Sesión 7. Riversdale
Días 21 y 22 de nuestro viaje.
Al día siguiente de sellar la puerta, seguimos el camino hacia Riversdale en lo que fue una travesía tranquila. En la mañana, divisamos las empalizadas de madera exteriores de la zona oeste de Riversdale. Junto a las puertas de madera, encontramos a un grupo de guardias cuchicheando bastante intranquilos y que, al acercarnos, se pusieron a la defensiva.
Gracias a una argucia de Josef, que él llama “Calmar emociones”, pudimos entrar en la ciudad sin problemas.
La ciudad de Riversdale hace justicia a lo que los rumores cuentan sobre ella. Quienes viven en el lado oeste, son familias pobres que malviven entre casas de madera y techumbre de paja. Por otro lado, la parte este de la ciudad se encuentra mucho más desarrollada, abundan comerciantes y gentes de poder económico medio, a la vez que las casas son más esplendorosas.
Allá por donde pasamos, las gentes de Riversdale nos miran fijamente. Las dos zonas están separadas por un enorme puente de piedra pulida. Es una magnífica obra de arquitectura que no logro comprender aún, pero que estoy seguro de que vale la pena estudiar. Los eruditos de la zona asocian su levantamiento a una obra deidosa.
Justo en mitad del puente, se sitúa una aduana la cual cobra y gestiona el paso de las personas desde un extremo a otro de la ciudad.
Dentro de la ciudad, nos enteramos de que habían ocurrido unos recientes asesinatos que pusieron de los nervios a la guardia. Intentamos preguntar al Conde y al jefe de la guardia de la ciudad pero fue en vano. Pudimos sacar en claro que la mitad o incluso más de la mitad de la guardia de la ciudad estaban untados o eran unos completos inútiles. Sin embargo, recibimos la ayuda del guardia Thomart, que nos puso al día sobre los crímenes ocurridos.
En primer lugar, falleció el antiguo Jefe de la Guardia de la ciudad presuntamente asesinado. No obstante, mientras nos lo contaba, un misterioso cuervo nos observó de manera directa.
Buscamos pistas o rumores en la taberna este, donde encontramos a Plula, un curioso interés romántico de Josef, que es una delicia con el arpa. La bardo nos contó que se encontraba derrotada porque, recientemente, un amigo suyo había sido asesinado.
Viendo lo ocurrido, decidí reunir a mis compañeros en una mesa de la taberna, ocultos de los susurros de la gente. Allí, les planteé la posibilidad de que aquello fuese una trama mayor de lo que pareciera en un primer momento y que, probablemente, hayan intereses mayores de por medio. Viendo que no nos dejarían hablar con el Conde hasta que no cesasen los asesinatos probablemente, decidimos encauzar nuestro esfuerzo en resolver la trama.
Para facilitar el entendimiento de la trama para el grupo, dispondré a reservar el siguiente espacio de la página para apuntar nuestras notas sobre la investigación.
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El Misterio de Riversdale
En primer lugar, el antiguo Jefe de la Guardia de la Ciudad ha sido asesinado y desconocemos por quién. Me pregunto entonces; ¿quién querría asesinar a Rupert?, ¿qué interés o propósito tendría matar al Jefe de la Guardia?, ¿quién es en realidad Remus?, ¿por qué esa separación tan delimitada entre miembros de la guardia de la ciudad?
Demasiadas preguntas, acertijos en la oscuridad… Y eso tan solo incumbe a la guardia de Riversdale.
Conforme al desgraciado de Alfonse, se desconoce mucho sobre qué o quién lo mató. Lo poco que conocemos por su viuda es que se trataba de un comerciante que murió hace dos semanas en el callejón trasero de la calle del Percebe. Tenía muchos clientes variopintos y parecía ser una persona tranquila. No obstante, al preguntar en el Gremio de Mercaderes, descubrí ciertas irregularidades en los ingresos de Alfonse. El comerciante había estado ganando más dinero de lo normal con ciertos trueques.
