Una pésima negociación

Life, Failure / Mishap

Fusca es secuestrado sospechosamente al reunirse con Hell-boy, el hermano de un negociante con quien iba a comerciar los derechos sobre una propiedad en Trisfal de la familia de Fusca.

El no tan joven Fusca siempre fue callado, un sujeto que jamás se mete con los demás ni busca destacar del montón. Alguien considerado como un observador que disfruta de sentarse en un costado del bar, y degustar una merienda mientras mira por las ventanas del local.   Su desprendida gabardina negra, deja ver un gris atuendo que no parece ser nuevo, pero está en impecable estado. Su galera reposa inclinada, enganchada en el respaldo de la silla por lo que Fusca deja ver su cabello de toques grises.   Una moza casi tira el sombrero al pasar entre las mesas, se había acercado para reponer el café, primero el de él que el de otras mesas. El caballero es lo más amable posible con ella y agradece la atención… la ha visto lagrimear detrás de una columna cuando ingresaba al bar.   Sin embargo, no le da largas a la charla, no le parece apropiado. Vuelve a mirar por la ventana y se percata de que es hora de marcharse. Su cabellera, que no sigue un peinado regular, brilla extrañamente gris al chocar con los rayos de sol que logran atravesar las nubes. Se levanta y sale hacia la calle, tiene una reunión que enfrentar.   Es entonces cuando una voz exclama su nombre para llamar su atención:   “¡Fusca!... por más prestigiosa que sea tu familia, jamás utilizas tu apellido en público, me gusta esa actitud”   El hechicero da media vuelta para encontrarse con un kobold vestido con ropas extravagantes típicas de los rincones “privilegiados” de Coalt.   “Tú y mi hermano… tienen una importante reunión en breve ¿Podría robar un poco de tu tiempo?”   El kobold, de 170 cm da un paso al frente con un bastón en mano. Su rostro escamoso está cuidado, muchos hablan de los kobolds como “reptiles desagradables” pero este luce tan refinado como cualquier aristócrata de clase alta. Es de suponer que los estereotipos suelen están muy errados.   “Hell-boy ¿verdad?” – Dice Fusca… pensando en lo mucho que te tienen que odiar tus padres para llamarte así – “Puedo hacer algo de tiempo antes de reunirme con tu hermano…”   Fusca conoce el temperamento de Hell-boy, es un sujeto el cual puede hacer toda una escena si alguien se niega a devolverle la atención que el desea…   El kobold sonríe para si mismo.   “Me alegro que accedieras, veo que eres un joven perspicaz…”   Hell-boy lo observa mientras dos guarda espaldas orcos surgen detrás de Fusca, de manera pacífica, pero vigilantes… no dan para nada una buena impresión… todo está muy preparado, a nivel de que pronto, una carroza se detiene al lado de los 4 sujetos, justo en el sitio indicado, como un escenario ensayado para que el saliera del bar y al ser detenido por sus actuales acompañantes no le quedaran más opciones que subir a la carroza…