Sombras del ayer

Tras haber encontrado un lugar seguro, Flek lanzó nuevamente el hechizo protector y Abeloth trató de curar a los que más pudiera de manera previa al descanso que daría fin a ese agotador día.

Luego de levantarse y desayunar, Zeth les mostró a los demás el objeto que dejó la criatura, Flek les comentó a los demás tras un concienzudo examen que se trataba de un objeto mágico perteneciente a la escuela de conjuración que podía invocar a un elefante durante un ciclo, con sospecha, la guardaron en una bolsa de contención para evitar ser rastreados, mientras pensaban qué hacer con ella.

Flek y Calypso se adelantaron y fueron a investigar la fosa que destruyeron, la cual se había convertido en un terreno fangoso tras las lluvias, no descubrieron nada que les llamara la atención o les advirtiera algo, por lo que regresaron a reportarse y luego partieron junto a los demás a la cueva donde Flek avistó brevemente a un sofocador. Teniendo en cuenta que la cueva era demasiado pequeña para que Cenizo pudiera maniobrar correctamente, decidieron dejarlo atrás, al ingresar y ver que había 2 caminos, Flek envió a uno de sus gatos a investigar antes de adentrarse aún más, el pequeño felino encontró una nueva bifurcación, a la derecha encontró una especie de bóveda y a la izquierda un terreno muy inclinado, incluso para sus hábiles patitas, por lo que Flek lo envió nuevamente a la bóveda pero antes de poder investigar más, desapareció, por lo que Flek supo de inmediato que algo o alguien lo había atacado, tomando la determinación entonces de ir al lado contrario, se encontraron en el camino una bóveda, Flek reconoció el altar que había visto en su anterior visita y detectó magia remanente, Zeth se devolvió en el túnel, ya que estaba empezando a reconocer el lugar como uno que vio brevemente en uno de sus sueños, sin embargo, casi fue presa de un ataque que no logró ver pero si escuchar, por lo que regresó con los demás.

Tras varios ataques invisibles y una inteligente acción por parte de Flek para hacer que el atacante se revelara, los aventureros vieron una sombra que de inmediato les recordó a las criaturas que danzaban alrededor de aquella figura abominable y espectral de La gran visión, con terror vieron que por más que la atacaran, la criatura no perecía, mientras todos iban siendo heridos sin parar, vieron cómo cayó Abeloth ante la furia del espectro, luego Rugath fue derribado sin piedad con un rayo azul que Zeth distinguió como el gong ensordecedor de sus sueños y por fin pudo determinar que no se trataba de una simple pesadilla, sino de una advertencia de su fatídico destino. Sin embargo, la manta, como indicó Dante que la llamaban, desapareció sin previo aviso, por lo que los aventureros se dirigieron rápidamente a la salida de aquel lugar y a la distancia, vieron varios Yuan-Ti, sofocadores y algunas mantas o sombras, todos envueltos en una violenta pelea.

Confundidos ante aquella extraña visión, sin saber si se trataba de ayuda o de una emboscada, no alcanzaron a detener a Flek, que, sin motivo aparente, se hizo invisible y nadie supo a dónde se dirigió.