¿Quién querría matar a un simple comerciante de Riversdale? Quizás no era tan solo un honrado comerciante, tal y como su mujer piensa. Los registros del Gremio son muy esclarecedores, Alfonse tenía algo entre manos. Quizás su ambición fuese mayor de lo normal y algún comerciante rival lo silenció, pero… no creo que esa hipótesis tenga sentido.
En los alrededores del callejón donde se encontró el cuerpo de Alfonse, encontré diferentes marcas de garras o zarpas rasgadas tenuemente en las paredes de piedra. Sea lo que sea que lo hizo no era humano y, sinceramente, dudo que ningún comerciante rival quiera meterse en estos líos por un puñado de monedas. ¿Con qué fuerzas estaba jugando Alfonse?, ¿llamó el interés de otras personas?, ¿tenía algo que ocultar? Quizás debamos profundizar más en el tema…
Otro asesinado fue el alquimista quien, tras un incendio de su tienda, apareció totalmente carbonizado. Ambas plantas han quedado totalmente destruidas pero, para nuestra sorpresa, el almacén de pociones e ingredientes había quedado medianamente en buen estado. En el lugar, encontramos huellas de pociones robadas y un extraño aroma que parece atontar los sentidos. Es más que lógico decir que, a estas alturas, el incendio fue provocado.
¿Quién querría matar al alquimista?, el por qué quizás esté ya respondido con las pociones que faltan en la despensa… sea quien sea el que las robase, no las podía obtener de manera normal y eso estrecha el círculo. Por último, el padre Damián nos comentó que habían muerto recientemente un grupo de mequetrefes locales que se hacían llamar “los atunes”. No obstante, la madre de uno de los muchachos se ha marchado recientemente del lugar y se desconoce su ubicación, quizás valga la pena investigar con mayor profundidad…
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Tras investigar en la ciudad durante todo el día, se hizo de noche y el grupo nos reunimos en la taberna para cenar y poner en común nuestros descubrimientos. Para nuestra sorpresa, un encapuchado se añadiría a la conversación bajo el pretexto de que hacíamos demasiado ruido.
Al día siguiente de sellar la puerta, seguimos el camino hacia Riversdale en lo que fue una travesía tranquila. En la mañana, divisamos las empalizadas de madera exteriores de la zona oeste de Riversdale. Junto a las puertas de madera, encontramos a un grupo de guardias cuchicheando bastante intranquilos y que, al acercarnos, se pusieron a la defensiva.
Gracias a una argucia de Josef, que él llama “Calmar emociones”, pudimos entrar en la ciudad sin problemas.
La ciudad de Riversdale hace justicia a lo que los rumores cuentan sobre ella. Quienes viven en el lado oeste, son familias pobres que malviven entre casas de madera y techumbre de paja. Por otro lado, la parte este de la ciudad se encuentra mucho más desarrollada, abundan comerciantes y gentes de poder económico medio, a la vez que las casas son más esplendorosas.
Allá por donde pasamos, las gentes de Riversdale nos miran fijamente. Las dos zonas están separadas por un enorme puente de piedra pulida. Es una magnífica obra de arquitectura que no logro comprender aún, pero que estoy seguro de que vale la pena estudiar. Los eruditos de la zona asocian su levantamiento a una obra deidosa.
Justo en mitad del puente, se sitúa una aduana la cual cobra y gestiona el paso de las personas desde un extremo a otro de la ciudad.
Dentro de la ciudad, nos enteramos de que habían ocurrido unos recientes asesinatos que pusieron de los nervios a la guardia. Intentamos preguntar al Conde y al jefe de la guardia de la ciudad pero fue en vano. Pudimos sacar en claro que la mitad o incluso más de la mitad de la guardia de la ciudad estaban untados o eran unos completos inútiles. Sin embargo, recibimos la ayuda del guardia Thomart, que nos puso al día sobre los crímenes ocurridos.
En primer lugar, falleció el antiguo Jefe de la Guardia de la ciudad presuntamente asesinado. No obstante, mientras nos lo contaba, un misterioso cuervo nos observó de manera directa.
