penas, lo cual, para un elfo, es inconcebible, pues la educación formal básica de cualquiera dura hasta los treinta. Se cuenta que, solo, dio la vuelta a la única cordillera de la isla, atravesando el peligroso bosque, para llegar a la gran ciudad de Melesade, donde encontraría más oportunidades.   Rumores hablan de su familia, en Zil'Gutare, y de como desaparecieron misteriosamente días antes de que Beck empiece su viaje. Es hasta el día de hoy que nadie sabe qué apellido llevaba originalmente, pues ninguno de su linaje fue identificado. Cuando hablan del Almirante, hoy en día, siempre se esconde este detalle, esta pequeña historia del pasado, pues se dice que nada le molesta más que que alguien mencione su pasado.   Cuando, de joven, arribó a la Ciudad Blanca, se enlistó inmediatamente en la creciente armada del Archibal Tyrelion Nightborne, padre de los famosos Tres Hermanos, Occuleth, Iremir y Aen. Se mostró naturalmente dotado para el combate, y se mantuvo al tope de su clase como el mejor navegador. Se cuenta todavía en la Academia que los sargentos le amaban, y sus pares, celosos, todos más viejos que él, le detestaban.   Uno podría pensar que este ambiente sería detrimental, incluso doloroso para el joven Cornelius, pero, al contrario, le permitió al futuro Almirante demostrar sus nervios de acero. Durante un entrenamiento de combate, varios cadetes mayores le intentaron ahogar en el mar. Cuando el coronel al mando llegó a buscarlos, Beck había volado la cabeza de uno con una extraña pistola de su invención, además de haber ahogado a otro y colgado de un roble al tercero por el cuello.   Le expulsaron de la Academia luego de ello.   Beck, con a penas veintiuno, robó del puerto de Melesade una fragata, y, solo, partió a la aventura. De él no se habló mucho en años, pues surcó los mares por otro nombre. Más de treinta años pasaron antes que regresara a Melesade. Durante su corto tiempo en la Academia, muchos lo habían reconocido como un prodigio. Fue quizá un golpe de suerte que Aen Nightborne, que también asistió a la Acedemia durante su temprana edad, le haya notado.   Al regresar a Melesade, Beck se encontró con el hijo del Archibal nuevamente en una taberna de las afueras. Algunos testigos aseguran que el Encadenador lo reconoció de inmediato, y le desafió a un duelo. De aquella posada, salieron quizá como compañeros, pues Aen usó sus conexiones para permitirle a Beck terminar su tiempo en la Academia.   Fue entonces que, en el año 902, Tyrelion, Archibal de Tal'Dorei, murió asesinado. Iremir, el Gran Montaraz, se negó a tomar su lugar, pues se concentró en encontrar a los asesinos de su padre. Occuleth tomó entonces su lugar, y para cuando, cinco años más tarde, Iremir regresó con las cabezas de los culpables, Melesade había prosperado más que en el mandato entero de Tyrelion.   Occuleth se probó como un excelente líder. Su armada creció exponencialmente, y se formó la legendaria Marina de Tal'Dorei, la flota más poderosa del mundo. Aen tomó un lugar en el consejo elfo, mientras que Beck se graduó de la Academia como Coronel, más temprano incluso que muchos, con calificaciones excedentes.   Se introdujo, por consejo de Aen, en la nueva Marina, y ascendió los rangos como uno de los mejores navegantes, principalmente por su previa experiencia como pirata. Se dice que siempre se lo veía con sus extrañas contrapciones, y favorecía siempre la pistola más que la magia. Quienes eran enviados bajo su mando regresaban con una convicción de hierro, y volvían a la Marina de Occuleth aún más poderosa.   Así, pasaron años y años. Cuando, eventualmente, Tyr formó su alianza con Occuleth, durante la Gran Conquista, Beck se mostró como el mejor Vicealmirante de la flota. Conoció en persona al gran Archibal, y se dice que rápidamente se volvieron muy cercanos por su amor de la mecánica y la ingeniería. Nadie en el mundo creaba mejor que ellos juntos, en aquellos enormes talleres de la capital.   