Melissandreia Endi
(a.k.a. Mel)
Cuando Luca pidió al grupo que dieran caza a la asesina de Helena mencionó la figura de una informadora que, al parecer, había estado intentando dar caza ella misma a la asesina durante buena parte de su vida.
Cuando Aidon y Hardan se enfrentaron a Cassandra en las calles de la ciudad, este último aguantando contra las cuerdas con su última brizna de vida, una extraña onda de choque desvió la hoja de la asesina, que terminó huyendo. La autora de dicha magia resultó ser una bardo que tocaba su laúd en la calle, la cual ni reveló su nombre.
Ya en el concurso de bardos, la misma mujer apareció como competidora y, después del triunfo de Gael, pidió disimuladamente que la siguiesen. Terminaron todos en un almacén abandonado de la Fuente Salada, donde Melissandreia al fin se presentó. Venía de Reno, desde donde había estado siguiendo a Cassandra, quien le habría causado un gran mal. Informó al grupo sobre todo lo que sabía de la asesina y, después, se marchó.
Unos días antes del discurso de final de fiestas, Melissandria volvió a encontrarse con el grupo en la posada que frecuentaban para darles información sobre los últimos movimientos de Cassandra y un nuevo activo en la ecuación: Phillipe.
Tras la derrota de Cassandra, Rhava vería a Mel en el parque de la desconocida, contemplando la estatua que, según dice, fue alguien cercano a sus antepasados, una protectora que salvó a una antigua heredera de los Endi. Agradeciendo al grupo el terminar con la vida de Cassandra, Melissandreia se despidió, volviendo al fin a Reno.
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