Buscamos pistas o rumores en la taberna este, donde encontramos a Plula, un curioso interés romántico de Josef, que es una delicia con el arpa. La bardo nos contó que se encontraba derrotada porque, recientemente, un amigo suyo había sido asesinado.
Viendo lo ocurrido, decidí reunir a mis compañeros en una mesa de la taberna, ocultos de los susurros de la gente. Allí, les planteé la posibilidad de que aquello fuese una trama mayor de lo que pareciera en un primer momento y que, probablemente, hayan intereses mayores de por medio. Viendo que no nos dejarían hablar con el Conde hasta que no cesasen los asesinatos probablemente, decidimos encauzar nuestro esfuerzo en resolver la trama.
Para facilitar el entendimiento de la trama para el grupo, dispondré a reservar el siguiente espacio de la página para apuntar nuestras notas sobre la investigación.
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El Misterio de Riversdale
En primer lugar, el antiguo Jefe de la Guardia de la Ciudad ha sido asesinado y desconocemos por quién. Me pregunto entonces; ¿quién querría asesinar a Rupert?, ¿qué interés o propósito tendría matar al Jefe de la Guardia?, ¿quién es en realidad Remus?, ¿por qué esa separación tan delimitada entre miembros de la guardia de la ciudad?
Demasiadas preguntas, acertijos en la oscuridad… Y eso tan solo incumbe a la guardia de Riversdale.
Conforme al desgraciado de Alfonse, se desconoce mucho sobre qué o quién lo mató. Lo poco que conocemos por su viuda es que se trataba de un comerciante que murió hace dos semanas en el callejón trasero de la calle del Percebe. Tenía muchos clientes variopintos y parecía ser una persona tranquila. No obstante, al preguntar en el Gremio de Mercaderes, descubrí ciertas irregularidades en los ingresos de Alfonse. El comerciante había estado ganando más dinero de lo normal con ciertos trueques.
¿Quién querría matar a un simple comerciante de Riversdale? Quizás no era tan solo un honrado comerciante, tal y como su mujer piensa. Los registros del Gremio son muy esclarecedores, Alfonse tenía algo entre manos. Quizás su ambición fuese mayor de lo normal y algún comerciante rival lo silenció, pero… no creo que esa hipótesis tenga sentido.
En los alrededores del callejón donde se encontró el cuerpo de Alfonse, encontré diferentes marcas de garras o zarpas rasgadas tenuemente en las paredes de piedra. Sea lo que sea que lo hizo no era humano y, sinceramente, dudo que ningún comerciante rival quiera meterse en estos líos por un puñado de monedas. ¿Con qué fuerzas estaba jugando Alfonse?, ¿llamó el interés de otras personas?, ¿tenía algo que ocultar? Quizás debamos profundizar más en el tema…
Otro asesinado fue el alquimista quien, tras un incendio de su tienda, apareció totalmente carbonizado. Ambas plantas han quedado totalmente destruidas pero, para nuestra sorpresa, el almacén de pociones e ingredientes había quedado medianamente en buen estado. En el lugar, encontramos huellas de pociones robadas y un extraño aroma que parece atontar los sentidos. Es más que lógico decir que, a estas alturas, el incendio fue provocado.
¿Quién querría matar al alquimista?, el por qué quizás esté ya respondido con las pociones que faltan en la despensa… sea quien sea el que las robase, no las podía obtener de manera normal y eso estrecha el círculo. Por último, el padre Damián nos comentó que habían muerto recientemente un grupo de mequetrefes locales que se hacían llamar “los atunes”. No obstante, la madre de uno de los muchachos se ha marchado recientemente del lugar y se desconoce su ubicación, quizás valga la pena investigar con mayor profundidad…
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Tras investigar en la ciudad durante todo el día, se hizo de noche y el grupo nos reunimos en la taberna para cenar y poner en común nuestros descubrimientos. Para nuestra sorpresa, un encapuchado se añadiría a la conversación bajo el pretexto de que hacíamos demasiado ruido.
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