Algunos dicen que porque logró hacerse amigo de la realeza, le promovieron a Almirante. No podrían estar más equivocados. Sí, es verdad, se volvió un confidente no solo de uno, sino de dos de los Tres Hermanos durante la Conquista de Tyr, pero no por eso llegó a su posición. Fue la Batalla de los Dedos lo que le ganó el título de Almirante de la Flota.   Era una trampa. Las armadas del Sultán Xerxas habían rodeado las fuerzas élficas. Pronto serían destruidas, y, con la victoria, sin duda el Imperio de Markett podría avanzar hasta la Costa Mercante. Mientras Tyr y los Invencibles empujaban las armadas de Ygaret Diente-Negro a la Ciudad de las Bestias, salvando Duregar en el proceso, Occuleth había enviado a quien en ese momento era el Almirante de la Flota, Sir Guligan Ferret, a asegurar la posición táctica de Trebón. Lo que nadie se esperaba, era que la Flota del Sultán Xerxas ya se encontrara allí, pues recientemente se había erguido la Muralla de Oro, que delimitaría las tierras del Gran Sultán a las de Duregar y Lago Helado.   La batalla naval fue terrible. Encerrados, Sir Gulligan Ferret ordenó la retirada. Fue Beck quien tomó el comando entonces, tirando a su superior por la borda, que la flota elfica retomó la ventaja. Los Dedos, verán, es una zona complicada de navegar, pues ruinas antiguas del gran imperio Yuan-Ti todavía no se habían hundido en las mareas traicioneras.   Su experiencia como pirata en aquellas aguas le permitió a Beck escapar por los escombros, haciendo que la flota del Sultán se encalle al perseguirlo. Es entonces que dio media vuelta, escapó la emboscada, y atacó el flaco débil de sus enemigos. El pánico, además de las peligrosas almas vengativas de los Yuan-ti hicieron el resto. Al regresar a Melesade, se lo nombró Almirante de la Flota, en lugar de Tyralion, que nunca se volvió a ver.   La única extrañeza de esta hazaña fue como, del barco del Almirante, solo restó vivo Beck. Algunos que estuvieron en quella batalla aseguran que el barco se había encallado junto con la flota Markettï, y que vieron como Cornelius se lanzaba al mar. Sin embargo, días más tarde, regresó aquel barco junto con el nuevo Almirante, solos. Una extraña nube de humo le sigue desde entonces. Una niebla que nunca termina de disiparse.   Beck, como Almirante, participó de la reciente Crisis de Sucesión, atacando Landover. Se dice que es la primera vez que pierde una batalla, por el inesperado ataque de una enorme criatura alada. Se dice que, cuando aprendió de la muerte de su gran amigo Aen, se volvió más audaz aún, como si buscara que la muerte le venza. Todavía sigue las órdenes de Occuleth al pie de la letra, pues es su mano derecha en estos tiempos turbulentos, pero uno solo puede preguntarse, qué estará pasando por su cabeza luego de los recientes fracasos de la Gran Marina Élfica?   Es pertinente mencionar su desprecio de la Magífaga, Elena de la Hoja Rota. Algunos dicen que le tiene celos, pues fue nombrada parte del consejo elfo, mientras que él no. Otros dicen que tuvieron una historia juntos, y no terminó muy bien. Sea cual sea la razón, Cornelius Beck nunca le fue amable, desde que se mostró por primera vez en los aposentos de Occuleth, hasta ahora, que le guía en una misión secreta para el Archibal.   Si algo define al Almirante Beck, es su tenacidad. Si Occuleth le mandó a por ti... necesitarás toda la suerte que puedas conjurar.

Almirante de la Flota de Occuleth, le llaman la serpiente de humo. Es la mano derecha del Archibal, y muchos dicen que, ahora, con sus hermanos muertos y sin descendencia, Occuleth le entregaría el puesto a Beck.

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Las Galas Astrales no son lo mío, Aen. Prefiero que no intenten tener sexo conmigo antes de matarlos.
Alignment
LE
Children
Gender
Hombre
"El arma cortó a través del Almirante como cuchillo en algodón. La forma humeante del elfo rió, antes de disiparse en el aire. Mismo luego de matarle, ellos sabían que no era el fin. Volvería pronto. Siempre regresa."

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