El impostor

Una vez descansados el grupo continuó siguiendo el rastro de los elfos. Kaath’ra decidió comunicarse con un cardumen de arenques que confirmó la presencia de los elfos e indicó la dirección al escualo.

Tras unas horas llegan a un lugar que pareciera estar lleno de brillantina que les obstruye levemente la visión. Fue entonces cuando vieron cerca de ellos unas siluetas que los reciben hostilmente. Kaath’ra les explica a las siluetas que él y su grupo vienen de la mascarada esperando hablar con Lazdalra. Tras escuchar esto las figuras guiaron al grupo hasta la ciudad de Aegel, una ciudad que parecía estar construida en diferentes niveles y que tenía como edificio central una especie de anemona gigante que expulsaba por unos conductos la brillantina que habían visto a las afueras.

Kah’Lohz y Akoma decidieron ir a una taberna para preguntar por un lugar donde vender su botín, mientras Kaath’ra y Tuglivydo decidieron buscar al centro de conocimiento llamado “La Lumnera” más al llegar se les negó la entrada pues parecía que se estaba celebrando una exclusiva reunión. Kaath’ra insistió en entrar y comentó a los guardias que tenían información importante sobre lo que había ocurrido en la mascarada. Tras esto fueron guiados a la habitación donde se celebraba la reunión que contaba con numerosos e importantes asistentes entre estos se encontraba la ilustrada Lazdalra que cedió la palabra al escualo. Kaath’ra comenzó mostrando los objetos que había recuperado de los elfos muertos en la mascarada, habló de la “competencia” por la perla y de la criatura que los atacó cuando volvían de dicha competencia.

El escualo exigió una explicación de los elfos, estos negaron estar involucrados con “la competencia” que se había celebrado a las afueras del lugar de la mascarada. Y les dieron información sobre la criatura que había matado a Ve’nikax, la monstruosidad fue descrita como la progenie de “Wardo” una criatura que roba rostros y/o identidades y al parecer la perla era lo único que evitaba que la criatura los atacara, esta también brillaba cuando este tipo de criaturas estaba cerca. Esto de inmediato prendió las alarmas en Kaath’ra que rápidamente dedujo que la perla sólo había brillado en presencia de Akoma. Se inicia entonces la búsqueda del impostor con la ayuda de Arkihin'oz un Píxidro que también había participado en “la competencia” y Olum, un Captaqus que al parecer estaba en deuda con la ciudad.

Rápidamente partieron a la taberna donde Kah’lohz y Akoma se habían hospedado pero no lograron hallarlos allí.