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Khutulun

Khutulun

Physical Description

Condición física general

Aunque tiene un rostro Khitio sus raices Hirkanas son muy evidentes, por mucho que llevase ropas típicas de Khitai seria fácil identificarla como extrajera.

Mental characteristics

Historia personal

A pesar de ser la ciudad de jade, fuera del barrio noble de Paikang hay incluso más pobreza que en el resto del país, simplemente no es visible. Me crié en las calles de la capital, si bien aprendí a sobrevivir por mi misma desde pequeña, siempre me he sentido extranjera dentro de mi propia tierra pues mi mitad Hirkana era más que evidente y la gente no era capaz de obviar aunque hablase su propio idioma y vistiese sus ropas. Mi nombre era May-Ling pero ellos ni siquiera veian eso.   Creía que mi madre era una prostituta de los barrios bajos pero nunca lo supe, murió antes de que la pudiese recordar y fui criada por las prostitutas de una casa de baños. Pronto aprendí a robar, al principio era tosca y torpe pero con los años, mi juego de manos se convirtió en todo un arte, hasta que robé a la persona equivocada.   Era un hombre con buena apariencia, así que pensé que tendría una buena bolsa de dinero, sin embargo, él se dió cuenta inmediatamente del engaño, y bien es sabido que a los ladrones no les gusta que les roben.   Fui llevada a su casa a la fuerza, en vez de entregarme a las autoridades imperiales, decidió darme una oportunidad de ser mucho más útil a la sociedad. Las sombras de jade se llamaban, una organización de ladrones y criminales que actuaba por todo el imperio con el fin de redistribuir la riqueza que unos pocos concentraban entre todo el pueblo.   Se dedicaban a dar golpes a grandes comerciantes y a nobles, mediante engaños y artimañas, negocios falsos, e inversiones ficticias movían grandes cantidades de dinero. Y ahora, tenía ante mí la oportunidad de pertenecer a aquella sociedad… ya no sería más una vagabunda de las calles de Paikang. Los siguientes años fueron destinados a enseñarme la organización y su modo de actuar, tenían gente muy inteligente entre sus filas, y otros, como yo diestros en la espada y las artes manuales. No solamente compartía mi tiempo con aquel hombre llamado Jian, si no que además estaba completamente enamorada de él, incluso llegamos a prometernos.   Sin embargo, los golpes ocasionados a los ricos, rara vez afectaban realmente a la economía imperial, todos nosotros llegamos a la conclusión de que si las cosas podían cambiar era solamente destronando al emperador, y para ello, deberíamos tener ayuda extranjera, así que lo que al principio era robar a los ricos se convirtió en una organización que financiaba a los enemigos extranjeros, sobre todo a los Hirkanos.   En uno de nuestros golpes, la suerte debió torcerse para mí. Lo que en principio era un simple robo a un mercader, terminó por error convirtiéndose en el secuestro de la hija del mercader, cometí un error y ella vio mi cara, así que simplemente no podía dejarla allí.   Me la llevé durante la noche y la escondí durante días. Hablando con ella, pude ver que, aunque poseía riquezas, no era lo que yo pensaba que sería la vida de una persona con su dinero. No tardamos demasiado en hacernos amigas, parece que en vez de secuestrarla le hubiese hecho un favor. Con el tiempo, ella misma aceptaría pertenecer a nuestra organización y ayudarnos, siempre bajo mi tutela.   Sin embargo, no todo era tan bonito como parecía, en el que fue nuestro último encargo teníamos que robar al general al que Taniko había estando prometida. Uno de los más altos cargos en el ejército Khitio y también un noble de alta cuna, cercano al Emperador.   La infiltración salió mal y fuimos capturadas, nos separaron y no se que es lo que pasó con Taniko, pero el propio general al ver el tatuaje de las sombras de jade en mi muñeca intento hacerme hablar de la organización sin mucho éxito y debido a esto, las palizas que me propinó durante los días siguientes terminaron por dejarme inconsciente. Como esto tampoco le funcionaba, aun puedo recordar cada noche cuántos de sus soldados pasaron por aquella oscura habitación, ni siquiera se cuantos dias fueron, perdí la noción del tiempo. Sin embargo había algo que nunca se me va a olvidar, en aquella habitación había alguien más, Jian, el que hasta hace poco había sido la persona que me había enseñado todo, acogido, mi prometido el cual observaba todo aquello con una sonrisa en la cara. No era capaz de entender por qué me estaba pasando todo aquello ni por que él estaba disfrutando de esa situación.   