Aarakocra

Naturales del Plano Elemental del Aire, aún quedan en Nahur comunidades remanentes de la época en la que se podía viajar entre planos. 
Los aarakocra prefieren los terrenos elevados (por la menor concentración de oxígeno) y los climas fríos, que se asemejan más a su entorno original, por lo que en Nahur suelen habitar en las montañas más elevadas. 
Tienen una gran adaptación e impregnación cultural, y normalmente absorben todo de la cultura con la que conviven (nombres, ropa, costumbres, idioma...). Los asentamientos de aarakocras en Jeon se organizan en pequeños clanes familiares, del mismo modo que los gigantes locales con los que conviven (a menudo en una especie de realción simbiótica: los aarakocras actúan de vigías y son capaces de localizar amenazas y presas mucho más fácilmente, y a cambio los gigantes comparten su caza. Son una de las pocas razas con la que los gigantes han llegado a convivir sin problema).  Hay un núcleo en las montañas de Gorovia que permanece estrechamente ligado a la cultura élfica que ocupaba esa tierra anteriormente -incluso se refieren a la reina elfa como su reina. Están íntimamente unidos a la naturaleza y conservan la mayoría de tradiciones élficas. Los grupos de aarakocras de Hrym Urngoor están mucho más apegados a la civilización que los otros, más tribales. Viven en ciudades exteriores (que resultan casi intransitables para quienes no pueden volar) que suelen tener accesos a las galerías de los clanes en el interior de las montañas, con quienes conviven y colaboran estrechamente -aunque siempre manteniéndose alejados de sus convulsas políticas.
Los aarakocra tienen una esperanza de vida muy corta, lo que seguramente ha potenciado su capacidad de adaptarse al entorno para sobrevivir. Forman amistades muy rápidamente, y son de naturaleza amable y cercana. Tienden a convivir en núcleos estrechamente unidos, pues el grupo les ayuda a sobrevivir, y es lo que les ha permitido sobrevivir en el Plano Material durante milenios sin contacto con su dimensión de origen.