Crisis del Azote de Mundos

Discovery, Exploration

Inmediatamente tras la derrota del Príncipe Melder, Los Cazadores del Alba son confiados por los sobrevivientes de la Junta Cysealiana a llevar la temible Azote de Mundos a Baleena en el continente de Doarenn. En el trayecto se enfrentaron a la Orden Inquisitorus de los imperios humanos locales y peligros de antiguas civilizaciones y criaturas de épocas pasadas, hasta dar con un enfrentamiento final, en el Valle del Alba, donde los Cazadores y Baleenos dieron un golpe mortal a la Inquisición Doraennita.

En el año 134 Era del Olvido, agentes del demoníaco Príncipe Melder, liderados por su teniente, Kal'Vaegris, atacaron y saquearon un convoy seguro en camino a la junta Cysealana, protegido por los Cazadores del Alba entre otros grupos caballeros y mercenarios.

Los fanáticos y grupos demoníacos buscaban un artefacto secreto que transportaban: El Azote de Mundos. Un temible y Mítico Mandoble alguna vez creado durante la Guerra del Amanecer como arma contra los Planos Celestiales, que únicamente podía ser accedido por un Extraño espejo Quessir.

Los asaltantes fueron demasiado numerosos, respaldados además por magias de Sangre y Demoníacas. Los valientes Cazadores fueron los últimos contendientes en pie, luchando hasta al fin ser capturados por los fanáticos para ser torturados y utilizados en rituales oscuros, encerrados en una antigua fortaleza, al noroeste de Nando, en los Montes Inmutables.

Siendo los únicos sobrevivientes al rastro de los demonios, viajaron hacia Nando para descubrir que aquellos aldeanos que no murieron luego del asalto a la caravana, han huido o se han alistado al ejército de Thelduin. Incursiones Demoníacas han sido reportadas a lo largo de Aldemar, y al sur, en el Mar de Valenguard, soldados bárbaros pintados en sangre y marchando sin bandera alguna arrasan con todo a su paso. Una guerra cruenta se ha desatado, y si los fanáticos de Melder logran obtener el Azote de Mundos, significará el fin de las civilizaciones libres y buenas.

Con el destino del mundo sobre sus hombros, dieron caza a los fanáticos, viajando varios días hacia los Montes Inmutables, cayendo Ser Angevin y el evocador Arambor ante los demonios Vroc, Kastighur y Arqueros de Sangre. Tras horas de lucha, los sobrevivientes finalmente logran penetrar las defensas de un templo abandonado, enterrado casi del todo en la ladera de una montaña, llegando a tiempo para escuchar las últimas palabras del Gran Maestre Iestar, revelando la ubicación del espejo hacia "Eldoria".

Los Cazadores fallaron en recuperar la espada, pero sí lograron llegar a tiempo para enfrentarse con el mismísimo Príncipe Melder en el campo de batalla, a días de Thelduin, y lograr distraerlo suficiente para poder ser desterrado.

Tras su derrota, los sobrevivientes cazadores del Alba (habiendo perdido a Kitara, Aethen y Velgrum) lograron resucitar a Ser Angevin y Arambor antes de emprender un viaje de incógnito al recluso y xenofóbico continente de Doraenn, que sufría una Inquisición contra la magia Arcana, para llegar a la mítica montaña de Pico del Alba y destruir el Azote de Mundos una vez por todas.