Sesión 5. La prueba del duque

Cuando mis compañeros se despertaron y tomamos nuestro equipo, informamos al tabernero del éxito de nuestra misión nocturna. Al acabar, nos dirigimos al castillo de los Pride, pues necesitaba recabar mayor información sobre mis hermanos.

En el castillo, nos reunimos con el duque Varian y su hermano Andrew, quienes nos informaron, por encima, de una sospechosa misión que querían realizar.

Tras rebuscar en la biblioteca del duque, conseguí encontrar varios pergaminos y libros con ayuda de mis compañeros. Presté especial atención a un viejo tomo el cual resultó ser el diario de Reinhard Gilderoy, un antiguo hermano de la Orden de la Vigilia que adoptó la utópica idea de reunir los viejos retales de la Orden en una nueva base. Además, informaba de la existencia de dos antiguos hermanos que posiblemente puedan ser parte de la guardia de élite de Riversdale.

Una vez reunida la información, todos los integrantes del grupo nos reunimos y votamos nuestro siguiente objetivo. Por unanimidad decidimos aceptar la tarea de Varian Pride de acudir a Riversdale. No obstante, el duque quiso antes una demostración de fuerza.

En el patio de armas del castillo, nos batimos en duelo hasta derrotar a todos los guardias y caballeros bajo el mando del duque hasta que, el duque en persona, se sumó a la batalla. El combate fue intenso y extrañamente balanceado, la habilidad marcial del duque es digna de ser legendaria. Acabó con Josef en tres ocasiones y pasó en una ocasión mi defensa con una habilidosa finta. No obstante, mi duro entrenamiento con la espada resultó ser de utilidad y pude asentar un golpe tras otro. Todos mis compañeros estuvieron a la altura de las circunstancias y, pese a que el duque pudiese acabar expulsando también a Balran, Yorbehk y yo no le dimos cuartel, acabando en un tentativo empate.

Tras ello, el duque aplaudió nuestro arrojo en la batalla y se ofreció a pulirnos a Yorbehk y a mi en el combate cercano, mientras que Leonard se dedicó a pulir las habilidades mágicas del resto del grupo. Durante dos semanas, entrenamos duro y sin cesar hasta que al fin, hoy, nos reunimos con el duque para partir.