Helialith Character in Historia de Un Mundo Impuro: Cataclismo Y Resurección | World Anvil
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Helialith

Dios

Physical Description

Special abilities

Helialith poseía la más alta, debido a la mezcla genética que por generaciones habían echo incompatibles, su órgano divino tenía un grado de desarrollo masivo y emetía un pulso eléctrico acostumbrado al nacer, de quemarle la cabeza.   Entre sus múltiples técnicas, concebidas sin esfuerzo y que por desgracia para quienes la criaron, resultaban casi mortales, se destacan. El MZ, el movimiento común, y el acto reflejo. Su principal arsenal de habilidades se basa en el control del campo   El tumor divino le permitía tomar el control, y agrupando ceniza como ejército de smbras.

Mental characteristics

Personal history

Historia 1: Helalith nació un día de Nesrhe entre las pálidas y afiladas hierbas de una cuna improvisada en las ruidosas estepas de Tirsk, protegida solamente por las cuatro maderas carcomidas de una choza solitaria. El recuerdo de sus progenitores se resume en un vientre desgarrado de una aldeana pálida y los murmullos disparatados de siluetas que para una recién nacida eran menos que ecos difusos de lo que sería una decisión espantoza a la vez que determinante para la historia del continente.     El mundo se repartía entre los Ácridos, los Ghibios y los Señores Precursores. Hegar I de Agelot no había terminado de blandir su espada fundadora en el Valle de Krib cuando Helialith dió sus primeros pasos.       Apenas nacer, Helialith, tenía los ojos bien abiertos como dos tiernos cristales carmesí en que se empozaban las formas más perturbadas del mundo. Su piel era pálida y fresca, como una armadura triste de cartílago brillante. Tenía el cabello largo, color crema, chorreaba hacia atrás de las orejas figurando un caudal de espuma.   Según las leyendas, Helialith, aprendió a caminar a escasos segundos despúes de nacer, supo entonar la temida Lengua de los Sabios a las tres semanas, escribir en los garabatos de Kror a los cuatro meses y después de un año ya dominaba perfectamente su Sistema Divino. Su mano de perla convertía en un vidrio meloso toda materia vegetal y su respiración se regaba por el aire como una estampida de flores recién cortadas. A veces, en su abandono se entregaba a las embriagantes líricas que había aprendido del Libro de los Venideros, irrumpiendo en los claros con unas notas saltarinas que garabateban hipnotizando a los apacibles bestias forestales que la cubrían en mantos.     Lo cierto, imbuida en la miseria de la Arremetida de los Colosos

Education

Helialith fue acogida por el Maestro Dethorinious en una gran posada al Sur de las Montañas del Tirk, que sobre la villa de casas aglomeradas de la cuál era patrono.   Era una colina dulce, el sol limpiaba sus rojas lárgimas cada mañana, y el clima ascendía en espirales helados y calóricos sin respuesta alguna. Tras la villa de apenas viente casas, y dos molinos como los gigantes de piedra de la Leyenda de los Azaurales, se ergía una solitaria posada, como un águila orgullosa que cigila. importado de las Islas Gruhenlegen.   Su base de piedras prehistóricas, atiborrada de de trazos amarillos, y ventanales curvos, el techo como escamas se sambullía hasta acabar en una base piramidal. Una aflombra volcánica inauguraba la entrada, y en arriba el letrero indicaba el símbolo del maestro. Por dentro la suntuosidad de dividía en muebles de palomas, desgarrados por Helialith, esferas y pazadisos interminables quedaban a la tierra primeriza.   Aquí Helialith vivivó sus primeros años, perseguida por un único recuerdo, como un retrato paranoico que se le había quedado cuando supo su significado. La sala fúnebre, las alabradas curvas de los centinelas, y los maestros circundando a su alrededor, alterados hasta el hartazgo, blasfemando un dilema al cielo opaco, entre ellos Deotheranius, <<En quince años>> deciá una voz árida que hablaba demás. No sabía loque significaba, pero en quince años ocurriría algo que se figuraba una tragedia.   A la lejanía de tal acto.

Social

Reign

Helialith fue la criatura más despiada que supo engendrar la Orden de los Sabios. La instrucción violenta, y su educación infundada en la más tortura hicieron de Helialith un ser demoniáco, pronto, sus ojos vomitaban una sangre hirviente que le quemaba los párpados, sus ojeras se restablecieron, y su piel adquiró una blanca tristeza quebradiza.   La llevaban al campo de batalla metida en el vientre de una vasija faraónica, con bordes curvos y rayado por espirales de extraños símbolos blasfémicos de un idioma de una antiguedad ilegible. Había sido fabricada con un espeso metal derretía la carne, el Dirotegren, conocido solo por el Gremio de Herreros del Sur, arrastrada por cuatro Sighes, y custodiada por diez centinelas experimentados en las artes de sellado.   después de adormecerla con el perfume de Sigania que el Hermano Lughen guardaba siempre en forma de matráz colgándole del cuello, en caso ocurriese un imprevisto.   Su respiración como brisa volcánica arremetía profundamente en los paladines, arrancándoles varias lágrimas en torrentes de miedo ante su presencia. En ese momento, cuando un vendabál serpenteante les rozaba los nervios se sabían sentenciados.

Social Aptitude

Helialith
Current Status
Fallecido
Conditions
Ethnicity
Other Ethnicities/Cultures
Age
25 (Aproximado)
Circumstances of Death
Enfermedad consanguínea
Birthplace
Destalia
Place of Death
Destalia
Children
Current Residence
Desconocido
Gender
MI
Eyes
Dos tiernos cristales carmesí, como esferas de sangre en que se empozan las formas más perturbadas del mundo.
Hair
Cabello largo, color crema, chorreando hacia atrás de las orejas como un caudal de espuma.
Skin Tone/Pigmentation
Piel pálida y fresca, como una armadura triste de cartílago brillante.
Height
Desconocido

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