Por primera vez en mi vida, viéndome vulnerable, impotente y sin ninguna pista de donde estaría Taniko terminé por despertar días después en una tienda, la cual resultó estar en la aldea Kozaki más importante, en Hyrkania. Ellos me habían rescatado, y días después logré comprender donde estaba, mi padre, quien por fin me había localizado después de tantos años me había sacado de allí. Resultó para mi sorpresa ser aquel a quien había estado ayudando toda mi vida, le conocían como el Narr Khan, el hijo del sol, aquel que tenía la ambición de intentar ser el Khan de Khanes. Por lo visto mi padre había estado recibiendo información sobre mí durante toda mi vida, pero simplemente nunca había podido contactar conmigo, pues necesitaba que siguiese sirviendo a la causa. De hecho me confesó que fue él quien le pidió a Jian que me encontrase y me entrenase para ayudarle.   Aun así, aunque al principio todo esto me enfado, me quedé en aquella ciudad llena de tiendas de campaña. Aunque al principio fue difícil, me acostumbre a llevar una vida feliz con mis hermanos pequeños, la esposa de mi padre y todo su pueblo, fueron los diez años más maravillosos de mi vida, que casi me habian conseguido hacerme olvidar lo que había vivido en Khitai con el General Fan y Jian.  Incluso le pedi a mi padre que me cambiase el nombre, que me diese uno nuevo, uno Hirkano. En una bonita fiesta, decidió que si el era el hijo del sol, yo debia ser la luz de la luna, y mi nuevo nombre seria Khutulun.   Diez años en los que me negué a que ningún hombre se casase conmigo, ni siquiera dejaba que me tocasen, solamente con sentir un solo dedo de un hombre en mi cuerpo me recordaba totalmente a lo ocurrido aquella noche un hecho que no solamente era traumático si no que revelaba una agresividad instintiva. Aunque he de reconocer que muchas de las noches aún tenía pesadillas con aquellos días en los que fui capturada. Sin embargo mi padre después de que le contase aquello que había pasado, tenía las mismas ganas que yo de no solo acabar con el general si no de rajarle la garganta a ese malnacido de Jian. Esa oportunidad se presentó después de tomar mi lugar como la hija mayor del Khan durante diez años. Uno de nuestros espías logró el lugar exacto donde estaba viviendo Jian, y con aprobación y la bendición de mi padre partí de inmediato con un grupo de fieles guerreros. Una vez más fui una ilusa, pues aquellos guerreros no le eran tan fiel a mi padre como pensaba, y nuevamente… fui traicionada. Al presentarnos en su casa, hubo una batalla entre los soldados leales a mí y los traidores, pero estos últimos ganaron y me apresaron colocándome de rodillas en el patio de su elegante mansión, una mansión demasiado lujosa para un criminal, más bien parecía la de un general Khitio. No tardó en aparecer, delante de mí, diez años mayor que el rostro que recordaba pero totalmente igual, con aquella sonrisa como al que vi la última vez.   Se acercó a mí acariciándome la cara y dándome un beso, el beso más desagradable que he sentido nunca, me susurró al oido: - Mi querida hermana… cada día tu cara se parece más a la de nuestra madre...gracias por ser la mas dulce venganza hacia el Narr Khan, tú has sido la forma más eficaz de hacerle un daño verdadero… un daño que no pude hacerle cuando maté a nuestra madre. Que divertido fue jugar contigo todos esos años y tu cara al verme en aquella habitación del general Fan, sin entender como el amor de tu vida, tu hermano, estaba disfrutando con esa situación. Aun tengo mucho más para ti, no creas que te voy a matar aquí, voy a llevarte allí a donde Padre no pueda rescatarte de nuevo, a donde más daño le haga. - Sin tener tiempo de procesar todo aquello, sentí una aguja cerca de mi cuello y perdí el conocimiento.   Al despertar estaba en un gran desierto con una espada clavada a mi lado, en la arena y un brazalete en mi muñeca.

Mestiza Hirkana hija del Narr Khan criada en Khitai perteneciente a una organización criminal centrada en intentar derrocar a la dinastía imperial.

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Títulos honoríficos y profesionales
Su nombre real es May Ling aunque después de vivir en Hirkania su padre se lo cambio a Khutulun que literalmente significa Luz de luna.
Edad
34
Lugar de nacimiento
Paikiang
Children
Gender
Mujer
Ojos
Marrones
Pelo
Castaño
Tono de piel
Moreno
Estatura
1.65Cm
Peso
54 kg

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