Terkio

Origen

No se sabe con certeza de dónde provienen los terkios en realidad. Algunos afirman que son originarios de las Islas Volcánicas del sur y lograron llegar a Ixtal gracias a las barcas y góndolas de la tribu extinta de los Mehuai. Se dice que fue Ohana, un rey mehuai, quien logró domar a los terkios por primera vez. Los monstruos se reprodujeron entre sí y poblaron el continente entero. A poco de empezar la Primera Era, los terkios migraron hacia el Norte Verde, la mancha de jungla que se encuentra al norte de Ixtal. Buscaban el calor de las costas y la humedad de la jungla, donde pudieron encontrar presas más grandes, apropiadas par su dieta.

Tipos de terkio

Aunque todos los terkios suelen compartir las mismas características, siendo reptiles grandes y feroces, muchos de ellos se diferencian a partir de sus fenotipos. De esta manera, los terkios se clasifican en tres, siendo los terkios de guerra, los terkios de viaje y los terkios rituales. Cada uno de ellos es utilizado según sus funciones por los tenkianos y son considerados un bien preciado en el imperio. Los terkios de guerra suelen ser las bestias más conocidas en el continente. Usualmente son delgados, atléticos y muy rápidos. Sus fauces logran atravesar músculo y hueso, haciéndolos un arma mortal contra los guerreros de a pie, sobre todo aquellos que conforman la infantería enemiga. A los Guerreros Serpiente, como se les denomina a los jinetes de terkio, se les asigna a una bestia desde que cuentan con trece años de edad. A partir de los trece años los jinetes comienzan a amaestrar a sus terkios, los cuales no son más altos que un niño. Estos suelen ser peligrosos, pero si se los manipula con latigazos y olores intensos se pueden llegar a domar. A los quince años, los jinetes ya pueden llegar a montar sus terkios y es a esa edad en la cual comienza su participación en la guerra. Luego están los terkios de viaje, que suelen ser mucho más grandes y fuertes. Estos son utilizados para transportar grandes cargas y, aunque son carnívoros, no suelen atacar. Su raza está tan domesticada que se han acostumbrado a los premios de carne que les ofrecen los tenkianos. Mantener alimentado a un terkio de carga es una tarea sumamente complicad, pero par muchos comerciantes vale la pena el dinero invertido en su alimentación. Por último, se encuentran los terkios rituales. Estos terkios son de igual tamaño a los terkios de guerra, pero son únicamente utilizados por sacerdotes, sacerdotisas, reyes mayores y emperadores. Este tipo de terkios suelen tener plumas en la cabeza, en la nuca y en los brazos y se distinguen por sus vivos colores. Son igual de peligrosos a los terkios de guerra y son en ellos donde los emperadores y reyes mayores montan en sus expediciones militares.

Domesticación

Domar a un terkio es una tarea sumamente complicada. Los jinetes de terkio son aquellos que suelen hacerlo, destinando su vida entera al cuidado, mantenimiento y domesticación de los reptiles. Apenas los terkios salen de sus huevos, estos deben ser alimentados con animales pequeños como roedores. Más tarde se les debe golpear en el látigo cada vez que trate de morder a su jinete y más tarde, en su fase adulta, se les enseña a partir de olores y de riendas para que los jinetes puedan montarlos con destreza. Los terkios, aunque son bestias salvajes, suelen encariñarse con los jinetes que los montan.

Origen o linaje

Ixtaleño

Distribución geográfica